La renovación de Wade dependerá de la dirección que tome Chicago
así lo ha afirmado el jugador
La temporada de Chicago Bulls finalizó la pasada noche al caer estrepitosamente ante Boston Celtics en un último encuentro que perfectamente reflejó lo que había sido el equipo durante toda la temporada. Tras la eliminación, muchas dudas se abren en el frente de la franquicia de Illinois, comenzando por la continuidad de Dwyane Wade (posee una opción de jugador para el año que viene), el cual ha hablado recientemente acerca de cómo afrontará este nuevo verano:
«Todavía dispongo de mucho tiempo, aún es algo que me queda lejos, justo acabo de terminar mi 14ª temporada NBA. […] Si no gano un campeonato nunca estoy satisfecho, pero debes sacar cosas de ello, echás la mirada atrás para ver qué podrías haber hecho mejor individualmente esta temporada. Eso es lo que miraré. No estoy demasiado preocupado por mi futuro porque sé que es baloncesto, no es algo por lo que esté preocupado ahora mismo«.
Éstas eran las declaraciones del día de ayer de un Dwyane Wade que parecía no estar en absoluto pendiente de las circunstancias que afronta este verano, sin embargo, su discurso parece haber cambiado considerablemente en las últimas horas. Tras claramente esquivar preguntas acerca de su futuro, el veterano escolta ha declarado hoy que la dirección en la que se mueva la directiva este verano tendrá un papel crucial en su decisión, destacando la necesidad de conocer de antemano si Chicago se prepara para seguir compitiendo, o por el contrario entran en un proceso de reconstrucción (el cual muy probablemente contaría con la salida de Jimmy Butler vía traspaso). Wade reafirma la necesidad de moverse en la dirección «correcta», sin dar pistas de a qué se refiere exactamente con ese comentario, pero menciona que sigue contando con el lujo de ser capaz de jugar tanto para un equipo que busque un anillo, como para otro que busque conocimiento para sus jóvenes, aceptando cualquier rol que sea el que se le pida.
A pesar de que las declaraciones de Dwyane Wade hayan sido un tanto enigmáticas, el hecho de que también haya defendido a Fred Hoiberg y el cuerpo técnico, mencionando que «con las cartas que se les dieron, hicieron todo lo que pudieron», y que además haya resaltado la necesidad de buscar la dirección correcta, es posible entender que el jugador es consciente de que este año hubieron claros problemas en la construcción del equipo. El roster acabó contando con un claro desequilibrio, especialmente visible en el exceso de bases y en el hecho de que ninguno de estos más allá de Rondo haya demostrado ser capaz de dar un paso adelante en los momentos importantes. Efectivamente, los Chicago Bulls se encuentran un año más entre la espada y la pared, y queda por ver si el núcleo que crearon para esta temporada sigue al completo la que viene.