Chicago Bulls se separa de Jim Boylen
Boylen deja de ser el entrenador de los Bulls
Cinco meses después de la suspensión de la temporada, se ha cumplido el sueño de muchos de los aficionados de los Chicago Bulls. La franquicia anunció durante la tarde de ayer que habían despedido al entrenador jefe Jim Boylen. El equipo de la ciudad del viento completó un récord de 39 victorias y 84 derrotas en las dos temporadas en las que ha ocupado el asiento principal de los Bulls.
“Después de hacer una evaluación integral y darle al proceso el tiempo que merecía, finalmente decidí que era necesario un nuevo enfoque y una evolución en el liderazgo. Fue una decisión muy difícil, pero es hora de que nuestra franquicia dé el siguiente paso a medida que avanzamos en una nueva dirección y era del baloncesto de los Chicago Bulls. Jim es un gran ser humano que se preocupa profundamente por esta organización y por el baloncesto. Quiero agradecerle por su profesionalismo y compromiso con la franquicia».
Estas eran las palabras del comunicado lanzado por parte del presidente de operaciones de baloncesto, Arturas Karnisovas, que comenzará la búsqueda de un nuevo entrenador jefe, donde se han revelado varios nombres que interesan especialmente en la franquicia.
Wes Unseld Jr., asistente en Denver Nuggets, Kenny Atkinson, Adrian Griffin, asistente en Toronto Raptors y Darvin Ham, asistente en Milwaukee Bucks, son los principales candidatos a hacerse con el puesto, según confirmaba Adrian Wojnarowski de la ESPN.
Desde prácticamente el momento en el que fue elegido para hacerse con el puesto de entrenador interino tras el despido de Fred Hoiberg, hubo muy mala sintonía entre el técnico y los jugadores de los Bulls. era una de las medidas que se pedía ansiosamente por parte los aficionados de la franquicia de Illinois, que tendrá que esperar para saber quién será el nuevo encargado de reconducir el proyecto.
De esta manera, los Bulls ponen fin a una etapa en la que no consiguieron cumplir sus expectativas y se produce una renovación completa tanto en los despachos como en el banquillo para cortar de raíz con el problema.