Westbrook y Rondo, unidos contra la discriminación racial
Protestan contra el asesinato de Terence Crutcher
Los sucesos racistas siguen ocurriendo en Estados Unidos, y los jugadores de la NBA se manifiestan contra ello. El viernes pasado, en Oklahoma, una policía blanca disparó a un hombre de color desarmado que conducía una furgoneta, aparentemente sin ser sospechoso de nada. Ayer se publicó un vídeo en el que se ve la escena, además de que los agentes no atendieron al hombre hasta un rato después del disparo, lo que el abogado de la víctima considera como omisión de socorro. El base de los Thunder Russell Westbrook y su colega de los Bulls Rajon Rondo han dado su opinión en Instagram con sendos textos de denuncia hacia estos actos deleznables:
«Un terrorista de Nueva Jersey puso una bomba en Nueva York, tuvo un tiroteo con la policía y recibió un balazo, además de, por suerte, ser arrestado. Un hombre con el coche averiado en Tulsa es perseguido y recibe un disparo y nada más, ni ayuda, ni comodidades. Los policías se quedaron quietos. Sin rastro de armas ni actividad criminal por parte de la víctima. Oigo a mucha gente decir que se tenía que haber quejado, como si eso tuviera algo que ver con matar a un hombre desarmado. Vale ya de excusas. Fue su color de piel lo que le mató. Si hubiera sido una mujer blanca bien vestida el helicóptero no habría dicho que parecía una mala persona, tal y como sí hizo con Terence Crutcher. Su raza era lo único que le hacía malo, incluso desde 152 metros en el aire. Estoy harto y asustado, porque soy grande y mi piel es marrón. Señor, no hagas que se estropee mi coche o que esté en el lugar y sitio equivocados. No me hagas coger el móvil o hacer algo amenazante. Que Dios ayude a esta nación».
«Decidme una cosa, ¿cómo es posible que un hombre desarmado que necesita ayuda con su coche sea acosado y asesinado por la policía mientras el sospechoso de bombardear Nueva York y que disparó a la policía solo fue arrestado y sigue vivo?. Creo que ser negro es peor que ser un terrorista. Incluso sin armas, con las manos en alto y necesitando ayuda, ser de color sigue siendo un crimen. Mis más sinceras condolencias a la familia de Terence Crutcher».