El Pepsi Center es el pabellón con menos asistencia de público

Michael Malone ha llamado la atención de sus dirigidos

(CC) Flickr: Mlchael Tlpton
(CC) Flickr: Mlchael Tlpton

Esta vez no hablaremos del juego del equipo de Colorado que hoy marcha lejos de los puestos de playoffs con 14 victorias y 24 derrotas, en donde 11 de estas derrotas fueron en condición de local, sino que nos referimos al escaso apoyo que esta teniendo el equipo en cuanto a asistencia al Pepsi Center en los últimos encuentros. Sobre este tema hay alguien que ha salido al paso, el técnico Michael Malone, que como sabemos es un tipo obsesivo del juego que busca tener bajo control de cada detalle, incluso de aquellos que van por fuera del rectángulo de juego.

Las palabras de Malone sobre este tema son del todo oportunas puesto que en este momento y según un ranking de ESPN el equipo de los Nuggets es el último equipo en cuanto a asistencia de público en partidos de local, con un promedio de 13.810 asistentes por partido, lo que alcanza solo a cubrir algo más del 70% del total del Pepsi Center para partidos de baloncesto.

Los Nuggets son un equipo sin grandes estrellas y para mala suerte complicado por las lesiones, cuestión que ha afectado a la asistencia del público menos acostumbrado de ir al estadio. Por esta razón podríamos suponer que hoy en día el público que está yendo al pabellón de Denver son los fanáticos más fieles, aquellos que frente a toda tormenta han resistido con la esperanza intacta que el cuadro de Colorado levante su rendimiento y alcance un cupo de playoffs. Algo muy similar podriamos decir de los últimos puestos de la tabla: Timberwolves, Nets, Bucks, Sixers y Pistons.

Fuente: ESPN

A principios de temporada cuando Malone recibía al equipo, en su primera conferencia de prensa habló de la fortaleza de los Nuggets en condición de local, sobre esto: la famosa altura de la ciudad, el juego de contragolpe, y una afición fiel podían ser claves para transformar al Pepsi Center en un bastión.

La idea sigue en pie, pero Mike Malone en una entrevista con BSN Denver ha buscado desde la sinceridad exculpar a los aficionados y centrar el llamado de atención en sus dirigidos por no estar a la altura de lo que piden los fans:

«La realidad es que no tenemos un gran ventaja de campo. Cuando hemos tenido un gran apoyo de los fans o una gran asistencia de aficionados, es normalmente debido al otro equipo y esa es la realidad aquí. Tenemos que construir algo por lo que nuestros fans estén lo suficientemente contentos de venir a apoyarnos, y nosotros no hemos hecho eso aún. Por lo tanto esto es algo entre el equipo y la franquicia».

La mención a la dirección franquicia no es gratuita debido a que el precio de las entradas promedio para ver a los Nuggets de jugar de local es del orden de los 64,49 dolares. Precios de entradas que increíblemente sitúa a Denver en el mismo nivel que equipos de ciudades como Chicago, New York, Los Ángeles o Dallas.

Si a todo esto sumamos que la asistencia no es algo que se mantenga durante todo el partido debido a que varía según como vaya el encuentro, hace que en más de una ocasión se vea el estadio bastante vacío en los últimos cuartos de juego en los que el equipo se aproxima a una derrota.

En definitiva, el precio de las entradas, el mal ránking y el problema de las lesiones que se arrastra desde principios de temporada han sido factores para el desencanto de la afición por asistir al Pepsi Center, a esto se suman las rachas negativas de local y que poco a poco el equipo empieza a despegarse de los puestos de playoffs.

El llamado de atención del entrenador Malone esta en su justo sitio, hay algo que tanto equipo como franquicia tienen que cambiar para hacer del juego un espectáculo como lo merece el público de Denver, llegado ese momento la sinergia público-equipo puede generar el revulsivo necesario que los Nuggets andan buscando.