Las estrellas apagadas de los Milwaukee Bucks
Monta Ellis y Brandon Jennings sin equipo

El título y el subtítulo no lo podrían dejar más claro, las vueltas que da la vida son impresionantes, y más si eres o has sido de los Milwaukee Bucks. Pues de los creadores: «De la miseria al éxito del baloncesto mundial», llega: «Como los Warriors arruinaron mi carrera», un drama que a los fans de los ciervos nos ha dejado trastocados. Sobre todo a mi, porque dos jugadores con los que empece a ver baloncesto, dos jugadores que tomaba de referencia cuando jugaba, ahora mismo han tocado fondo, un hondo fondo del que pocos salen, hablo como ya has visto de las vidas paralelas de Monta Ellis y Brandon Jennings. Con ellos empezó todo, con ellos empezó mi amor por el baloncesto, mi amor por la franquicia del estado de Wisconsin que viste cada noche de verde su corazón.
Os pongo en contexto, yo ya conocía a los Milwaukee Bucks por el videojuego de la PSP obviamente, pero siempre me había decantado por los Spurs aunque no me identificaba como seguidor con ningún equipo. Los de Texas eran mi equipo favorito, pero nunca fueron mi equipo. Veía mucha NBA pero todo eran partidos sueltos con buena visibilidad en RojaDirecta, nada específico, un poco de los Heat de LeBron, un poco de los últimos coletazos de los Celtics, un poco de los grandes San Antonio Spurs, otro de Clippers, un poco de todo.
Nunca lo tuve claro, nunca sabía que camiseta comprarme, con que equipo identificarme, a quien entregar mi corazón, no quería ser un poser, pero tampoco quería ir con la mugre del momento. Desconfiado de mi, hasta en mis carreras en el 2k12 no elegía equipos por su plantilla, sino que realizaba el rutinario draft fantasía y probaba así a todos los jugadores hasta cansarme de ellos, evidentemente había probado a Brandon Jennings, a Larry Sanders, a Monta Ellis, a J.J. Redick, a Mike Dunleavy, pero nunca los había visto jugar más de dos partidos seguidos, tan sólo me ceñía al menú del día en la NBA.

Nunca me aficione a los Milwaukee Bucks, hasta que los vi salir humillados, comiéndose sus propias palabras, en la primera ronda de playoffs frente a los Heat del rey. Sentí simpatía por este equipo, nunca mi amor hacía una franquicia había ido tan allá, pues aún perdiendo me aficione a estos ciervos, empece a estudiar minuciosamente su historia, y me dí cuenta que no había marcha atrás, ya era de los Milwaukee Bucks. Y todo gracias a dos jugadores que comandaban la ofensiva de dicho equipo, Monta Ellis y Brandon Jennings, con los que ya tenía contacto gracias a una videoconsola.
De aquí hasta la actualidad todo es historia, cada año amo más a este equipo, cada año sufro más por este equipo, y no puedo evitar no sentirme parte de él, de su gran número de seguidores. Ha llovido mucho desde entonces, pero nunca se olvida todo lo ocurrido, y es por eso que me duele ver como ambos no tienen ni siquiera equipo NBA, y no podrían siquiera tener prácticamente hueco en estos Milwaukee Bucks.
Pues Monta Ellis, el cual me marcó el cuño de fan de los de Wisconsin pese a su corta estancia, tras dos temporadas en el salvaje estado de Texas, volvió al Este, a Indiana lo que en su carrera conocemos como el principio del fin. Ya que al tomar esa decisión, su carrera fue a pique, en un equipo en el cual se juntó el hambre y las ganas de comer, propiciando así el estancamiento y la caída a lo más hondo del pozo del natural de Misisipi. Que actualmente se encuentra sin equipo, debido a que los Pacers prescindieron de él, al bajar su rendimiento intentando adaptarse al nuevo estilo de la NBA implantado por los Golden State Warriors (además de su gran ficha y su edad, nada favorables para un equipo en reconstrucción).
Y es una pena, un anotador de la media que me encandiló ahora sin equipo, y mis queridos Bucks sin poder ofrecerse por necesidades propias. Pues teniendo de titular a la maquina de anotar, al francotirador de sangre fría, Khris Middleton, y de suplente a su marca blanca, cumplidora en ataque y en defensa, Ellis no tiene sitio, sería usar una ficha de otro puzzle. Es desolador, ver como un jugador como él, con esa capacidad anotador y esa determinación se quede sin equipo, se aleje prácticamente de este mundo sin haber ido a ningún AllStar con temporadas de 24/25 puntos por partido en su época Warrior. La fortuna no está para nada de su lado, ojalá en el futuro si lo esté y encuentre hueco en un roster como pieza clave en la segunda unidad.
El caso de Brandon Jennings es peor todavía, ya que siendo drafteado por los Milwaukee Bucks el playmaker firmó un gran arranque ligero y sorprendió a más de uno. El de Compton mantuvo su nivel siempre firme como ciervo, deleitándonos en ataque con un poderío en el tiro brutal y una gran distribución de juego, pero como dijimos, la fortuna no está de parte de los protagonistas del día. Pues un enemigo que hasta el momento no le había visitado, las lesiones, golpeo a su puerta y con fuerza, llegando a arruinarle la carrera. Ya que tras una grave lesión como jugador de los Pistons, Jennings no supo rehacerse, y pese a un último coletazo en su época Knickerbocker el ex de los Wizards llegaría al punto más triste de su carrera en el ya pasado 2017 al quedarse sin equipo.
En este caso los Milwaukee Bucks no le podrían ofrecer un sitio en la plantilla, ya que actualmente hay cuatro bases, de los cuales tres, Eric Bledsoe, Matthew Dellavedova y Malcolm Brogdon, son vitales para Kidd. Y traer un base con los problemas en las posiciones de altura que tenemos no sería para nada ético e inteligente. En conclusión, una pena, una pareja que lo poco que la vi me volvió loca, me enamoró y me ató a este, mi equipo casi de por vida, esté ahora expuesta a una situación surrealista que nunca nadie llegaría a imaginar.