La preocupación comenzaba a crecer entre los aficionados de Golden State Warriors tras la victoria en el tercer partido de la serie ante San Antonio Spurs. Cuando ya estaba todo decidido, Kevin Durant se torcía el tobillo tras la presión defensiva de Patty Mills que lograba robarle el balón. Se quedó tendido en el suelo mientras su rival anotaba una bandeja sin ninguna oposición, aunque pudo salir andando con normalidad del partido tras haber solicitado un tiempo muerto.
Sin embargo, el alero no le dio ningún tipo de importancia en rueda de prensa. Con el resultado siendo muy favorable para los Warriors, Steve Kerr decidió dejarlo en el banquillo para ver cómo poco después sería Shaun Livingston quien se torcería el tobillo y este, de una mayor gravedad que el de Durant. El jugador de Maryland habló sobre este tema con la prensa tras el partido.
“No ha sido nada, estoy bien. Ha sido algo rápido, no ha habido torsión completa del tobillo. No me ha pasado nada”.
La lesión de Livingston parece algo más preocupante dentro de la levedad del asunto. Todo apunta a que Kevin Durant podrá jugar sin ningún problema el cuarto partido del próximo domingo, aunque la presencia de Shaun Livingston es toda una incógnita.