ANÁLISIS | MundoBasket 2019: Lituania, la gran tapada
Jonas Valanciunas y Domantas Sabonis a la cabeza
El Mundial de Baloncesto de China 2019 está a punto de comenzar, y hay una selección que puede optar a todo y que no se le está dando todo el bombo que merece. Se trata de la selección lituana, que llega a este Mundial con un gran precedente internacional, y con mucha hambre de hacerse con un puesto más que meritorio en este torneo. El nuevo formato de competición, basado en dos fases de grupos antes de las eliminatorias, puede llegar a favorecer especialmente a una selección que tendrá que verse las caras con selecciones muy duras antes de encontrar su camino hacia las medallas.
El palmarés internacional de Lituania les permite ser una de las selecciones que más respeto impongan a los rivales cuando llegue la hora de los emparejamientos finales. Han conseguido buenas posiciones en los últimos torneos internacionales, siendo tercera en el Mundial de Turquía 2010, y cuarta en el Mundial de España 2014, dos posiciones que muchas selecciones firmarían por haber conseguido o por conseguir en el próximo Mundial de China. Lituania tiene ganas de sumar una nueva medalla, y en sus últimos torneos también ha firmado muy buenas posiciones.
Hay que recordar que llega tras ganar dos platas consecutivas en los últimos Eurobasket de 2013 y 2015, siendo este último conseguido en la final frente a una selección española liderada por un Pau Gasol titánico que firmó su última gran actuación en un torneo con el combinado español, con ese famoso partido de semifinales frente a Francia que llegó a una prórroga. La selección que lleva a China no se parece en gran medida a lo que han tenido en los últimos años, pero sí que han mejorado muchas posiciones que les pueden ser muy favorable de cara enfrentamientos con selecciones de nombres mayores.
La emergencia internacional de estrellas de otras elecciones como el caso de Nikola Jokic o Giannis Antetokounmpo han hecho que muchos aficionados se olviden del potencial que tienen los lituanos entre manos. La selección de Jonas Kazalauskas quiere ser una de las grandes “sorpresas”, pues no todo el mundo las colca entre las favoritas a hacerse con un puesto en el podio, aunque muchos los tienen en cuenta como una selección con la que tener cuidado.
Tendrán que conseguir buenos resultados en el grupo H, donde se encuentran emparejados con Canadá, Australia y Senegal, tres elecciones de gran potencial pero que siguen sin haber demostrado su valía en campeonatos internacionales, algo que han hecho y de sobra los lituanos. Canadá no presenta gran amenaza debido a las ausencias que se han sucedido para este mundial, mientras que Senegal tampoco desplegará todo su arsenal en este Mundial de China, siendo Maurice Ndour, nuevo jugador de Valencia Basket, uno de sus baluartes más destacados.
Todo apunta a que tendrán que pelear con Australia por ese primer puesto del grupo H, una selección que ha dejado al mundo en shock con su victoria ante los Estados Unidos en un partido de preparación, rompiendo esa racha mágica que acumulaban los estadounidenses. Tienen un equipo muy equilibrado, pero Lituania suma experiencia, veteranía y un grupo que se conoce muy bien para intentar sacar los coloretes a una selección muy fuerte como Australia para hacerse con el primer billete de su grupo y conseguir el emparejamiento más favorable en las próximas estancias de este campeonato para terminar de callar todas las dudas.
El roster
Lituania se presenta a este Mundial de China con una plantilla muy equilibrada, donde se conocen muy bien los unos a los otros por sus experiencias anteriores en competiciones internacionales, y donde comandan dos estrellas de la NBA, o por lo menos dos jugadores con un bagaje considerable en los Estados Unidos y muy respetados por todos los rivales. Jonas Valanciunas seguirá siendo el capitán indiscutible de una selección lituana que quiere repetir los buenos resultados del pasado, e intentar conseguir su mejor puesto de siempre en un Mundial. Las ausencias de cada selección en este campeonato, les puede dar el gran beneficio de la duda a su favor, puesto que ellos no pierden nombres de mucha importancia de cara a este torneo.
Presentan una gran fortaleza en la zona, donde Valanciunas y Domantas Sabonis predominan frente al resto. Cuentan con una pareja interior que acumula mucho más talento que muchas de las selecciones con las que tendrán que medirse. Muchos tienen jugadores de buen nivel en ambos lados de la cancha, y especialmente en la zona, solamente un jugador suele ser el más destacado. Los lituanos pueden aprovechar esta situación sometiendo a sus rivales con el talento de sus dos grandes estrellas NBA cuya actividad predomina cerca del aro.
