Los Warriors deben hacer ajustes para cerrar la serie
Deben evitar la negligencia del último partido en Cleveland
La serie entre los Cleveland Cavaliers y los Golden State Warriors vuelve a estar en el ya famoso 3-1, un año después. Sin embargo, los factores que han llevado a los dos equipos en esta situación son muy diferentes con respecto al año pasado, pues este año los Warriors cuentan con un arma mucho más afilada, Kevin Durant. Hasta ahora, el alero ha sido el más determinante de la serie, pero eso no fue suficiente para evitar que su equipo cayese derrotado en el Game 4 por 137-116.
Esta vergonzosa derrota hace que muchas dudas salgan a la palestra sobre los Golden State Warriors, y vuelven a aparecer los fantasmas del 3-1. Esto ha dado lugar a que en el vestuario de los dubs se haya producido un ambiente de prudencia total; nadie quiere sorpresas. Pero esto requiere evitar plantear el partido del viernes noche otra vez, pues una de las mejores defensas de la NBA fue humillada a placer por los Cavaliers. Para ser más concretos, un total de 137 puntos recibidos por los Golden State Warriors, entre los que se incluyen 24 triples, récord en un partido de Finales. Además, los de Ohio tuvieron el lujo de intentar acertar desde la línea de tiros libres un total de 31 veces. Sobre el partido de los Cavs habló Steve Kerr:
«Nunca es una sola cosa.» Decía Kerr. «Nuestra defensa no estuvo fina, y los Cavaliers acertaron tiros complicados. Simplemente les salía todo bien. Pienso que jugaron un partido tremendo.» Por otro lado, analizaba más en profundidad el juego del rival. «Plantearon un partido muy físico, y no igualamos ese nivel. Tenemos que mejorar en eso»
Y es que a Steve Kerr no le falta ni una pizca de razón. Entre la espada y la pared, LeBron y los suyos sabían poner cada pieza en su sitio para evitar que los Warriors engrasaran la máquina de anotar, liberando siempre al tirador, encontrando espacios abiertos, o simplemente ahorrándose pérdidas de balón, factor clave para las victorias previas de Golden State, los ataques en transición. Simplemente los Cavs parecían no poder hallar la forma de equivocarse el viernes pasado. Dentro del esperpento, los Warriors tuvieron un jugador que se salva de la quema del Game 4, y ése fue Kevin Durant. Durant, con 35 puntos y 4 asistencias, fue el mejor de su equipo en un partido descontrolado para los de la bahía. Ésto dijo al acabar el partido:
«Hicieron un gran trabajo atacando tempranamente, y eso abrió la lata para los triples. Así, cogieron algo de ritmo y metieron unos cuantos.»
«Éso es el equipo que han sido toda la temporada: Encestando tiros profundos y difíciles. Pero si encima les das tiros abiertos, como hicimos al principio, los acabarán metiendo antes después.»
Lo que está claro es que los Warriors no pueden ser tan blandos en defensa, o pagarán cara una remontada de los Cleveland Cavaliers, tal y como sucediera el año pasado. Prueba de ello son hechos como el que los Cavs batieran el récord de anotación en un sólo cuarto (49p.) y en una mitad (86p.). Sin embargo, hasta el último momento, los de la bahía parecen tenerlas todas consigo para ganar el título, pues tienen que jugar el Game 5 en casa, ante su gente, y con el equipo al completo. Error gravísimo por parte de Curry y compañía si no consiguen cerrar el partido el lunes en el Oracle Arena.