Agencia libre 2017: ocho grandes aciertos
Incorporaciones que mejoran sus nuevos
Si por algo se caracterizan los últimos veranos NBA es por la firma de contratos calificados como «tóxicos»; contratos que acaban con el límite salarial de los equipos que se dejan llevar por la euforia de la subida del mismo. Meyers Leonard, Omer Asik, Joakim Noah o Chandler Parsons (quizás el más doloroso de todos) son solo algunos ejemplos de los errores de las pasadas agencias libres. Sin embargo criticar es muy fácil, y a posteriori aún más. Por ello vamos a analizar los ocho grandes aciertos de la agencia libre 2017 justo ahora; antes del primer salto inicial de la temporada, antes de que las evidencias hagan el análisis por sí mismas.
Nick Young y Omri Casspi, Warriors
¿Es posible mejorar una plantilla que parecía inmejorable? Al parecer sí que lo es, o al menos eso ha demostrado Bob Myers una vez más. El GM de los actuales campeones ha conseguido dos jugadores que complementan a la perfección el esquema warrior. Jugadores diferentes entre sí pero con algo en común que los hacen tremendamente valiosos para su nuevo equipo. CATCH-AND-SHOOT.
Tanto el californiano como el israelí son grandes especialistas en recibir y tirar sin poner la bola en el piso. Además comparten otra característica aún más importante. Tienen un alto nivel de efectividad en sus lanzamientos desde más allá del arco. Ambos rondan el 40% desde la temporada 2013/14, teniendo el guard un 39.9% en sus triples en catch-and-shoot y un 38.1% el forward. La pareja viene a llenar el vacío que la llegada de Kevin Durant provocó hace un verano y dejó el banquillo de los de Oakland sin tanto armamento de largo alcance como se puede ver aquí.
Asimismo Casspi puede desempeñarse sin problema alguno como alero o como ala pívot sin que el quinteto se resienta de ninguna manera, pudiendo ser recambio tanto de Kevin Durant como de Draymond Green. Mientras que Young es perfectamente capaz de cubrir cualquiera de las posiciones del backcourt del equipo además de poder jugar como alero si la situación lo requiere.
J.J. Redick, Sixers
En Philadelphia se empieza a hablar en presente por fin. La palabra tanking forma parte del pasado y hechos como la contratación de Redick dan fe de ello. El ex clipper no es ni más ni menos que el tipo de jugador que un equipo con Markelle Fultz, Ben Simmons y Joel Embiid necesita. Un especialista en el juego off ball (juego sin balón) que no necesita la bola en sus manos para producir.
El veterano escolta va a aportar su necesaria experiencia a la jóven plantilla sixer para intentar devolver a la «ciudad del amor» a los añorados playoff. En lo respectivo a lo que puede aportar en la pista ya hemos destacado la poca necesidad de protagonismo que requiere para llegar a ser protagonista de un envite. Solo 9 jugadores anotaron más triples que él el pasado año y consiguió, además, promediar 1.21 puntos por posesión por partido; viéndose superado simplemente por grandes nombres de la liga como Stephen Curry, Kevin Durant o Kyle Lowry.
Los 76ers están de suerte por poder contar con semejante profesional. Aunque el precio pagado (23 millones de dólares por un año) pueda parecer elevado, se antoja totalmente justificado debido al bagaje que trae consigo y a los beneficios que puede aportar al futuro del equipo.
Patrick Patterson, Thunder
En un equipo con Russell Westbrook y Paul George en el quinteto titular lo último que se necesita es otro jugador acapare el balón. Por el contrario Patrick Patterson es el asset perfecto para estos Thunder tanto en ataque como en defensa.
En el apartado ofensivo es el prototipo perfecto de cuatro abierto con un gran porcentaje desde el triple. El pasado año alcanzó un 39.2% desde más allá del arco, mientras que en los años previos superó incluso el 40% (40,3% en la 2014-15 y 42,0% en la 2015-16). Asimismo está perfectamente capacitado para esperar en las esquinas el pase de sus compañeros, abriendo el campo debido al peligro que dejarle solo presenta en sí mismo.
En lo que respecta a la retaguardia estamos ante un interior tremendamente sólido, capacitado para presentar batalla a interiores más físicos que él y con velocidad suficiente para hacer ayudas a los exteriores sin descuidar a su par. Todo ello por el módico precio de 16,4 millones de dólares en 3 años.