Pero sería un error centrarse únicamente en la calidad de sus jugadores interiores, puesto que Lituania cuenta con un juego exterior muy capacitado y con mucha experiencia internacional así como en las competiciones europeas que cada uno disputa. Cuentan con mucho talento y con buena anotación para conseguir ese equilibrio perfecto que se busca en un equipo que quiera tener opciones de hacer su asalto por el título. Lituania cuenta con una plantilla muy equilibrada, con profundidad y hambre para ser esa alternativa que nadie espera.
- Bases: Mantas Kalnietis y Lukas Lekavicius.
- Escoltas: Marius Grigonis y Renaldas Seibutis.
- Aleros: Jonas Maciulis, Arnas Butkevicius, Rokas Giedraitis y Edgaras Ulanovas.
- Ala-pívots: Domantas Sabonis, Mindaugas Kuzminskas y Paulius Jankunas
- Pívots: Jonas Valanciunas.
Jonas Valanciunas, un capitán como ninguno
Esta selección estará comandada por un jugador que ha llevado al combinado nacional a sus mejores resultados internacionales de siempre. Lituania ha sido una de las más potentes del baloncesto internacional, y Jonas Valanciunas es uno de los jugadores que ha demostrado que este es un deporte que se toma muy en serio en el país. Es uno de los principales, sino el mayor representante del baloncesto en la actualidad en el país lituano, habiendo formado parte de equipos muy ambiciosos en la NBA como Toronto Raptors, o actualmente en Memphis Grizzlies, donde se ha convertido en uno de los jugadores con más experiencia y talento de un proyecto joven que espera revitalizarse en los próximos años con la llegada de novatos de mucha progresión.
Con él a los mandos, Lituania ha conseguido resultados más que positivos. Esta selección llega tras ganar dos platas consecutivas en los campeonatos europeos de 2013 y 2015, una cuarta posición en el Mundial de España 2014, así como una cuarta posición en los Juegos Olímpicos de Río. Todo este tiempo, Valanciunas ha sido el encargado de llevar sobre sus hombros a una selección que sigue estando en el primer nivel mundial y que dará mucho que hablar en los años venideros. Individualmente, su talento no se cuestiona; llega tras promediar sus mejores números como profesional en la NBA, donde su nuevo rol en Memphis le ha proporcionado ese empujón tan necesario para ser por primera vez el hombre al mando de una franquicia que perdió a otro tipo de referencia en la pintura que también estará presente en este mundial, Marc Gasol. En el curso 2018-19, Valanciunas firmó unos números promedios que casi alcanzan los 20 puntos por partido y que sobrepasan los 10 rebotes por noche, lo que deja entrever su calidad y su estatus en una liga tan importante como la NBA.
Valanciunas es uno de los mejores reboteadores que estarán presentes en el Mundial de China, y siempre ha sido la principal referencia de su selección en este apartado, así como en el juego ofensivo. A pesar de contar con buenos tiradores y con jugadores que pueden crear su propio ataque, sobrepasa los 15 puntos por partido con la camiseta de su selección. Valanciunas tiene un gran reto por delante, y llega a este Mundial tras haber firmado una renovación de contrato por tres años con los Grizzlies, lo que le asegura su futuro y lo que le dará aún más ganas de pelear por lo que todavía no ha conseguido, un oro.
Su potencial ofensivo es conocido por todos, pero uno de los grandes asteriscos será su defensa. No cabe duda de que es un jugador que impone una intimidación considerable en la zona, pero hay muchos jugadores que le sobrepasan en ese sentido, y la defensa de su selección, que sigue siendo floja, debe partir desde su orden y mandato. Jonas Valanciunas tiene mucho que demostrar en este mundial, y si lo hace todo de manera correcta, podrá coronarse como uno de los mejores jugadores que este país haya visto. El peso sobre sus hombros será muy importante, y es el momento de demostrar que con un equipo unido y experimentado todo se puede conseguir.
Domantas Sabonis, un diamante en bruto
Domantas Sabonis es otro de los nombres a tener en cuenta en esta selección lituana. El jugador de los Indiana Pacers ya ha vestido en otras ocasiones la camiseta de su selección en campeonatos internacionales, pero a ninguno había llegado con el talento y la habilidad que ha ganado con sus últimos años en la NBA. Se ha convertido en un jugador muy importante en su franquicia y en un interior que puede sacar de quicio a cualquier defensa. Sabonis es, si no había suficiente, otro arma ofensiva más para una selección que ha sabido desarrollar su talento joven para formar una rotación letal para tener más opciones de derrotar a sus rivales. Sabonis quiere demostrar todo lo que ha aprendido en Norteamérica en un Mundial donde espera conseguir un resultado positivo con su país.
