Terry Rozier está preparado para dar guerra
Ha sido uno de los destacados en la pretemporada verde
A pocos días para que finalice la siempre larguísima espera para una nueva temporada NBA, me he visto en la obligación de dedicar unas líneas al nombre que ha podido hacer creer a los demás que quizás tenga una mínima idea de baloncesto (pero muy mínima), y solo porque observé que no era tan malo como los abucheos en la noche del Draft pudieron reflejar. Terry Rozier ha sido una de las grandes noticias de la pretemporada de los Boston Celtics, y tras un esperanzador rendimiento en los últimos días, se espera que sea un arma muy utilizada por Brad Stevens para la campaña que está a horas de dar el pistoletazo de salida. Por ello, no vaya a ser que el tren descarrile ahora que hay gente subida y tenga que confinarme en una cueva y negar cualquier conocimiento acerca de él por el resto de mis días, vamos a hablar, y bien, del bueno de Terry.
El #12 de los Celtics ya tuvo una aportación destacada en la serie de PlayOffs ante los Atlanta Hawks, donde supo dar un paso al frente a la mínima oportunidad que dispuso para dar la razón a Danny Ainge y compañía tras su polémica elección con el primer pick de Boston en el Draft 2015. Con un mínimo optimismo de los aficionados acerca de su figura, a Rozier le tocaba afrontar la pretemporada, antes de demostrar su gran generosidad compartiendo sus riquezas con algunas muchachas de un club nocturno (qué chico tan simpático), sabedor de que la dolorosa marcha de Evan Turner a Portland le daría un mayor protagonismo en el esquema de Stevens, pero ahí surgió e debate.
La segunda unidad de Boston cuenta con dos jóvenes Guards muy prometedores, pero ninguno es lo que calificaríamos como un constructor de juego per se. El técnico de los Celtics ha hecho las probaturas de rigor en estos partidos: que si Marcus Smart de base, que si ahora Rozier, que si saco a su lado al chaval este de rizos que lleva el dorsal 13 a ver si mete una… total, que a día de hoy, parece que será Smart el que lleve la manija del quinteto suplente, mientras que «El Tren» jugará más off ball aprovechando su acierto que ahora analizaremos.
En los siete encuentros disputados en la preparación, Rozier ha promediado 9.5 puntos por partido, que puede parecer una cifra algo insignificante, pero la cosa mejora cuando hablamos de porcentajes. 54% de acierto en tiros de campo y un genial 46.6% en triples avalan al ex de la Universidad de Louisville para llevar buena parte del peso en anotación de la segunda unidad, y así lo ha confirmado el propio Stevens tras sus últimas actuaciones.
«Ha mejorado mucho como lanzador y anotador; es algo en lo que ha trabajado mucho. Trabaja duro en los partidos y no sorprende su reciente éxito. Vamos a confiar en él».
Desde sus primeros momentos con la elástica verde en la Summer League del 2015, donde sinceramente un servidor le echó un ojo por primera vez, Rozier mostró muy buenas maneras en la parcela ofensiva con un lanzamiento más que decente y una muy positiva agresividad de cara al aro (a veces demasiada), y en ésta su segunda temporada en la NBA ha llegado el momento de comenzar a afianzarse como habitual por los pabellones de Estados Unidos. Su gran momento con el lanzamiento puede haber pillado por sorpresa muchos, pero es que una de las grandes virtudes de «El Tren» es el trabajo, y con dedicación las cosas suelen salir mejor, como él mismo ha reconocido.
«Mi confianza tiene mucho que ver. Este verano he pasado muchas horas en el gimnasio practicando mi tiro. Mi agente insistió en ello, sobretodo soltar el balón bien arriba para que entre. Ahora siento que todo fluye y debo seguir trabajando cada día. Bradley y yo lanzamos mucho, así que trato de practicar y mejorar. Ahora empieza la temporada regular y quiero continuar así. No importa si es contra los mejores o los peores, voy a jugar igualmente. Siento que estoy en mi sitio; es importante«.
Aunque el último mes ha sido muy positivo para Terry Rozier, ahora ha llegado la hora de la verdad. Toca demostrar que puede ser un fijo en un equipo a priori ganador, y no solo eso, puede ser alguien muy importante desde el banquillo. Ya contamos las horas para ver a pleno rendimiento a los Horford, Brown, Green, etc, pero lo que parece seguro es que el tren ya ha llegado a su primera estación, y en esta temporada va a dar mucha guerra.
