Inmejorable plan para la mañana del domingo en Madrid, el segundo clasificado de la ACB recibía al tercero en un duelo de altos vuelos en el WiZink Center. El Real Madrid se enfrentaría al Casademont Zaragoza, un equipo que trataría de quebrantar la fabulosa racha de los locales para así arrebatarles la segunda posición. No obstante, los de Pablo Laso, conocedores del bagaje de su rival, no afrontaban este partido como uno más, pues el propio técnico blanco calificó el encuentro como «un partido grande» en la previa.
Y así empezaría el primer cuarto del choque entre aragoneses y madrileños, con el cuadro visitante poniendo contra las cuerdas a los merengues. Liderados por un Alcocén muy preciso en el tiro y un D.J. Seeley muy constante en los primeros compases, los de Porfirio Fisac obligarían al Real Madrid a sacar sus mejores armas para disputar el encuentro. Con la salida de los intangibles al terreno de juego, los locales empezaron a romper el partido de la mano de Jaycee Carroll. No obstante, sería en el segundo cuarto cuando Rudy Fernández y Nico Laprovittola pondrían tierra de por medio con un parcial de 26-13. Alcocén y Brussino no fueron capaces de seguir el ritmo ofensivo de los locales, que con el partido abierto y las transiciones rápidas gozarón de un festín desde la línea de 3.
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Con 16 puntos de diferencia al descanso, Pablo Laso puso el piloto automático y es aquí cuando pudimos ver la mejor versión del Casademont Zaragoza. Tanto en defensa como en ataque los visitantes tenían menos problemas e incluso tomaban la iniciativa por momentos. Sin embargo, de poco serviría, la calidad del cuadro dirigido por Pablo Laso y su capacidad de concentración y reacción sería suficiente para mantener la ventaja en los mejores minutos de su rival. En el ecuador del último cuarto cuando la diferencia entre ambos equipos bajó de los dobles dígitos, sería Fabian Causeur quien apenas permitiría creer a los visitantes en la remontada. Finalmente, la solidez y la perseverancia dieron sus frutos, 92-70 para los blancos, que mantienen su segunda plaza.
La firmeza y la calidad del Real Madrid no dejaron despegar a un Zaragoza, que pese a la abultada derrota, dejó buena imagen. En la bancada visitante es inevitable destacar el regreso de Carlos Alcocén a la que fue y en un futuro será su casa. El base de 19 años se metió en el bolsillo a la parroquia madridista con talento y desparpajo. Por parte del Real Madrid, como siempre, destaca la actuación coral de todo el equipo y el debut de la nueva perla blanca Matteo Spagnolo.