Stanley Johnson ha aprendido a no «apostar» tanto
Quiere arriesgar menos y defender mejor
Si alguna cosa da el tiempo es perspectiva, y quizá los años nos acaben haciendo apreciar que el del 2015 fue un Draft cargado de talento. De entre todo este talento que apunta a su segundo año en la liga, emerge un joven de 204 cm, 111 Kg. de peso, envergadura de ave y cuerpo de escultura griega con una lengua voraz y una autoconfianza que no cabe en Michigan. Stanley Johnson entró en la liga creyendo primero en él y en él en último caso, y convencido de que sus enérgicos 19 años tenían mucho más de solución que de problema.
Una temporada después, el californiano entiende que ser competitivo en este juego exige alguna cosa más que energía y confianza. Durante el año de rookie ha entendido, según confiesa, que cada jugador tiene sus propias características a nivel de velocidad, de habilidad e incluso de conocimiento del juego y esto, sin duda, obliga a no saltar a las líneas de pase a todo el mundo por igual. Esto, confiesa, le ha costado a los Pistons más de lo que les ha dado.
No es extraño recordar decenas de bandejas de Stanley en contraataque el año pasado, porque cuando sus «todo o nada» resultaban exitosos, ese era el resultado final, pero a ojos de sus entrenadores, sus compañeros y a los suyos propios fueron muchas más las veces que sus «all in» acabaron en nada que en todo. El propio Stanley Johnson ha bautizado como «apuestas» a sus acciones de intentar robar el primer pase del base al alero, fuera o no la acción indicada.
«Debes saber cuando arriesgar. Evidentemente llegamos a los partidos preparados y conociendo al rival y si, por ejemplo, te toca defender a James Harden, no es buena idea pasarte el partido arriesgando líneas de pase«.
El modus vivendi defensivo del número 8 del Draft le permitió acabar quinto en robos por partido en su temporada rookie a pesar de jugar solo 23 minutos por encuentro, pero a su vez fue el tercer Piston que más faltas hizo. Un año después, Johnson ha aprendido a respetar más al contrario y esperar hasta elegir mejor sus apuestas. De hecho, su participación en PlayOffs el año pasado nos anticipó qué Johnson vamos a ver este año. Fue contra los Cavaliers y ya allí pudimos ver por un lado un Johnson más disciplinado defensivamente; y por el otro a ese joven que no se arruga y que se las tuvo dentro y fuera de la pista con el mismísimo LeBron James, acusándole de solo hablar en la pista cuando sus equipos van ganando y a sus compañeros en los Cavaliers de ser «las cheerleaders del Rey».
«Para competir en la Conferencia Este y ser de los mejores tienes que saber jugar bien en los dos lados del campo. Yo siempre he jugado en los dos lados del campo, pero a pesar de ello pienso que hay cosas que hice en defensa el año pasado que podría haberlas hecho mucho mejor».
Para su entrenador, Stan Van Gundy, a pesar de que los Pistons fueron prácticamente últimos entre los 30 equipos en robos de balón, el instinto de Stanley es positivo, pero hay que saberlo valorar correctamente. Lo importante no es, afirma, cuántos robos, sino cuál es el precio que has pagado en puntos para poder llegar hasta ese número de robos.
A nivel ofensivo, Stanley Johnson todavía tiene también mucho por mejorar. Este verano lo ha dedicado íntegramente a mejorar su tiro, a soltar la bola desde más arriba, lo que según su entrenador, el ayudante de los Pistons Bob Meyer, le facilitará poder tirar cuando esté defendido por jugadores más altos que él. Preguntado al respecto, el super optimista jugador de los Pistons no ha sorprendido a nadie: «Voy a meter muchas más».