Terry Stotts y el problema de la rotación de bases

Lillard y McCollum, siempre alguno de ellos en cancha

Wikimedia (CC)
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Está claro que si hay un jugador que nos está sorprendiendo está temporada es C.J. McCollum, gran parte de su rendimiento se debe a que comparte back-court con uno de los mejores armadores de la liga («No un All-Star ni un Team USA»): Damian Lillard.

Ahora bien, con un equipo con pocos recursos a parte de su armador estrella y el sorprendente escolta, los Blazers mantienen siempre a alguno de ellos en cancha: por lo general, cuando Lillard sale a descansar en el primer cuarto, McCollum permanece en pista y así sucesivamente.

¿Por qué? Bueno, Portland no cuenta con jugadores que destaquen por su control de balón. Cuando Lillard se sienta, quien toma el control es McCollum. El armador suplente, Tim Frazier, no es un gran lanzador y eso, en la NBA moderna cuesta mucho. Además, se necesitan bases que puedan iniciar las jugadas para el resto del quinteto, pues ni Aminu, Leonard, Henderson, Crabbe y demás son capaces de crear su propio tiro.

Sin embargo, el problema en este caso es que las estadísticas que usa Blazers Edge está demostrado que cuando Lillard toma descanso y McCollum hace la base, el futuro MIP baja considerablemente su efectividad en tiros de campo:

  • Con Lillard: 45,6% TC 41,6% 3PT.
  • Sin Lillard: 35,4% TC 27,5% 3PT.

El equipo ha encajado buenas actuaciones ofensivas pero es claro que hay un gran vacío en la base, porque Stotts está condicionado al no tener un base suplente de buen nivel. Otra alternativa podría ser, como insinuaba previamente, que o Henderson o Aminu pudieran tomar la batuta del equipo por momentos como lo hacen Iguodala en los Warriors o James en los Cavs por citar un par de ejemplos.

Finalmente, la última solución que podría traer un armador que pudiera hacerse cargo de la segunda unidad es que Lillard y McCollum compartan más minutos en cancha, algo que definitivamente el viene muy bien a los dos y por supuesto, a los Blazers.