P.J. Tucker y Luc Mbah a Moute, Rockets
Si el pasado año sorprendieron a propios y extraños llevando el uso del triple al siguiente nivel, esta temporada tenian 2 asignaturas pendientes para pasar de equipo sorpresa a verdadero rival de los ¿imbatibles? Golden State Warriors. La primera era conseguir un playmaker que descargase de responsabilidad a un James Harden que fue dueño y señor de la bola el pasado ejercicio; la segunda añadir un jugador que pudiese mejorar la defensa del equipo sin perder potencial exterior. La respuesta al primer problema no es otra que la llegada de Chris Paul a la ciudad tejana; mientras que los protagonistas de este apartado responden a la segunda necesidad.
Tanto Tucker como Mbah son grandes defensores y ambos pueden anotar de tres si tienen el espacio necesario. Si bien el tiro exterior no es su mayor característica, P.J. promedia un 35,1% a lo largo de sus 6 temporadas en la mejor liga del mundo mientras que el camerunés alcanza el 32,4%. En el apartado defensivo destacan por su polivalencia, pudiendo defender de forma efectiva a casi cualquier jugador de la liga y siendo capaces de jugar tanto de tres como de cuatro abierto.
El hecho de tener mejor porcentaje exterior hace que el ex raptor tenga posibilidades de disfrutar de más minutos que su nuevo compañero de equipo. Siendo muchos de ellos como falso interior, como ya vino haciendo la pasada temporada en el equipo canadiense, pasando el 19% de su tiempo en pista como strecht four. Asimismo la capacidad de Luc de llegar a jugar como center hace que puedan llegar a compartir pista con Paul, Harden y Trevor Ariza, formando un quinteto de lo más curioso para el espectador.
Gordon Hayward, Celtics
Uno de los mayores culebrones de esta agencia libre tuvo como protagonista al elegante alero. Así pues, los Celtics fueron más persuasivos que su hasta ahora único equipo en la NBA, los Utah Jazz. Los «orgullosos verdes» demostraron en los pasados playoffs que, a pesar de acabar liderando el Este, necesitaban a alguien que descargase de responsabilidad a Isaiah Thomas. Tanto Wizards como Bulls dejaron a las claras las carencias creativas de una plantilla que tenía mucho talento y juventud pero no demasiada iniciativa anotadora cuando la bola quema.
El problema queda más que resuelto con la incorporación de todo un All Star como Gordon Hayward. El jugador tiene capacidad tanto para crear su propio tiro como para jugar de forma más que efectiva un pick-and-roll, como ha demostrado en incontables ocasiones en Utah. Esta posibilidad va a permitir a Boston usar a Thomas como receptor del pase definitivo, haciendo que el desgaste de The little guy sea mucho menor. Con ello se incrementan las opciones atacantes de los de Stevens exponencialmente. El forward es todo lo que se necesitaba en Boston como bien se puede observar en el siguiente vídeo con sus mejores jugadas de la pasada temporada. Liderazgo, contundencia, personalidad, defensa, movimiento de bola, potencia física, elegancia,…
Además nos encontramos con la parte sentimental del movimiento, que no es otra que el reencuentro entre Brad Stevens y su alumno más aventajado de sus tiempos universitarios. Entrenador y jugador llegaron juntos a la final de la NCAA del año 2010 donde Butler cayó derrotada por 61-59 a manos de la prestigiosa Duke. ¿Les deberá el destino un título a Brad y a Gordon?
Paul Millsap, Nuggets
Los Nuggets fueron una de las agradables sorpresas que nos dio la temporada a medida que fue avanzando. Tras un desalentador 14-23 de inicio los chicos de Mike Malone estuvieron peleando por entrar en postemporada hasta el último partido, liderados por un inconmensurable Nikola Jokic. El serbio es quizá el mejor pasador de entre todos los hombres grandes de la liga, con permiso de Marc Gasol, consiguiendo con ello elevar el ritmo de juego del conjunto a niveles solo al alcance de maquinarias tan bien engrasadas como los Golden State Warrios (114.9 puntos por cada 100 posesiones con Jokic en pista).
Sin embargo tienen en la defensa su asignatura pendiente, como demuestra su penúltimo puesto en eficiencia defensiva el pasado año. Es aquí donde entra nuestro protagonista. Millsap ha sido y sigue siendo uno de los mejores defensores de la liga en su posición, así como su capacidad para robar balones incrementará aún más si cabe el frenético ritmo al que los Nuggets someten a sus rivales durante los 48 minutos.
En lo que respecta a la edad del ex jugador de Atlanta Hawks no debería considerarse un problema, sino más bien todo lo contrario. Nos encontramos ante un profesional ejemplar que no da señales de un inminente bajón productivo. Lleva varios años siendo uno de los mejores power forward de la liga y todo indica que en Colorado seguirá siendo así. Además, la experiencia acumulada a lo largo de los años tanto en temporada regular como en playoffs ayudará a los jóvenes y a veces inexpertos Denver Nuggets a llegar al siguiente nivel en el, cada vez más, «salvaje» Oeste.