Habitualmente, la Summer League de Las Vegas (así como la de Orlando) suele ser un escaparate donde cientos de jóvenes jugadores sin contrato, los rookies y los jugadores con menos minutos tratan de hacerse con minutos y/o un puesto en el roster de una franquicia NBA. Además de ello, solemos encontrar como entrenadores a los asistentes de cada head coach de la liga. Aunque este no es el caso de los Memphis Grizzlies y su coach David Fizdale.
El propio David Fizdale se ha puesto a los mandos del equipo para tratar de conectar con los jugadores y establecer su filosofía en el grupo en el menor tiempo posible. Para ello, ha empezado hablando largo y tendido con Mike Conley , jugador franquicia del equipo y mejor pagado de la NBA a día de hoy y con Chandler Parsons, flamante nuevo tirador del equipo.
En un principio, Jamychal Green no iba a participar de esta competición, pero dada la urgencia con la que Fizdale quiere poner a los jugadores en marcha, fue convencido para volver a las canchas en la propia competición veraniega.
En ella hemos podido ver a un Fizdale cabreado tras una dolorosa derrota frente a los Nuggets de Denver por 106 – 62, al día siguiente , sus jugadores tuvieron una larga sesión de vídeo para identificar los errores y corregirlos en el siguiente encuentro, donde estuvo muy encima de los jugadores, corrigiendo constantemente y utilizando cada tiempo muerto para atacar los puntos débiles del equipo reforzando a su vez los puntos fuertes.
Fizdale quiere otorgarle más responsabilidad a Conley en el juego sin balón y, sobretodo, en la anotación, teniendo a Marc Gasol y Zach Randolph como los otros vértices de un triangulo que aporte calidad en los minutos en los que estén en cancha. Además, buscará lograr un juego mucho más rápido a la hora de finalizar las posesiones y volcar el juego en ser más ofensivos, tratando de mantener lo máximo posible una defensa eficaz.