¡España es campeona del Mundo por segunda vez!
Argentina no pudo con una selección que dominó desde el inicio
Pekín iba a ser la nueva Saitama para un partido histórico para la selección española de baloncesto. Pepu Hernández no estaba en el banquillo, pero sin un Sergio Scariolo cuya filosofía y aprendizaje en un año increíble en Toronto le ha servido para llevar a la selección a la gran final del Mundial tras un inicio dudoso. Argentina era el rival que estaría delante, una selección muy conocida con muchos jugadores de Liga Endesa.
Estos dos combinados ya se habían enfrentado previamente en los partidos de preparación que se celebraron ya en tierras asiáticas. Luis Scola estaba siendo el nombre por excelencia de la selección de Sergio Hernández. El ala-pívot con pasado en NBA y que jugó en China la temporada pasada, ha firmado unos números inesperados a sus 39 años. Nombre a destacar para una selección española que sufrió en el juego interior en su partido de semifinales frente a Australia.
Todas las cartas encima de la mesa para dejar un duelo muy apetitoso y para nada esperado. Ricky Rubio y Marc Gasol, los dos hombres bandera de la selección española, que han dejado atrás toda la exigencia de la temporada en Norteamérica (especialmente Marc) para darlo todo con la selección española en búsqueda de su segundo oro mundialista. Campazzo, la brújula de la albiceleste, no iba a permitir que España consiguiera una victoria sencilla después de todo el trabajo que llevaba detrás su selección, que anteriormente se había proclamado campeona en los juegos panamericanos.
Inicio arrollador para mandar un mensaje
Los chicos de Scariolo no tuvieron ningún tipo de dudas en el inicio de partido, arrasando a su rival con un 2-12 en menos de cinco minutos. La circulación del balón fue una de las primeras bazas que España consiguió aprovechar para ponerse por delante en el partido. Argentina no sabía cómo afrontar el juego de la selección, que estaba distribuyendo juego a las mil maravillas y buscando las mejores posiciones en ataque, mayormente tiros liberados desde la esquina y desde la media distancia. Las transiciones ofensivas estaban dañando mucho a Argentina, que no terminaba de arrancar y que necesitaba buscar una solución rápida para poner fin a la sangría que estaba siendo hasta ese momento el partido.
Defensivamente, España no mostró ninguna fisura. Scariolo dio la sorpresa incluyendo a Pierre Oriola en el quinteto titular para defender a Luis Scola. El seleccionador español no quería problemas tempranos en la pintura, y para ello encomendó la misión al jugador del FC Barcelona Lassa para que fuera su sombra durante todo el partido. Esta estrategia surtió efecto, y Scola a penas pudo tener impacto en el juego en los primeros 20 minutos de partido. Víctor Claver le sucedió, siendo el relevo perfecto para la tarea de su compañero de equipo en Liga Endesa. Arranque espectacular de la selección española, que estaba solucionado casi sin problemas su partido en los primeros minutos y dejando a Sergio Hernández con una papeleta muy complicada.
El talento individual sacó del bache a la albiceleste
Argentina tuvo que reajustar su juego a partir de los tiempos muertos de su técnico. Con un parcial de 10-0, pudieron ponerse a un punto y volver a meterse de lleno en el partido. Nico Brussino fue el primero en dar aire a su selección con muy buenos tiros desde larga distancia. Dos triples consecutivos suyos permitieron que Argentina cogiera mucho más poder en el juego y trataron de acercarse lo máximo posible en el marcador a su rival. La entrada de la segunda unidad de Argentina, que se llevó a cabo muy temprano, permitió que la albiceleste pudiera superar un bache que se antojaba muy complicado.
La entrada de Vildoza permitió que Argentina apretara su defensa, y a España le costó sacar el balón con facilidad desde medio campo. Poco a poco fueron recuperándose en el luminoso, pero no podían aguantar el ritmo ofensivo de una selección española que no permitía que nadie la sacara del partido.
Una llama en la muñeca de Rudy Fernández
El capitán de la selección apareció en el momento justo. Afinó su muñeca y desplegó un gran acierto en el tiro exterior para abrir la brecha y aumentar la diferencia en el marcador con los argentinos, que no eran capaces de seguir el ritmo. Finalizó la primera mitad como el máximo anotador de la selección con 8 puntos, y culminaría en dobles dígitos 11 puntos, a los que hay que añadir 10 rebotes.
A pesar de una pequeña reacción de la albiceleste en el último cuarto, España controló el partido en su totalidad durante la segunda mitad. Fue el momento en el que Marc Gasol despegó su mejor juego y daría la puntilla con España proclamándose campeona del mundo por segunda vez en su historia.
El pívot de los Toronto Raptors finalizó con 14 puntos, 7 rebotes y 7 asistencias. Scola no encontró ningún tipo de respuesta para detener a Gasol, que se convierte en el segundo jugador en toda la historia en ganar el anillo y un mundial en el mismo año tras Lamar Odom.
De Saitama a Pekín
Parece existir un aura especial alrededor de la selección española y las tierras asiáticas cuando se refiere de un campeonato internacional. El primer mundial llegó en Saitama, y el segundo ha sido en Pekín. Nadie confiaba en las opciones de la selección a causa de las bajas y de las grandes plantillas del resto de selecciones, pero la garra, el equipo y el gran trabajo de Scariolo han conseguido llevar a España a lo más alto.
Ricky Rubio, un MVP de libro
Antes de que comenzara el torneo, el nuevo base de los Phoenix Suns advirtió a todos de que este iba a ser su Mundial. Cumplió con su palabra, y se ha convertido en uno de los líderes más importantes de este nuevo título mundial. Ya no es un niño, como bien dijo después del partido frente a Italia en la segunda fase.
El base de El Masnou se ha llevado el MVP del torneo, así como el de la gran final, gracias a sus 20 puntos, 7 rebotes, 3 asistencias y 19 de valoración.