Jacob Wiley, la historia más emotiva de la Summer League
El joven jugador ha superado un largo camino para llegar a la NBA
Hace dos años, ni él mismo lo podría haber imaginado. Jacob Wiley, forward que ha disputado la liga de verano con los Brooklyn Nets, ha atravesado un camino lleno de obstáculos para llegar hasta un contrato two-way, que le da opción a jugar o bien con la filial en la G-League y a la vez con el primer equipo.
Con unos padres poco centrados en su educación y una economía absolutamente precaria, a los 14 años se trasladó de la frontera con Canadá, a una de Washington llamada Newport, que vivió su época de máximo esplendor el pasado siglo rodeada por música jazz. Siguió para llegar allí los pasos de Jeff Wiley, su padre.
Jeff, alcohólico, vivía una vida rodeada de excesos, lo que hizo que Jacob tuviera que madurar.
Me convertí en una persona mejor, crecí mucho en esa época de mi vida.
Un fatídico día, el 5 de febrero de 2011, el joven jugador encontró el cuerpo sin vida de su padre, cuya muerte, fruto de una sobredosis posterior a un intento de suicidio, cambió totalmente la vida de Jacob Wiley.
Consiguió una beca para estudiar en Montana, pero las cosas no le fueron tan bien como pudiera desear. Su mente de nuevo estaba dispersa, el joven estaba perdido. Intentó otros deportes que su padre siempre había querido que practicase como atletismo o fútbol, pero una lesión de rodilla cortó todas sus aspiraciones y lo llevó a perder la beca.
Este hecho hizo que empezase a trabajar fregando platos y en gasolineras por sueldos realmente bajos, que malamente le permitían pagar las facturas.
Su vida trascurrió como la de cualquier otro trabajador hasta que el March Madness reavivó su amor por el baloncesto. Comenzó a madrugar para entrenar y mejorar su juego, lo que acabó dando sus frutos. En una gira por Australia consiguió de nuevo una beca para estudiar mientras hacía lo que le gustaba, jugar al baloncesto.
Encaminada de nuevo su carrera y su vida, en lo personal también se convirtió en padre de una niña, se hizo con una plaza en la plantilla de los Nets para la Summer League, donde deslumbró con su capacidad reboteadora. El equipo de Brooklyn se apresuró a firmar al interior. Ahora, su destino está en su mano.