Frío homenaje de los Sacramento Kings a Kevin Johnson

Se vio tensión entre Vivek Ranadive y el alcalde

Kevin Johnson
Kevin Johnson no recibió el homenaje que esperaba de los Kings. Patrick Giblin (CC)

Las relaciones entre Vivek Ranadive, dueño de los Sacramento Kings, y Kevin Johnson, alcalde de la capital californiana, parecen no estar atravesando su mejor momento. Ambos son los máximos responsables de que la franquicia continúe en Sacramento en vez de trasladarse a Seattle, pero esa unión entre ambos parece estar rota.

El pasado lunes, durante el partido que enfrentaban a los Kings frente a Los Angeles Lakers, el videomarcador del Golden 1 Center comenzaba el homenaje a Kevin Johnson en sus últimos días como alcalde de la ciudad, mostrando imágenes de los mejores momentos de Johnson. Tras esto, el alcalde fue hasta el centro de la pista para recibir la ovación de la afición King, pero a partir de ahí, una serie de sucesos enfriaron por completo el ambiente festivo.

Ranadive se unía a Johnson y le entregaba un balón firmado por todos los jugadores de la plantilla, así como de los miembros de la directiva de la franquicia. En ese momento, el dueño de los Kings le tendía la mano a Johnson, y este hacía caso omiso a ese gesto, cogiendo simplemente el balón. Segundos más tarde, ambos protagonistas posaron junto a dos cheerleaders de los Kings, todos con sonrisas excepto Ranadive, que parecía no estar disfrutando en absoluto del momento. Ninguno de los dos mostró ningún tipo de gesto amable hacia el otro mientras se retiraban de nuevo a sus asientos.

La razón por la que ambos han llegado a este punto puede ser la siguiente. Kevin Johnson esperaba que los Kings colgasen de su nuevo pabellón una camiseta del equipo con las palabras ‘Mayor KJ’, pero los Kings se negaron a hacerlo. Puede ser que la franquicia no crea necesario que Johnson merezca tal reconocimiento, o tal vez no quieran verse tan ligados a un hombre que ha sido varias veces denunciado por abusos sexuales.

Kevin Johnson abandonó el estadio incluso antes de que el partido llegase al descanso, asegurando que esto no era ni mucho menos lo que esperaba.