Sabonis es especialmente peligroso cerca del aro, donde su juego de pies es capaz de dejar tirado a cualquier defensor que intente detenerle. Tiene una gran capacidad de finalizar cerca de canasta, con muchos recursos para encontrar su camino hacia el aro, sacando siempre ventaja de su cuerpo y su velocidad para encontrar las mejores posiciones. Es un interior muy ágil, móvil y capaz de distribuir el juego como nadie más lo hace en esta selección. Tiene una muy buena visión del campo y le permite encontrar a sus compañeros en las mejores posiciones de tiro exterior sin defensor. Un distribuidor de juego en el poste que se une a las ya más que conocidas capacidades de su compañero, Jonas Valanciunas. Domantas Sabonis es uno de los ‘ases’ que se guardan bajo la manga estos lituanos que quieren sorprender a todo el mundo.
El ala-pívot es muy efectivo combinándose con sus compañeros en el pick-and-roll y efectuando bloqueos directos e indirectos para generar situaciones de ventaja. Su tiro en suspensión no es para nada malo, hoy en día a todos los jugadores jóvenes se les exige tener una muñeca más que decente para poder abrir la pista. Sabonis se ha desarrollado con esa mentalidad y es capaz de anotar algún que otro tiro a pesar de no ser especialmente su punto fuerte.
Todavía no ha conseguido una victoria especial con la selección lituana, más allá de aquella plata conseguida en el último Eurobasket frente a la selección española. Por aquel entonces, acaba de salir del huevo, por decirlo de una manera metafórica, y ahora, conocido por muchos en el panorama internacional, querrá demostrar su habilidad de cara a firmar un próximo contrato mucho más fructuoso en la NBA. Su papel en los Pacers ha sido fundamental hasta ahora y quiere que también lo sea en una selección que le necesita y mucho para tener éxito y optar a una medalla.
Un núcleo sólido
Como antes comentábamos, esta selección lituana cuenta con un núcleo de jugadores con mucha experiencia en la competición y que se conocen muy bien entre ellos. Uno de los hombres que contribuye a este hecho es Mantas Kalnietis, la brújula de la selección lituana durante más de una década. Kalnietis es un jugador que maneja a la perfección el ritmo de este equipo, y en el que siempre se puede confiar. Un base con mucha experiencia en el panorama internacional con su selección así como con los equipos en los que ha jugado, siempre haciendo presencia en competición europea y siendo importante en cada uno de ellos. Llega de jugar en el ASVEL francés, que la próxima temporada estará en la Euroliga. Poco más pueden pedir una selección lituana que en Kalnietis tienen a su brújula incondicional, que sabe buscar a su compañeros en la pista como nadie y con los que tiene una gran química.
Para completar esta pareja de bases, tenemos a un Lukas Lekavicius que se ha ganado un nombre entre los mejores equipos de Europa. Un jugador marca de la casa, formado en el Zalgiris y que ha triunfado en otros equipos muy importantes en el viejo continente como Panathinaikos, donde había estado jugando hasta ahora. Este verano, ha decidido volver a casa para jugar en el equipo de Jasikevicius, y seguir demostrando su calidad. Es uno de los jugadores más pequeños de la selección pero uno de los que más energía y garra imprime al juego. Lekavicius es un base muy rápido, ágil y potente que es capaz de finalizar con mucha facilidad cerca del aro y con una muñeca destacable, como casi todos los jugadores de la selección.
Para continuar con este juego exterior tenemos a dos nombres muy conocidos por el público español. El primero de ellos es Marius Grigonis, que dejó su huella en el Iberostar Tenerife, siendo proclamado MVP de la Final Four de la Basketball Champions League ganada en casa. Un jugador con un toque especial para el tiro de tres puntos, una de las especialidades de esta selección, que puede llegar a hacer mucho daño al resto de competidores si tienen el día de este la línea de 6,75, pero que pueden ver sus opciones algo reducidas si el tiro no termina de entrar. Por otro lado, Renaldas Seibutis supone una garantía para esta selección, un jugador con muchos partidos a sus espaldas y que viene de hacer una gran temporada en Zaragoza, llegando a las semifinales de Liga Endesa, donde fue derrotado por el FC Barcelona Lassa. Seibutis es otra de las opciones ofensivas de un equipo que no se cansa de tener jugadores aptos para este apartado del juego.
