Diario de la D-League II: vivo en una montaña rusa

Esto me está consumiendo

diario-dleaguep
El diario se está apoderando de mí/ Ilustración Almendiz

Segundo capítulo de una sección que nos adentrará en lo más profundo del baloncesto americano. Lejos de los focos de su madre, la Liga de Desarrollo de la NBA cumple con su oscuro objetivo sin hacer mucho ruido. Así como el Diario de Tom Riddle, pacientemente, buscaba atraer a un alma descuidada para abrir la Cámara de los Secretos, este Diario de la D-League busca poner debajo de las luces a jugadores que intentan abrir la puerta hacia los Boston Celtics. El Diario de Riddle guardaba una parte del alma de Voldemort, esperemos que este no arranque un trozo de la mía. Pelota al aire, pluma sujeta, ¡empezamos!

Vivo en una montaña de rusa de emociones y sentimientos. Este diario me está llevando en un viaje por lo más profundo de mi ser, y no es bonito. Pero no es bonito por el hecho de que yo sea una horrible persona, no. Este camino me está forzando a reflexionar, y a darme cuenta poco a poco de que la D-League tiene su aquel. Ese «aquel» se llama Abdel Nader, y se ha lesionado. Un mazazo. Un giro inesperado en mi vida. El único hilo que me mantenía unido a esto. Nader estará fuera un tiempo, y no sé si me encontrará a su vuelta. Estoy triste, no lo voy a negar, pero intentaré ser objetivo y volveré a una versión anterior, una en la que mi corazón no este roto, para contar qué tal la semana de los Claws, no prometo nada.

En la vida lo más triste no es ser desgraciado del todo, sino que nos falte muy poco para poder ver a Nader  y no podamos conseguirlo.

Tras comprobar la buena acogida del primer capítulo cogí con ganas los siguientes partidos. Estaba mi yo del pasado ansioso esperando a que un partido de los Claws empezase, cuando se dio cuenta de una escena poco habitual: al lado del campo de juego había una mini cancha con niños jugando. ¿Tan poco respeto hay por la D-League que tienes un zona para entretener a los niños? ¿Así como estos sitios que son aburridos y necesitas algo para que los críos no implosionen? En fin…

En la vida de cada persona se suceden dos tragedias muy grandes: El exceso de Nader y la falta de Nader. Y es que de Nader, como de Smart, siempre se espera más y nunca se está satisfecho.

Pues esto que empieza el partido y la primera jugada es un pick and roll con puerta atrás incluida perfecta, seguida de una defensa ICE increíble, un dos contra uno técnicamente perfecto, robo, contrataque de libro y el alto llegando desde atrás para finalizar fácil. Estaba sorprendido, ¡qué bien juegan los malditos niños!

Tristeza que no me deja vivir, tristeza ruin como una lapa en mi piel. Si pudiera olvidar mi tristeza me quedaría una fría mañana. Por favor, que alguien me diga que Nader vuelve pronto.

Ensimismado con el futuro del baloncesto me perdí el inicio del partido de los Claws, pero por suerte pude reenganchar para ver otra buena actuación de Nader (24 puntos y 5 rebotes), para acto seguido darme cuenta que solo sigo con esto por el egipcio. En el anterior capítulo explicaba que el alero era ese tipo de jugador del que tu mente sabe que se puede quedar en nada, pero al mismo tiempo disfruta cada segundo de sus momentos en pista. No puedo hacer otra cosa que reafirmarme. Y es que en el siguiente encuentro te clava 33 puntos, con sus 9 rebotes y 4 asistencias para aderezar, y se te cae la baba.

LA VIDA…La Tristeza mira hacia atrás, la Preocupación a su alrededor, La Fe hacia arriba…Nader mira el partido desde su casa…

En el último partido, contra los Mad Ants, Nader caía lesionado tras un salto que finalizó con una mala caída sobre su hombro. El tiempo que pasó en el aire, si bien fue instante, pasó despacio, mucho, y los sentimientos que afloraron tras verle retirarse con gestos de claro dolor son dignos de los experimentados por Javier tras un buen pase de Marcus Smart.

Demetrius solo ha jugado un partido en la D-League esta semana, 18 punto 5 asistencias y ninguna pérdida, pero este capítulo no va de ti, amigo.

Dato Curioso:

  • En el partido de los 33 puntos de Nader, contra los Grand Rapids Drive (tiene tela el nombre), al comprobar la plantilla contraria mi corazón palpitó dos veces, una flojita, como un recuerdo, y la otra como un doble mortal de espaldas. La primera fue al ver el nombre de Jordan Crawford, la segunda, fue al leer el apellido Upshaw. Mis ojos ansiosos se debieron saltar el Zeke que venía delante, me jugaron una mala pasada.

