Sergio Rodríguez se despide del Real Madrid

mediante una carta

Foto de Bea Repesa (CC)
Sergio Rodriguez jugando para el real madrid.Foto de Bea Repesa (CC)

Más de un lustro repleto de magia ha regalado Sergio Rodríguez al Real Madrid. Trofeos y sensaciones para «la Casa Blanca» a cargo del Chacho. ¿Puede el desorden ser ordenado? «Mojo picón», como nuestro queridísimo compañero Andrés Montes bautizó, nos ha demostrado que sí. Era difícil pensar que su impacto pudiera ser de tal magnitud, pues, triunfar en un baloncesto extremadamente metódico y basado en la victoria por encima del espectáculo, cuando tu principal cualidad es seducir a los telespectadores mediante ilusionismo en forma de baloncesto, es realmente difícil. Pero para él no. Madrid se ha rendido ante él, España se ha rendido ante el Chacho, Europa se ha rendido ante Sergio Rodríguez. ¿Lo hará Estados Unidos? En su mano está, ya que, ¿quién dijo que la NBA no da segundas oportunidades?

Dicho lo cual, procedamos con la emotiva carta de despedida de Sergio Rodríguez hacia el Real Madrid y todos sus seguidores que ha publicado a través de la red social twitter:

Después de haber firmado con los Philadelphia 76ers y tras una semana muy intensa de sentimientos y decisiones, no podía irme sin expresar con palabras lo que ha significado mi etapa en Madrid.

Llegué al Real Madrid hace seis años, en 2010, tras estar cuatro temporadas en la NBA. Fue un cambio difícil pero perfectamente considerado y vine muy ilusionado por formar parte de mi club favorito. Crecí imitando en mi casa a jugadores NBA y también ganando Copas de Europa y ligas con el Real Madrid. En momentos en los que los sueños parecen ser objetivos únicos, yo tenía muchos en esos años, igual que cuando fui creciendo, era capaz de imaginarme jugando junto a Michael Jordan o dándole pases al poste bajo a Arvydas Sabonis llevando la camiseta del Real Madrid.

Después de estar en tres equipos de la NBA y tras terminar mi temporada con los Knicks, recibí la llamada del Real Madrid. Me di cuenta de la necesidad que tenía de ganar títulos y competir de una manera diferente a la que había experimentado hasta ese momento. No dudé ni un segundo en dar ese paso.

Siempre he obedecido al corazón. Es verdad que a la vez que cumplo años la cabeza toma más porcentaje en estas decisiones, pero mi corazón siempre tiene un feeling que es difícil de contradecir.

Mi llegada al Madrid no tuvo un comienzo soñado pero sí fue el inicio perfecto para darme cuenta de dónde estaba y lo que costaría conseguir todo lo que me había imaginado. He preparado mi mente y mi cuerpo para ser el mejor que podía llegar a ser y he intentado hacerlo siempre ayudando a mi equipo a ser mejor.

Nunca imaginé estar sentado como estoy ahora en un avión rumbo a Philadelphia para volver a la NBA con el trabajo hecho de la manera en la que lo hemos conseguido: una Copa de Europa, tres ligas ACB, cuatro Copas del Rey, tres Supercopas y una Copa Intercontinental, además de llegar a cuatro Final Four… ¡en seis años! Y, sobre todo, disfrutar jugando y compitiendo como nunca lo había hecho.

Por todo esto cuando llegué al final de la temporada y ganamos el último partido mi corazón y mi cabeza me pedían tratar de volver a lo que había dejado años atrás e intentar una nueva aventura. Eso sí, tenía que esperar a que se dieran las circunstancias que mejorara la situación actual del Real Madrid, tanto personal como profesionalmente. Posiblemente hace unos años solo habría necesitado otra (corazón) pero hoy en día necesitaba algo más (cabeza) para poder dar el salto.

Y esta posibilidad se dio el lunes 4 de Julio por la noche y no antes. Entiendo que mis declaraciones en el media day de la selección el viernes anterior hicieran que mi continuidad pareciera segura, pero realmente es ese momento yo pensaba lo que dije, pues no había ningún ofrecimiento lo suficientemente bueno como para plantearme marcharme del Real Madrid. Para irme de aquí tenía que llegar algo realmente bueno porque lo que dejaba en Madrid era una situación envidiable.

Espero que entiendan mi decisión y que guarden un buen recuerdo de todo lo que he hecho por y para el Real Madrid.

Muchas gracias a todos mis compañeros, cuerpo técnico, personal del club y aficionados. Sinceramente han sido hasta hoy los mejores años de mi vida, considero Madrid mi casa y siempre estarán en mi corazón.

CHACHO

Mucha suerte en la NBA, Chacho. Gracias de corazón por todo lo que has aportado a nuestro baloncesto. Tu magia será por siempre recordada. Sorprendenos.