Otro de las nombres a tener en cuenta en esta selección es el de Jonas Maciulis, un viejo conocido de la afición del Real Madrid que trae muy buenos recuerdos por aquella Euroliga conseguida en el WiZink Center en 2014. Maciulis proporciona más ataque si cabe para esta selección, otra opción ofensiva por si alguna de las anteriores mencionadas no funciona bien. Tras su salida del Real Madrid, tuvo que ir buscando casa por Europa, donde parece haberse establecido en Atenas con el AEK. Está teniendo muchos minutos en una liga muy exigente como la griega, y está siendo importante en una competición no menor como la Basketball Champions League, que tanto brillo está ganando en los últimos años.
Mindaugas Kuzminskas cierra una lista de jugadores muy peligrosos de esta selección. Kuzminskas tiene pasado en casi todas partes, uno de ellos en Málaga y otro en la NBA, donde pudo vestir la camiseta de los New York Knicks y convertirse en una pieza más que valiosa para la franquicia de la Gran Manzana. Un jugador de alto nivel europeo que pretende ser otra de las referencias de esta selección que siempre ha conseguido buenos resultados en los campeonatos internacionales.
Cómo juega esta selección
El juego de la selección lituana se puede diseccionar de una manera muy sencilla. El juego interior dominado por Jonas Valanciunas y Domantas Sabonis es una de sus principales referencias en cada partido. Sus compañeros tratan de sacar provecho de contar con dos potencias interiores de una liga tan exigente como la NBA, dos hombres que pueden ser muy eficientes en el ataque cerca de la canasta. Veremos a la selección lituana con muchas acciones de pick-and-roll, buscando a alguno de estos dos jugadores, o incluso en opciones de aclarado para cualquiera de ellos, siendo Sabonis una de las mayores amenazas por su movilidad y acierto cerca del tablero.
Pero no hay que pasar por alto todo lo que tienen alrededor suyo, una plantilla con un excelente dominio del tiro de tres puntos que siempre trata de buscar las mejores situaciones para hacer pagar a sus rivales. Las dos grandes torres de esta selección están rodeados de tiradores con mucho renombre en el panorama europeo e internacional, que siempre han sido efectivos con sus selección. Lituania es un equipo que si no encuentra buenas oportunidades en la pintura con sus dos principales referencias, le gusta mucho mover el balón para encontrar huecos y dejar a tiradores libres en las esquinas para intentar hacer daño en este apartado.
Valanciunas y Sabonis de nuevo, vuelven a ser las dos piezas clave de este esquema, al organizar gran parte del juego cuando reciben el balón en la zona. Ambos tienen muy buena visión de la pista y les permite optar a convertirse en un arma mucho más efectiva a la hora de lograr las mejores situaciones ofensivas en la pista. En ataque, esta selección es una de las que más potencial tiene del campeonato mundial, pero todo cambia al otro lado de la pista.
Uno de los grandes problemas de esta selección sigue siendo la defensa, una selección que no cuenta con demasiados centímetros más allá de sus dos principales jugadores interiores, y a la que le cuesta resolver los partidos cuando se van al apartado físico. Su ataque les permite carburar y hacer que el ritmo del juego no se detenga, pero si no tienen el día en el lanzamiento exterior y su rival le sobrepasa en el apartado táctico, pueden tener muchos problemas para solucionarlo.
Un último desafío
A pesar de que una de las selecciones favoritas como Estados Unidos haya perdido efectivos para esta Copa del Mundo, hay muchas otras selecciones que se han reforzado especialmente gracias al desarrollo de sus jóvenes jugadores. Esto hace que combinados como Serbia, Francia o Grecia pueden amenazar esas buenas actuaciones en los campeonatos internacionales que los lituanos han conseguido en los últimos años. Ellos mantienen su principal núcleo, además de su propia incorporación de jugadores talentosos que no han tenido tanto protagonismo en el pasado, como es el caso de Sabonis.
Lituania tiene ante sí uno de sus mayores retos en muchos años, al haber visto cómo aumenta a pasos agigantados la competición entre compañeros del continente europeo. Una posición en el podio en este Mundial, o terminar entre los 4 primeros, sería todo un éxito para una selección que no necesita mucho más que demostrar para considerarla en la élite del baloncesto mundial. Un país que ha proporcionado al mundo una cantera sin igual con mucho talento en este deporte. Probablemente, este es uno de los retos más difíciles a los que se enfrentarán, pero aún les queda mucho gas, mucha experiencia y mucha guerra por dar en este Mundial que se nos viene.