Jason Kidd, ¿Ángel o demonio?
La crítica es muy dura con el míster

Jason Kidd ha sido muy criticado a lo largo de su trayectoria en los Milwaukee Bucks, equipo que decidieron apostar por un recién retirado con poca experiencia en los banquillos, pero una genial percepción de este deporte en el que más de una vez se ha situado en la cima. Hoy en Buck to Buck lo ponemos en su sitio, tanto para bien, como para mal, estas son las dos vertientes del en su día campeón de la NBA.
Ángel, por Jordi Jiménez
Oigo desde hace tiempo a muchos “haters” del coach de Milwaukee decir que el equipo estaría mucho mejor sin Kidd, que los esquemas del “futuro” Hall of Famer tanto defensivos como ofensivos no son los mejores para el equipo de Wisconsin.
Me parece frívolo opinar así. A mi entender lo único que se puede criticar a Kidd son las rotaciones en ciertos momentos de partido. Si nos paramos a observar detenidamente los partidos, vemos como muchas veces es la juventud de los jugadores, y no la táctica defensiva lo que falla. Es fácil criticar al entrenador, mirando los jugadores de los Bucks, uno diría que deberían defender como los mejores; son jugadores con una envergadura brutal, con un físico privilegiado. Pero les falla algo importante, el “know how” del juego.
Cuándo ves un cambio en los bloqueos directos te das cuenta que si el jugador que tiene el balón es un poco hábil (y rápido) siempre supera al defensor. No tienen las piernas necesarias para parar el pick and roll. Y lo mismo sucede en la defensa del 1 contra 1 con los 5 rivales, es una sangría, y el problema no es de Kidd, ya que muchas veces sacrifica el que les penalicen en el triple para poder hacer ayudas. De nuevo no falla el coach, fallan los pívots (muy débiles a pesar de la envergadura).
Otro aspecto en el que siempre se critica a Kidd es la defensa del tiro de 3. La realidad es que poco equipos defienden bien estas situaciones, los equipos con Buenos tiradores siempre acaban ganando campeonatos (léase Golden State). A mi entender hay una variable en el baloncesto que es muy importante, el aspecto mental. En los Bucks, Kidd se hace respetar, los jugadores saben que ha sido de los mejores bases de la Liga y eso hace que lo escuchen. Que le crean. Se lo ha ganado.
Giannis Antetokounmpo es All-Star por méritos propios, pero Kidd ha tenido un papel educador muy grande, ha sabido llevar la presión que el griego se ha puesto encima gracias a su potente juego. Ha sabido darle los minutos y responsabilidades necesarias para su progresión. The Greek Freak le respeta, y eso hace que no pare de crecer en su juego. Lo puso a jugar de base, lo que le dio una dimensión adicional al ya de por si tremendo potencial del jugador.
Si bien el juego ofensivo del equipo no acaba de ser lo fluido que muchos querrían, la verdad es que van mejorando (Eric Bledsoe ayuda y mucho en ello). Pero es que se tiene que pensar que el equipo ha tenido siempre problemas de lesiones (Jabari Parker desde febrero 2017, Khris Middleton el año pasado), lo que no ha dejado mostrar en ningún momento el potencial total del equipo.
Espero que este año sea bueno para los Bucks y puedan pasar a segunda ronda de Playoffs, y lo que quiero es que el año que viene con toda la plantilla de inicio (soy de la opinión que Jabari se quedará) y con el fichaje de un pívot de calidad, los Bucks pasen a ser contenders serios para la liga. En conclusión, mi más sincera opinión es que Jason Kidd es el entrenador perfecto para esta plantilla, para un equipo joven, un equipo que crece (no queramos correr tanto), a veces leo comentarios que me hacen gracia, dando cera a Kidd diciendo que no pueden perder contra ciertos equipos, seamos realistas, el equipo está bien pero no es élite, Giannis es élite, Middleton y Bledsoe (y Jabari) son jugadores importantes……pero nada más, no tenemos pívots; para mí, John Henson y Thon Maker son de las peores parejas de la Liga (con Monroe era mejor pero también de las peores); el banquillo flojea, a excepción de Brogdon; por lo que, como frase final: dejemos que el entrenador haga su trabajo.
