El futuro de Rick Carlisle en los Dallas Mavericks

No destaca por su trabajo con jóvenes

Rick Carlisle, entrenador de los Mavericks (Foto: D. Bollinger CC)
Rick Carlisle, entrenador de los Mavericks (Foto: D. Bollinger CC)

Los Dallas Mavericks tienen la suerte de poder contar con uno de los mejores entrenadores en toda la NBA: Rick Carlisle. Al que fuera COY en la temporada 2002, entrenador del equipo del Este en el All-Star Game del 2004 y campeón de la NBA en el 2011 solo se le puede pedir en su carrera más cantidad; pero imposible más calidad. Su talento está fuera de todas dudas, pero analizando su currículum podemos apreciar un aspecto importante que termina siendo el protagonista de este artículo: solo ha entrenado equipos competitivos y, en mayor o menor medida, veteranos. 

Detroit Pistons desde el 2001 hasta el 2003, Indiana Pacers desde el 2003 hasta el 2007 o los Dallas Mavericks desde el 2008 hasta la actualidad eran equipos que año tras año tenían, como poco, el objetivo de los PlayOffs como una seria obligación. Además, los equipos siempre tenían una columna vertebral muy clara y con la presencia, en roles importantes, de jugadores con varios años de experiencia en la liga. Es evidente la teórica reticencia de Rick Carlisle a poner sobre el parqué a jóvenes con más proyección que juego, aunque esto (más por obligación que por gusto probablemente) está cambiando.

Estos Dallas Mavericks son bastante más jóvenes de lo que nos venían acostumbrando y, por dinámica del equipo y necesidad, esto irá a más cada temporada. Si los dirigentes de los Mavs, cuando le ofrecieron la renovación hasta 2020 la temporada pasada, pensaron que temporada tras temporada su equipo iba a estar luchando por cosas importantes, podemos afirmar que viven en algún tipo de mundo imaginario muy lejos de Texas. Por lo tanto, debemos suponer que Rick Carlisle es consciente que él liderará un proyecto con sangre tan nueva como joven y que necesitan minutos de calidad para formarse.

Hasta ahora, la muestra es pequeña y pocas conclusiones se pueden sacar, pero las sensaciones, al menos las de un servidor (siempre encantado de ponerlas a debate) son claras: ¿jóvenes? sí, pero solo los que estén preparados.

Explicado de una forma más amplia; Rick Carlisle no está mirando ni la proyección ni la edad de sus jugadores, sino lo que puedan aportar ahora al equipo. Los ejemplos son evidentes, Dorian Finney-Smith —y en menor medida Seth Curry y Harrison Barnes— han demostrado estar preparados para jugar y su entrenador no duda en ponerles tantos minutos como merezcan/sean necesarios. Pero estos jugadores, que todavía tienen mucha carrera por delante y tienen un gran talento, son jugadores que su margen de mejora es relativo. Todos están sorprendidos con el nivel y nadie espera que vayan a dar mucho más en el futuro. En cambio, jugadores con más proyección que rendimiento inmediato, como Justin Anderson o Dwight Powell, viven en una constante montaña rusa entre partidos con muchos minutos y donde demuestran su talento y encuentros que, por decisión del entrenador, agitan las toallas a la espera de que haya minutos de la basura en el último cuarto. Por último, los más jóvenes (Brussino y Hammons) es evidente que todavía no tienen o el nivel o el físico para jugar en la NBA y su progreso es mucho más lento. Ponerle bastantes minutos de manera regular sería una manera evidente de demostrar que el objetivo del equipo no es luchar hasta el final por el mejor récord posible.

Un caso especial y digno de mención es Yogi Ferrell. El base de 23 años llegó hace unos pocos días a la franquicia y, con un entrenamiento de por medio, se apoderó automáticamente del puesto de base titular superando la treintena de minutos noche tras noche. Sí, el pequeño jugador verá sus minutos reducidos cuando Deron Williams y J.J. Barea vuelvan de sus respectivas lesiones; pero si Rick Carlisle tuviera verdaderos reparos a poner a jóvenes, podría dar muchos de los minutos que da a Ferrell a Devin Harris y nadie se estaría llevando las manos a la cabeza. Será interesante ver el rol que tiene el ex jugador de los LI Nets cuando los «pesos pesados» se vistan de cortos.

¿Qué se puede sacar en conclusión de estos primeros momentos de renovación? Correcto, poca cosa. El entrenador de Nueva York da una de cal y otra de arena al «futuro» de los Dallas Mavericks. Este verano, después de una temporada complicada, puede ser la primera prueba real de ver si Rick Carlisle es capaz de formar el tipo de equipo que necesitarán los Dallas Mavericks y adaptar su forma de entrenar para sacar el mayor provecho a corto, medio y largo plazo a un proyecto que, sí o sí, será un nuevo modelo de Mavericks.