Inicio fulgurante del Real Madrid en la Euroliga en una temporada en la que tienen en la cabeza que les acredita como campeón y que tanto cuesta defender. El 4-0 de salida tras las victorias ante Darussafaka Tekfen Istanbul, AX Armani Exchange Olimpia Milan, KIROLBET Baskonia y Buducnost VOLI Podgorica le sitúan como un claro favorito a reeditar el título. Un favoritismo fundamentado en las siguientes claves.
El renacimiento de Anthony Randolph
No es ningún secreto que Anthony Randolph parece otro jugador desde que comenzara esta nueva temporada. Tras finalizar la pasada totalmente desahuciado y señalado por su bajo rendimiento, el ala-pívot estadounidense con pasaporte esloveno está de dulce. Y no sólo los números demuestran el gran estado de forma del jugador, sino también las sensaciones sobre la pista y las palabras de sus compañeros.
Los números de Anthony Randolph asustan. En este inicio de la Euroliga ha sido pieza fundamental en las cuatro victorias del equipo que les hace ser líderes provisionales de la competición. Además, el ala-pívot promedia unos números que, de mantenerse, son dignos de MVP: en casi 23 minutos por partido, el esloveno promedia 15.8 puntos por partido con un acierto del 55.6% en tiros de dos puntos y un 50% en tiros de tres puntos, además del 72.2% desde la línea de personal, 5.5 rebotes por partido y 1.5 asistencias por partido para un total de valoración media por encuentro de 18.8. Todo un referente en el campo.
Aunque su aportación no se queda ahí. En palabras de su entrenador, Pablo Laso, se ve a un Anthony Randolph que elige mejor sus tiros, corre la cancha, defiende mejor… Ha dado un paso en su juego y está a un gran nivel. Algo que confirma el propio jugador diciendo que ganar la Euroliga y la ACB el año pasado ha sido un impulso en su motivación. Desde luego, el esloveno ha llegado para quedarse y brillar como ya hiciera en el Lokomotiv Moscú.
La vuelta de Sergio Llull
Tras la salida de Luka Doncic rumbo a la NBA, el peso del equipo recaía de nuevo en los hombros de Sergio Llull. El jugador español parece totalmente recuperado de la lesión de rodilla que lo tuvo apartado prácticamente toda la pasada temporada, y he llegado con las pilas cargadas para volver a demostrar que es uno de los jugadores más desequilibrantes de Europa.
Aunque sus números son algo más discretos que los de Anthony Randolph, es el segundo jugador que más impacto tiene sobre la cancha por todo lo que genera a su alrededor. En los poco más de 19 minutos que está en la cancha por partido promedia 11.3 puntos con un 50% de acierto de dos puntos, un 35% de acierto desde el triple y un demoledor 92,3% desde la línea de personal, además de capturar 1.5 rebotes y repartir 4.8 asistencias para un total de 14 de valoración por partido.
Sergio Llull empieza a recuperar la confianza en su juego y comienza a atraverse a hacer esas jugadas que le caracterizan. Aún está lejos de ser aquel jugador que fue MVP de la Euroliga hace dos temporadas, pero el base está demostrando de nuevo que es todo un un referente en este nuevo Real Madrid y que cuenta con la confianza de todo el equipo.
Tavares y Randolph, los pívots en mejor forma
Mucho mérito de lo que es este Real Madrid en Europa se le puede conceder a una pareja que ha sabido complementarse a la perfección. Walter Tavares y Anthony Randolph forman una cohesión perfecta en la que se ve el balance entre lo mejor en defensa y lo mejor en ataque del juego interior del equipo blanco.
Las capacidades de Anthony Randolph son sobradamente conocidas. Buen tiro desde el triple, velocidad, gran capacidad de salto, versatilidad… Es un recurso muy eficiente en este inicio de temporada para anotar. Además, estas labores las complementa con una considerable mejora defensiva y reboteadora que ayuda al equipo a encajar menos puntos. Ésta es una buena carta de presentación del ala-pívot y su labor en ataque.
Randolph viene fuerte del gimnasio. #Eurofighters pic.twitter.com/x0BzY0xt0U
— Basket en Movistar+ (@MovistarBasket) October 25, 2018
De Walter Tavares sólo hay que decir un dato que ayuda a entender lo que desequilibra en el campo, su altura. Sus 2.21 metros constituyen una fortaleza casi inexpugnable en el aro propio y un plus cerca del aro rival donde casi ningún rival llega. Rebotea más que nunca, todos los balones aéreos pasan por sus manos y es el rey en la estadística intangible de tiros desviados a los rivales por partido. La dupla perfecta la de ambos jugadores del Real Madrid.
Mayor nivel defensivo con Tavares y Taylor
Si algo está decantando la balanza a favor del Real Madrid esta temporada es la solidez defensiva mostrada. Hay un término baloncestístico que se denomina cobrar, que es lo que un equipo hace cuando anota una canasta, no encaja en la siguiente acción y vuelve a anotar. Pues, en esta faceta, el equipo de Pablo Laso ha sabido convertirse en el número.
Al gran acierto ofensivo que ha caracterizado al Real Madrid desde la llegada de Pablo Laso al banquillo, ahora se le suma una gran solvencia defensiva con dos claros protagonistas: Walter Tavares y Jeffery Taylor. Ya hemos hablado en el apartado anterior la capacidad taponadora y de desviar tiros de los rivales por parte del pívot caboverdiano. A él se le une el alero sueco, que tiene el rol de especialista defensivo, y al que siempre se le verá emparejado con el mejor exterior de los rivales para dificultarle la subida de balón y la capacidad anotadora.
Junto a ellos también aparecen jugadores con mucho sacrifico defensivo, como son Facundo Campazzo, Fabien Causeur o Gustavo Ayón, aunque lo que más destacan son Walter Tavares y Jeffery Taylor. Esto se ha traducido en que, desde el inicio de la competición, el Real Madrid haya ido bajando la producción ofensiva de sus rivales. Además, de manera clara, porque jornada a jornada fueron bajando los puntos anotados: Darussafaka anotó 93 puntos, Olimpia Milano anotó 85, Baskonia anotó 79 y Buducnost anotó 55.
Este Real Madrid es como un reloj suizo, sin fallos y demostrando gran solidez y determinación. Han dado un paso adelante en todos los aspectos, y ya se empieza a augurar que puede verse, de nuevo, la proeza de ganar todos los títulos que disputen en la temporada. Y todo desde la gran gestión de vestuario y en la rotación de un Pablo Laso que está opositando a ser uno de los mejores entrenadores, ya no sólo de la historia de la entidad madridista, sino de la historia de Europa y, quién sabe, del mundo.