Andre Drummond se siente liberado de su prisión

Dice que ya puede jugar con toda la energía que quiere

Andre Drummond detroit pistons
Andre Drummond se siente liberado. – Nil Alemany (SB)

Andre Drummond es un jugador especial, en muchos sentidos. Desde el plano baloncestístico al personal, desde sus relaciones personales hasta su rendimiento con los tiros libres. Ahora que algunos jugadores y entrenadores que han estado a su lado ya no están vinculados con la franquicia, han accedido a hablar sobre su experiencia con el pívot, y han sacado a la luz situaciones que podríamos entrever pero que la exactitud nos arroja mas luz sobre esos momentos.

Kentavious Caldwell-Pope, el ahora jugador de los Lakers, ha concedido una entrevista en la que habla de cómo es el pívot en la intimidad del equipo, cuando las cámaras no enfocan:

«Normalmente nosotros lanzamos 500, 1000 tiros al día para entrenar y mantener la forma. Es evidente que Andre tenía un problema con los tiros libres, pero con él era muy difícil. Es imposible tenerle concentrado por tanto tiempo. 100 tiros eran muchos para él«.

«Todo lo que haga fuera de la pista, le afectará dentro de ella. Tanto si hace de DJ o lo que sea, no sabes como estará jugando. No sabes si esa noche será una bestia o no«.

Respecto al tema de los tiros libres, Dave Hopla, el llamado «gurú del tiro», estuvo dos años con los Pistons ayudando a Drummond. Su experiencia con el jugador fue mala, ya que no había manera de que el pívot pudiera concentrarse. Hopla dice lo siguiente:

«Lo intenté todo. Le puse ejercicios en los que tenía que lanzar tiros libres en ambas canastas y cambiar, le puse carreras de por medio, que se alternara con otro compañero, que no lanzara, que lanzara mucho. Lo intentamos todo».

Para diciembre de 2016, Hopla no volvió a entrenar con Drummond:

«Ves como una noche está ahí, batiendo el récord de lanzamiento fallados en un partido y tu ahí, sin poder hacer nada».

Otro de los problemas que Drummond tuvo el año pasado fue el de su nariz. El problema era que la tenía torcida, y eso provocaba que no pudiera respirar por un orificio, cosa que le lastraba demasiado. KCP dice lo siguiente acerca de la lesión de Drummond:

«Algunos jugadores lo sabíamos, pero no todos. No hablaba mucho de ello, así que no parecía que le estuviera afectando mucho«.

Aquí Drummond choca con el escolta, ya que su versión es completamente diferente:

«En la universidad me rompí la nariz, y la temporada pasada la situación se volvió insoportable. La pasada temporada fue un infierno para mi, el poder respirar bien. No podía respirar por un orificio, no podía recuperarme bien del esfuerzo, y eso era frustrante. Al final, la situación degeneró en una falta de esfuerzo«.

«El año pasado no estaba contento con mi cuerpo. Muchas cosas se me estaban amontonando. Y no me dejaba dormir bien, no podía darlo todo en los entrenamientos».

«Este verano ha sido el de mi liberación. Por fin he podido darle a mi entrenamiento la energía que no podía darle antes. Antes sentía que estaba en una cárcel«.

Después de leer esto, os podéis creer a Drummond o no, pero la pretemporada que ha hecho está ahí. Durante estos partidos de preparación, el pívot ha registrado un 80% de efectividad desde la linea de tiros libres, y esta noche, contra los Hornets en el día en el que los Pistons estrenan el Little Caesar’s Arena, Drummond puede demostrar que los pívots dominantes tienen cabida en esta liga.