Demonio, por Víctor Arrufat
Que decir de ti Jason, tanto tiempo juntos, tanto tiempo a tus ordenes, viendo como no dominas a la mejor bestia de la liga. Siempre las mismas discusiones, pero creo que esto va más allá de un punto de vista, no obstante, que no quepa la menor duda de que te deseo lo mejor, bueno, dicho de otro modo, nos deseo lo mejor. Porque sería un sin sentido que mis mejores palabras fueran un ataque, más bien prefiero que sean una crítica, desmontando tus peores defectos y dejándote en evidencia.
En primer lugar, como no, lo que todos estabais esperando que dijera, el primer aliciente negativo del ex de los Dallas Mavericks, son los pobres sistemas de rotaciones que emplea. Pues para que te hagas una idea, Kidd es el único entrenador que posee dos jugadores, Giannis Antetokounmpo y Khris Middleton, entre los cinco jugadores que más minutos juegan por partido, una soberana barbaridad, no tiene perdón. Que pudiendo dar una oportunidad a jugadores como Sterling Brown, D.J. Wilson y Rashad Vaughn, proporcionándoles al menos una mínima cantidad de minutos, prefiera que sus mejores espadas vacíen más sus combustibles y sea partidario de jugar solo con 8 jugadores dice mucho de él. La distribución del minutaje es horrenda, y posiblemente lo que más se le haya echado en cara, no obstante, no quiero insistir en este aspecto pues hoy hay mucho a tratar.
Así que vayamos con otro de los puntos débiles de Jason Kidd, la llamada «Giannisdependencia», y es probablemente, el último problema que se le ha planteado al entrenador de los Milwaukee Bucks. Ya que tras conocer que The Greek Freak, es el jugador que más influye y menos prescindibles es en su equipo, y el quinto al que se le dedican más jugada hace pensar que aún teniendo a Khris Middleton y Eric Bledsoe este equipo no puede jugar sin Giannis. Sin embargo a su favor decir que tampoco es una locura jugar sin el heleno, ya que en las ocasiones que se ha dado no ha habido un ridículo estrepitoso por nuestra parte y hemos conseguido salir del paso.
Hay otros peores aspectos como la influencia en la toma de decisiones, pues desde el día en el que fue nombrado entrenador el ansia por decidir le ha podido. Recuerdo todavía aquellos tiempos en los que se rumoreaba que cuando Hammond se hartase de la gerencia todo quedaría en manos del coach, rumores que, menos mal, nunca se llegaron a cumplir, puesto que sus pocas decisiones han sido lo peor de las gestiones en las que el ha estado presente. Hablamos de un entrenador que rechazó a Michael Beasley, Terrence Jones y Gerald Green, gangas que obtuvo la gestión y el nunca supo mirar con buenos ojos, y que escogió a la peor elección en primera ronda que recordamos de los Bucks en mucho tiempo, Rashad Vaughn (podía haber elegido a Rondae Hollis-Jefferson, Bobby Portis, Larry Nance Jr o el propio Willy Hernangómez).
Ajeno a lo anterior, hay más aspectos en los que hay que crucificar al en su tiempo campeón de la NBA, como en la poca preparación de los partidos. Sobre todo en defensa (porque en ataque nos sobran puntos, y en los tiempos en los que Giannis era todavía un jugador sin explotar del todo no encontrábamos la fórmula), donde el equipo nunca solventa tácticamente bien un ataque rival. Pues el entramado de ayudas es pésimo, todos llegan tarde, la defensa sin balón a los tiradores exteriores muy permisiva, y la defensa del bloqueo directo deja mucho que desear y más teniendo a los jugadores que tenemos. Kidd jamás preparó un partido, y le ha dado siempre mucha libertad a jugadores jóvenes en ataque y en defensa, lo que provoca que partidos en los que somos mucho mejores que nuestro oponente juguemos a su nivel, y en ocasiones perdamos frente a ellos.
Muchos son los defectos no comentados, como el tiro exterior, el pésimo rebote, el amiguismo en algunas decisiones, etc. Pero el problema de los Bucks no es Kidd, es la gerencia conformista, una gerencia que se conforma con poco más del mínimo que podemos obtener y no tiene el valor suficiente para largar a Jason. Cuando lleguen malas cosechas no quedará otra que el conformismo, pero ahora hay que volar más alto que nunca y quitarse de encima al míster. Un entrenador chapado a la europea no nos vendría nada mal, o al menos un asistente del mismo.