ANÁLISIS | Las 4 claves de Orlando en el viaje hacia los Playoffs

Los de Central Florida se ilusionan nuevamente con los Playoffs

La ansiedad llegó a su fin en Florida y todo está listo para una temporada de la NBA que para el Magic tendrá su inicio ante sus fans en el Amway Center. Los trabajos en la preseason fueron variados y la confianza en un buen año existe en la franquicia.

Tres triunfos y tres derrotas fue el saldo en números que arrojó la pretemporada, donde todo fue consecutivo, se empezó con victorias y se culminó con las derrotas. Estas son las claves que ha dejado esta pretemporada:

1. Pérdidas de balón

Siendo un poco más específico con el juego en sí, la preparación tuvo un poco de todo, con dos caras para el equipo pero nada que no sea de solución. Puntualmente, hubo algunos problemas a la hora del control de balón, y eso se vio en el alto número de pérdidas que hubo en cuatro de los seis juegos de preparación, con 19.8 pérdidas en cada uno de esos cotejos. Posiblemente esto sea causa de la falta de ritmo y rodaje, producto del inicio del año, y con el correr de los días esto mejore. Más seguridad, más confianza para jugar y que corran los partidos. Esa también fue la mirada tanto Evan Fournier como del entrenador Steve Clifford.

2. Aaron Gordon

Otro punto a considerar es el bajo nivel mostrado por Aaron Gordon, con tan solo 9.8 de promedio en toda la pretemporada. Desde aquí creemos que estos juegos de preseason son solo parte del entrenamiento y que este periodo se utiliza para poner en óptimo estado de forma a todos los jugadores y desarrollar el modelo de juego elegido, sin embargo en este caso de Gordon miramos otra cuestión.

El «Blake Griffin de hacendado» afronta ya su sexto año en la Liga, y tras haber tenido un gran cierre de campaña pasada, se espera que demuestre ser la segunda espada del equipo junto a Vucevic, y allí radica parte de una incipiente preocupación. En este periodo solo se destacó con 25 puntos ante los Pistons, y mostrando en los demás juegos un nivel muy bajo. El juego ante los Celtics el penúltimo fue realmente preocupante, puesto que al ausentarse Vucevic debía mostrarse como el líder anotador y tan sólo logró 1/14 tiros de campo. Misma tendencia siguieron en los dos últimos ante el Heat y Sixers.

Gordon ha mejorado su juego en el perímetro y el movimiento de sus pies, manteniendo su fuerza para llegar al aro, pero debe ser más consistente si quiere dar un pasito más. Lo importante es que no pierda su confianza y buscar variantes ante las defensas del backcourt. Tal vez sea hora de que rote más el balón y encontrar espacios sin el dominio del mismo, jugar sin él y buscar la sorpresa como alternativa de ataque.

3. Banquillo

Markelle Fultz comenzará liderando la segunda unidad. Fuente: Sky Sports

Lo mencionamos al inicio y ahora lo reiteramos, y aunque a la luz del propio show del juego parezca poca cosa y sin mucha confianza, muchos en la franquicia esperan la vuelta de Markelle Fultz, que obtenga minutos y ritmo de a poco, para que muestre su verdadero juego y se transforme en el point guard que el Magic necesita desde hace tiempo, desde que Jameer Nelson dejó vacante ese lugar. Es importante que el ex Philadelphia confíe en sus condiciones y que se olvide de sus problemas en el hombro para ser lo que muchos creen de él.

Esta vuelta de Fultz, se suma a la llegada del veterano Aminu, buen defensor y buen jugador de rol. Estos dos jugadores componen la segunda unidad con Terrence Ross, Mo Bamba y Michael Carter Williams, formando un quinteto de rotación que para el entrenador significa un aumento de talento respecto a la temporada pasada.

Una mayor rotación traerá múltiples variantes para el armado de quintetos sobre la pista, y siguiendo el estilo de juego que llevó al equipo a los Playoffs, la inserción de Aminu debe ser clave a la hora de dar sustento a esa fase defensiva que tan buenos resultados trajo. Otro punto a considerar es Mo Bamba, quien renovado en su contrato cuenta con saldo para este año desarrollarse y ser un valor de aporte en la pintura junto a Vucevic. Recordemos que Jonathan Isaac logró esto mismo y se convirtió hoy en titular del equipo. En Bamba se espera algo similar y que sea dominante en la zona

4. Lo siguiente, la ofensiva

Ya hemos dicho en otra oportunidad que aquello que llevó a Orlando devuelta a los Playoffs fue su gran capacidad para defender. Ahora, ya sabiendo que es lo que hay que obtener para seguir compitiendo en lo alto, el equipo debe apuntar a mejorar sus armas en ofensiva. Básicamente, es Nik Vucevic se lleva los laureles en este apartado. Ante ello, por algo el bajo nivel de Aaron Gordon mostró preocupación, porque se supone que tiene que ser el ladero del center de Montenegro.

Fundamentalmente, el equipo carece de jugadores que rompan líneas en el 1vs1, para no depender siempre de rotaciones, picks and rolls, tiro externo, etc. Evan Fournier, Gordon, desde el banquillo Terrence Ross, y, porque no, Isaac si entrena bien esa fase del juego, tienen que evolucionar y ser variantes para Steve Clifford. Los ataques esquematizados, de pizarra y con movimientos mecanizados siempre son de gran valor y equipos exitosos se construyeron con eso. No obstante, los mejores equipos presentan oposiciones fuertes, como lo fueron los Raptors en esa primera ronda y ante eso lo «imprevisible» tiene que aparecer.


Comienza la cuenta atrás para una temporada con más optimismo que años atrás en este lado de Florida Central. Hay confianza, y el equipo supo darse cuenta que se puede competir entre los mejor. El objetivo para el Magic es lograr regularidad de rendimiento, no en resultados, pero si en continuar ese estilo fuerte en defensa para sentirse seguros y buscar los partidos. Importante ha sido mantener el 95% de la plantilla, confiar en los jóvenes y renovar la confianza en jugadores que hace 4, 5 años juegan juntos y que hoy pueden estar disfrutando de su progreso, en el cual Steve Clifford tiene que como deber mantener ese desarrollo y por consiguiente validar sus credenciales de head coach confiable como lo fue en su primer año en la franquicia.

Muchos objetivos, cierto, pero también mucha ilusión.