Steve Kerr se ha tenido que enfrentar a un duro problema durante toda esta temporada. Quizás, algo no tan complicado, pero que trastocaba sus planes iniciales siguiendo una estricta norma que siempre ha cumplido desde que ocupa el puesto de entrenador de Golden State Warriors. Tratándose de su primera experiencia en los banquillos, se podría esperar que algo como esto sucediese. El técnico de los Warriors nunca ha sido partidario de experimentar demasiado con su plantilla. Contando con una rotación que siempre le ha sido efectiva, siempre ha tenido cierto pavor en modificar su plan más de lo necesario y recibir las críticas de los aficionados.
En 2015, Andre Iguodala no jugó como titular en un solo partido hasta que decidió retocar su quinteto al estar 2-1 abajo en la eliminatoria. Sin embargo, esta temporada se ha visto forzado a explorar varias opciones debido a las continuas lesiones de sus jugadores. Tanto en un backcourt que ha visto como caía Stephen Curry y Klay Thompson como en la pintura con las continuas apariciones de los menos esperados como Looney, Jordan Bell, e incluso el cambio de última hora que dejó en el banquillo a Zaza Pachulia para que McGee se convirtiese en el pívot titular tras el parón del All-Star.
Kerr parece haber tomado otra mentalidad, está tratando de encontrar los mejores quintetos para enfrentarse a cada equipo. Ya lo vimos con San Antonio Spurs donde decidió poner de titular a JaVale McGee y Andre Iguodala haciendo que su quinteto ganara más centímetros de lo habitual. Un movimiento sorprendente teniendo en cuenta que Quinn Cook había sido firmado para que se hiciese con el puesto de base titular durante la postemporada. Además, decidió acortar la rotación dejando prácticamente fuera de juego a Pachulia, Nick Young y Jordan Bell.
Por otro lado, ante el veloz y dinámico quinteto de los Pelicans, Kerr decidió sacar de la ecuación a JaVale McGee mientras que Nick Young se hizo con la titularidad. Anthony Davis y Nikola Mirotic tuvieron que enfrentarse a Draymond Green y Kevin Durant respectivamente, táctica que acabó surtiendo efecto en una victoria muy abultada de Golden State. Stephen Curry está llamado a ocupar el puesto de Nick Young para que así los Warriors puedan saltar a la pista cada noche con un quinteto pequeño que les permita ganar a New Orleans en su propio juego. Ya aprendieron lo suficiente de sus enfrentamientos en temporada regular, sobre todo, de su último partido sin Curry.
Otra clara señal de este cambio, es el acortamiento de su rotación como antes mencionábamos. En las Finales de 2016, Kerr acabó cometiendo un error que se sumó al cúmulo de factores que lideraron al gran fracaso en el séptimo partido. La necesidad de hacer jugar a prácticamente todos sus jugadores del banquillo terminó por absorber minutos importantes de las estrellas que podrían haber contribuido algo más en pista. Sin embargo ahora, Steve Kerr está dejando fuera de cada partido a un mínimo de tres jugadores salvo excepciones. Jordan Bell, Zaza Pachulia parecen ser dos habituales de esta lista, y ante los Pelicans veremos mucho menos a JaVale McGee. Esto permite asegurar muchos más minutos para los emparejamientos más favorables para las estrellas de cada rival que llevó a la neutralización de Anthony Davis en el primer partido.