NBA: La tormenta destrozó a los dioses
Y el monstruo apareció
Un campeón herido, una racha cortada, un monstruo en busca de revancha y unos titanes en pie de guerra son el contenido del mejor resumen de la jornada NBA a nuestro estilo
El partido de la fecha
Oklahoma 108 – Warrios 91
https://www.youtube.com/watch?v=ENZYxdKFPn0
¡Al fin! Ese es el grito que retumbo en cada rincón de la caldera más caliente de la NBA. La tormenta azotó a los dioses, el monstruo devoró a los elegidos con una simple prédica: defensa.
En un juego muy intenso los Thunder lograron mantener su ritmo frenético ante los Warriors en todo el encuentro, mostrándonos todo el potencial de su juego.
Provocando la impotencia de Kevin Durant, quien fue abucheado durante el mismo y absorbido por la marca de Paul George y Andre Roberson.
Una juego de guerrillas
Minuto 8:42 del tercer cuarto, Kevin Durant inicia un ataque desde la media cancha, la tribuna se transforma en una olla de gritos, el campo en una arena romana, los pies pesan, la mente se nubla.
La estrella de la escuadra de San Francisco buscó combinar con Steph Curry, dándole un pase, sin contar que un rayo se interpondría. Un rayo que tomó el balón en el aire y con una potencia inusitada realizó un impresionante mate que dejo sin garganta a su hinchada.
Volteando con una mirada de superioridad, metiéndose en el cerebro de su antiguo compañero, haciéndole sentir su localía, quebrando la racha de derrotas que tenía contra los Warriors desde que fue traicionado.
De esta forma, los Thunder llevaron a su juego al equipo de San Francisco, quitándoles su ritmo, provocando un enfrentamiento uno a uno en cada jugada, llevando a Steph Curry, Klay Thompson, Kevin Durant a la locura.
El small ball predicado por los Warriors fue fácilmente contrarrestado por Hoiberg gracias a la excelente actuación de Steve Adams, quien fue una pesadilla para Draymond Green logrando imponerse en los aros.
Haciendo que el juego de segundas oportunidades, ya sea por robo o rebote, sea una constante por parte de los Thunder.
La desconexión fue tal que Klay Thompson sólo pudo anotar tres canastas en todo el juego, ya que el movimiento de balón y la búsqueda de aclarados existió a cuenta gotas, debido a los enfrentamientos uno a uno que planteo el equipo de Oklahoma.
La revancha del monstruo llegó
D & O. It's all good for #PG13 pic.twitter.com/sISOvkk1so
— OKC THUNDER (@okcthunder) November 23, 2017
Minuto 6:45 de tercer cuarto, el estadio se paraliza, el duelo ha llegado, Kevin Durant contra Russel Westbrook, Russel Westbrook vs Kevin Durant, uno a uno. El jugador de los Warriors intentó penetrar el área frente a su ex compañero, con un zancada lo evadió y cuando se disponía a elevarse un trueno apareció de la nada, robándole el balón.
Un trueno que le avisó con su mirada que esta no iba a ser su noche. Provocando una impotencia en Durant que lo llevó a un enfrentamiento verbal, causando el delirio en la fanaticada que buscaba sangre.
Las estrellas emergen
En un juego de guerrillas, Carmelo Anthony (22 puntos) nos mostró su clase, su compromiso con su escuadra, siendo un dolor de cabeza sin solución para Klay Thompson y compañía, quienes se mostraron impotentes para poder contrarrestarlo, ya sea por sus penetraciones o su tiro de larga distancia.
Era increíble ver como se hacía de espacios para lanzar, aprovechando su mayor contextura o velocidad ante cada marca. Sí, al que vimos fue al Carmelo modo olímpico, un jugador que genera miedo en cada acción.
El tártaro se encendió, la tormenta destrozo a los dioses, un grito sagrado retumba en el firmamento: no nos ganarán, no podrán hacerlo…
De Paul George se puede hablar de que actualmente si no es el mejor defensor perimetral del mundo, está entre los mejores. Siendo, en estos momentos, el ladrón más eficiente de toda la NBA y uno de los mejores jugadores en los dos campos. Teniendo una actuación increíble, frustrando a Kevin Durant, cerrándole el campo, restándole importancia en el juego.
Transformándose en un dolor de cabeza para la defensa de los Warriors, ya que era incontrolable en el juego de larga distancia y en los rebotes. Sus 20 puntos, 11 rebotes, 4 robos y 2 bloqueos nos hablan de una fiera comprometida con la causa.
Los dioses cayeron, la sangre fue derramada y el monstruo de tres cabezas ha crecido a tal punto que ahora es incontrolable, creando miedo en toda la NBA.
El crack de la fecha
Coast2Coast Russin’
11p/5r/5a in Q1. pic.twitter.com/c2NTCd2znt— OKC THUNDER (@okcthunder) November 23, 2017
34 puntos, 10 rebotes, 9 asistencias, 4 robos y una omnipresencia brutal en todo el encuentro, no hace más que demostrarnos la apoteósica actuación de Russel Westbrook, alma de este equipo.
En un partido donde la derrota estaba prohibida, Westbrook, nos mostró todo su talento, ya que se prodigó en todo el campo. Liderando a su escuadra, poniendo el hombro en cada momento, siendo un ejemplo a la hora de marcar e indefendible al momento de atacar.
Suyas fueron las más espectaculares jugadas del partido y suyo fue el juego mental contra Kevin Durant y compañía.
Sin más que decir, el MVP busca la gloria en la NBA.
Y un día…la racha terminó
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La impresionante racha de victorias de Boston Celtic tuvo su final en el infierno de South Beach ante un conjunto que necesitaba imperiosamente ganar para salir del pozo, para ganar moral y demostrarnos que aún son aquella escuadra que atemorizo a toda la NBA la temporada pasada.
Goran Dragic y Dion Waiter nos mostraron toda su calidad y frialdad a la hora de definir el encuentro, combinando entre ambos 53 puntos, 7 rebotes y 3 asistencias. Dando un duro golpe a la escuadra verde, quienes no supieron como contrarrestar el juego de los Heats hasta el último cuarto.
Un último cuarto que nos mostró, por enésima vez, todo el orgullo celta, trasformando 16 puntos de desventaja a 1 a mediados del minuto 3:14 del mismo. Sin embargo, la hora Waiters llegó con fuerza convirtiendo 7 puntos importantísimos que alejaron a su escuadra del peligro. Logrando un triunfo que llena de moral y hace pensar a su hinchada que la recuperación es posible.
Las torres gemelas causan pánico en la NBA
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Después de un primer cuarto de espanto (29 a 19 en contra), los Pelicans se recuperaron y destrozaron todo intento de los dirigidos por el gran Pop. Anthony Davis y DeMarcus Cosuins causaron serios estragos en el área contraria, anotando entre ambos 53 puntos, 26 rebotes, 7 asistencias y 2 robos.
La supremacía de los gigantes era bien apoyada por el juego exterior de un Darius Miller (12 puntos) que partido a partido se va ganado su lugar e importancia en el cuadro, siendo el jugador ideal para abrir las defensas contrarias.
Mientras que en el lado de los Spurs, Rudy Gay (19 puntos) intentó liderar a su equipo, pero estuvo muy solo, ya que Pau Gasol (17 puntos) y LaMarcus Aldridge (16 puntos) fueron controlados después de un inicio muy prometedor.
