Nikola Radicevic, comienza lo divertido
está a su mejor nivel y llama a las puertas NBA

20 de diciembre de 2016. El Real Betis Energía Plus se enfrenta a Montakit Fuenlabrada en el Municipal de San Pablo. En un partido que acaba perdiendo, sorprende y mucho al respetable sevillano que su base titular, Nikola Radicevic, luego de problemas musculares que le apartaran un tiempo del equipo, y pese a cojear ostensiblemente en la cancha, acabara el partido e intentara tirar de los suyos pese a la derrota final.
En rueda de prensa, otro balcánico, su coach Žan Tabak, lo describía de una manera muy clara: “Niko siente este club como suyo, esta es su casa. Oí al equipo médico y eso fue todo, tenía que estar en la cancha”. Esa seña de identidad es clara, el serbio es Sevilla, Niko es el timonel del Betis.
El caso de Radicevic (permítanme hablar de Niko de ahora en adelante) y Sevilla, es una buena muestra más de ese mimo que siempre se ha tenido con los jóvenes talentos por la capital andaluza. En una hilera de nombres donde podemos encontrar a jugadores que actualmente están en la NBA como Porzingis o Satoransky, otros que han encontrado su hueco definitivo en la ACB como Burjanadze, u otros que han tenido también sus días de gloria como Balvin, Niko sin embargo no ha cambiado de elástica, siempre ha estado ligado a este CB Sevilla.
Llegado a la disciplina hispalense en el verano de 2012 procedente de la interminable mina de talentos balcánicos como es el Partizan de Belgrado, desde su llegada el base no ha dejado de mostrar galones, una inusitada veteranía para su edad, y la confirmación de que se iba a ver un diamante en bruto por la calle Éfeso. Desde su debut en ACB y Eurocup allá por 2012, gracias a una leyenda que de jóvenes sabe un rato como es Aíto García Reneses, lo cierto es que el serbio ha convertido de Sevilla su casa, y el ahora Real Betis Energía Plus no ha podido tener mejor suerte.
Pero marchemos un poco más al presente, para ser más exactos a una temporada, la 14-15, que pese a pasarlo mal el club tanto en lo deportivo (sufre por salvar la categoría) y lo institucional (la llegada de los americanos resulta rana demsiado pronto), en la cancha, la revolución de los jóvenes dio más de una alegría por San Pablo. En un equipo que llegó a compensar la juventud de jugadores como Willy Hernangómez o Porzingis, con la veteranía de otros como Penney o Berni Rodríguez, Radicevic también tuvo que dar un paso adelante en un año complejo, donde junto a Woodside y en ocasiones Berni, han de llevar la manija de un equipo que debía ser ACB.
Con muchos focos semana sí y semana también por San Pablo fruto de ese juego interior que tanto sorprendía formado por un letón de brazos interminables y un madrileño de madre leyenda de esto, cada scout que venía a Sevilla se encontraba también con un base con fundamentos, picardía y una penetración difícil de parar. Así, todo se precipitaba hacia una noche de un 25 de junio que nunca olvidaré.
Vistas las buenas predicciones que se esperaban para jugadores del Baloncesto Sevilla esa noche, no dudamos en dar la ceremonia del Draft en directo por radio. Con un calor sofocante en la capital andaluza, y comenzando a dar elecciones a eso de las tres de la mañana, con posterioridad al pelotazo que fue ver a Porzingis como número cuatro yéndose a Nueva York entre silbidos, y la elección de Willy Hernángomez en el 24, decidimos marchar, ya sin señal de televisión disponible, y rozando el alba del día siguiente.
Pero no debimos hacerlo. Y es que ya en el tramo final de la ceremonia, cuando ya no se reparten gorras ni se hacen entrevistas, desde Colorado llegaba la noticia de que el CB Sevilla en el Draft tenía un Big Three. Los Denver Nuggets se interesaban por Nikola Radicevic, en algo que sorprendía pero que no era más que el premio al esfuerzo y la dedicación de un jugador total en Sevilla.
El destino, sin embargo, no iba a traer buenas noticias por todas partes. Un golpe en la cadera en el tramo final de un partido de final de campaña ante MoraBanc Andorra, le retiraba prácticamente de la temporada venidera de las canchas, sin poder afrontar al 100 por cien ese reto de coquetear con la NBA ese verano. Solo dos partidos disputados el año pasado, y solo doce minutos de juego era la pena de un año que estaba marcado en rojo, pero que acabó en la enfermería. Sin embargo, las declaraciones de Niko nada más volver a las canchas vaticinaban que 2016 iba a ser otra cosa: “Lo peor ha pasado, y después de mucho sacrificio ha llegado el momento divertido”.
Para no quitarle ni pizca de razón, volvió la diversión. El balcánico se ha convertido en uno de los líderes de un Betis que parece haber encontrado equilibrio en lo institucional. Siendo ya uno de los veteranos de una casa en la que cumple cinco años en este curso, Radicevic roza en esta temporada los diez puntos y tres asistencias de promedio por encuentro, junto a lo más importante: la vuelta a ese juego todo corazón que da alegrías en el pick&roll a su afición.
Visto así: ¿Momento NBA? Permítanme de inicio decir que no por la cuenta que me trae. Los que vemos semana a semana jugar a Niko, sabemos de la importancia que tiene para el Betis, y al mismo tiempo la importancia que tiene acumular minutos y seguir llevando galones con el equipo verdiblanco. Luego de una temporada en blanco como la pasada, cada partido que se acaba es un paso más adelante hacia ganar parquet, algo clave a mi parecer antes de dar algún salto más allá.
Sin embargo, los cantos de sirena siempre existen. Viendo el proyecto tan joven que se plantea por Denver, no creo que fuera ninguna mala noticia para Michael Malone y los suyos la llegada de un base de un corte más europeo, a las antípodas tanto de Mudiay como de Jamal Murray o Jameer Nelson. Como punto a favor también, quizá la estatura pueda hacerle probar como escolta, aunque siempre bajo el recelo de un tiro exterior no muy destacado. A esto, unirle el buen resultado para el equipo que supuso reclutar a Jokić siendo segunda ronda y encima serbio, sería la mejor noticia para el base, que encontraría a un compatriota en plantilla para la adaptación.
Por ello, como decía aquel, el tiempo dirá. A día de hoy lo que es seguro es que para bien de Sevilla y de la Liga Endesa, se ha recuperado al mejor Nikola Radičević, y eso es garantía de que por Colorado no perderán ojo de su avance. Las cualidades las hay, y lo más importante, la mentalidad también. Pero de momento, volvamos a sus palabras, aprovechemos que ha comenzado lo divertido, y disfrutemos de destellos que quién sabe si muy pronto podrían verse por el Pepsi Center.