 

Qué hacer antes que ver la D-League

 

Esta semana tenemos que cubrir 7 horas 15 minutos y 53 segundos de D-League, vamos a ello:

Swiss Army Man: 1h 37 min

Harry Potter es un zombi que se tira pedos en plan superpoderes, imperdible. Hank, un hombre abandonado en una isla, encuentra un cadáver que ha flotado hasta la costa y lo utiliza para llegar a tierra firme. Pero resulta que el cadáver no estaba completamente inerte, y Hank se hará su amigo y le enseñará nuevamente todo lo que tiene que saber sobre el mundo.

El cadáver se caracteriza por una única manifestación sonora y física: tirarse pedos.

Lo dicho, el asunto no termina allí. La película comienza a desarrollar un tono fantástico y absurdo, y las flatulencias del cadáver de Daniel Radcliffe serán algo así como pedos mágicos. Es gracias a ellos que en cierto modo el cadáver cobra vida y puede entablar una conversación con Hank, quien además en cierto momento de la película utiliza el cadáver como si fuera un jet ski, impulsado por el ruido y el viento de los gases desalojados del cuerpo. La película continúa con el viaje de estos dos compañeros, lleno de aventuras y conversaciones sobre la vida.

Es de lo más raro y divertido que he visto en mi vida.

Diez negritos: una hora leyendo.

Ocho personas desconocidas entre sí son invitadas a pasar unos días en una minúscula isla privada, en la que hay un bonito caserón, dos sirvientes (que completan la decena de negritos) y una enorme roca que semeja la cabeza de un gigantesco indígena africano. Después de la cena, la voz procedente de una grabación los va culpando uno a uno de haber cometido un crimen que en el pasado quedó sin castigo. A renglón seguido, los invitados asisten atónitos a la muerte inexplicable del primero de los acusados.

Este libro de Agatha Christie me introdujo en la novela negra y, joder, doy gracias.

One Punch Man: 3 episodios, 1 hora

Un apretado mono amarillo; una cabeza sin un solo pelo; una expresión bobalicona; y un puño capaz de reventar montañas de un solo golpe. Un nuevo héroe llega para moler nuestro aburrimiento a puñetazos. ¿Su nombre? Saitama. Él es One Punch Man.

Saitama quería ser un héroe y, para ello, entrenó hasta quedarse calvo y convertirse en el hombre más fuerte del mundo, capaz de derrotar a todos sus enemigos de un solo puñetazo. Pero, lejos de hacerlo feliz, no tener rival resulta frustrante para Saitama, quien sueña con encontrar a alguien que pueda resistir sus golpes.

¿El argumento? Enemigo aparece. Enemigo derrota a otros héroes. Saitama aparece. Enemigo muere de un solo puñetazo. Fin. Y así una y otra vez. Repetir el mismo esquema argumental debería restarle puntos a One Punch Man, pero la lógica no funciona bien en este anime.

12 capítulos de un humor absurdo sublime.

Black Mirror: 2 episodios, 2 horas.

Black Mirror es la serie de televisión británica creada por Charlie Brooker y producida por Zeppotron para Endemol. La serie gira en torno a cómo la tecnología afecta nuestras vidas, en ocasiones sacando lo peor de nosotros; Brooker ha señalado que «cada episodio tiene un tono diferente, un entorno diferente, incluso una realidad diferente, pero todos son acerca de la forma en que vivimos ahora y la forma en que podríamos estar viviendo en 10 minutos si somos torpes»

Es difícil explicar de qué va esta serie, ya que cada capítulo cuenta una historia diferente sin apreciable conexión con los anteriores. Serie crítica, por momentos dura, y una de las obras del momento.

Monkey Island: 1 hora, 38 minutos y 53 segundos jugando.

Está saga de aventuras gráficas es uno de los mejores videojuegos de la historia.

Los juegos narran la historia de cómo Guybrush Threepwood intenta convertirse en el pirata más temido del Caribe, enfrentándose al malvado pirata LeChuck y conquistando el corazón de la gobernadora de la isla Mêlée, Elaine Marley.

Divertido, ingenioso, adictivo… se me acaban los adjetivos. Nunca he sido amante de este género, pero este juego es una gozada, ¡si es que las peleas en vez de violentas son de rimas e insultos!

Si sigues mis consejos, y lees este diario, no tendrás que ver la D-League y podrás aprovechar tu tiempo haciendo, viendo y leyendo cosas mucho más interesantes. ¡Nos vemos la semana que viene!