Especial Navideño: Sorpresas Conferencia Oeste
A pesar de las circunstancias, estos conjuntos sorprenden
En el Oeste conseguir un billete para viajar a la postemporada exige pagar un precio elevado. Ya no solo existe la competencia de los que se presuponían, sino de otros equipos que suben peligrosamente en la escala de las expectativas. Los Houston Rockets de James Harden, llevando a la máxima potencia su idea con Mike D’Antoni; unos Angeles Clippers que desean de verdad poder demostrar que son contenders; los Memphis Grizzlies y su espíritu combativo; Russell Westbrook guiando a los Thunder a ritmo de triple-doble; y los jóvenes y entretenidos Angeles Lakers de la mano de Luke Walton.
Houston Rockets
Houston Rockets terminó la pasada temporada cayendo en primera ronda contra los Warriors y era un equipo con un proyecto muy difuso, sin un rumbo claro y con un coach interino como J.B. Bickerstaff que no estaba preparado para tomar las riendas. James Harden se había dejado llevar, sobre todo en defensa, y la franquicia no pintaba nada bien. En verano decidieron apostar por un cambio radical con la contratación de Mike D’Antoni y toda una serie de fichajes para radicalizar el estilo rápido y sin tiros de media distancia. Llegaron Eric Gordon, Ryan Anderson o el brasileño Nenê, pero nadie con un perfil defensivo (se marchó Howard además, peor en ese aspecto). Por tanto, viendo la plantilla todo el mundo se lanzó rápidamente a escribir o comentar que los partidos de los Rockets serían a 140 puntos por equipo y que no habría una sola defensa buena en los 48 minutos. Ni una sola defensa, todo un correcalles constante… muchos analistas y expertos en la NBA pronosticaron que este equipo no llegaría a ningún lado, tendrían muchos problemas para clasificarse inclusive para los PlayOffs y para nada serían un equipo peligroso si lo lograban.
Han cumplido gran parte de las expectativas en cuanto al estilo, son el cuarto mejor ataque de la liga y se han radicalizado hasta el punto en que han eliminado casi por completo la media distancia y están batiendo constantemente récords en cuanto al triple se refiere (lanzados, anotados, en conjunto de partidos, etc). Cuando tienen el día son mortíferos en ese aspecto; pero es que además están defendiendo mejor de lo esperado. En estos momentos se encuentran en el puesto 16 defensivamente, bastante aceptable viendo las piezas que teóricamente tenían para ello. Es por eso que están sorprendiendo tanto, su estilo puede llegar incluso a cansar, sobre todo si no eres un fanático del lanzamiento exterior, pero sin ninguna duda están siendo efectivos. Prueba de ello es la clasificación, pues se encuentran en la tercera posición de la Conferencia Oeste con un nada despreciable 21-7 de balance y con 10 victorias seguidas que hacen ver cómo este equipo está mucho mejor conjuntado de lo que a priori podría parecer.
Los vestuarios del partido del All-Star ya tienen una de sus taquillas reservadas para James Harden, pero más allá de él no se espera que nadie más vaya seleccionado; es un equipo de un solo hombre importante y muchos buenos secundarios. De cara a la postemporada, se debería esperar que descendieran algunas posiciones, pues equipos como los Clippers parecen más sólidos a largo plazo, aunque en la NBA actual puede pasar de todo. Lo que sí deberían tener claro es que la defensa debe subir un par de peldaños si de verdad quieren competir cuando las cosas se pongan serias, porque con un buen ataque puede no ser suficiente. De todas formas, deberían superar la primera ronda y luchar por las Finales de Conferencia, pese a que el Oeste está plagado de grandes equipos que pueden complicarle la vida a cualquiera; los Rockets, de hecho, son uno de ellos.
Los Angeles Clippers
La temporada anterior terminó de forma muy decepcionante para Los Angeles Clippers, cayendo en primera ronda contra unos Blazers teóricamente inferiores y haciendo tambalear el proyecto; que no iba hacia adelante sino que parecía ir incluso hacia atrás. Sin embargo, mantener la base intacta era algo imprescindible para los californianos y lo hicieron, porque las piezas principales estaban más que acopladas y se les consideraba un equipo de élite; pero además este verano supieron moverse muy bien para conseguir secundarios que realmente aportaran un extra en el equipo. Algunos de esos nombres fueron Raymond Felton o Marreese Speights (además de los más secundarios Brandon Bass o Alan Anderson), que realmente han dado un lavado de cara a la segunda unidad bien necesario. A pesar de ello, no hubo ningún movimiento de especial renombre y los seis o siete jugadores principales seguían siendo los mismos, con lo que no se esperaba una mejora importante ni en juego ni en clasificación; seguirían siendo los eternos contenders que no llegan a nada según los analistas.
A día de hoy la sorpresa no llega tanto por balance ni clasificación, ya que se encuentran cuartos en el Oeste con un 20-7 de récord, sino más bien por sensaciones de juego. Los Clippers fueron un equipo de élite en la pasada campaña, siendo el octavo mejor ataque y la sexta mejor defensa de la competición. Aun así, este año han conseguido dar incluso otro paso más y han subido hasta el quinto mejor ataque, manteniendo esa sexta defensa respecto a la temporada pasada. Eso se debe en parte gracias a la recuperación de Blake Griffin, que pese a que ahora se ha vuelto a lesionar ha estado sano hasta el punto; al contrario que la temporada anterior que se la pasó casi en blanco. También se debe a esa mejora del banquillo y a otro factor clave, Doc Rivers ha colocado a Luc Mbah a Moute como alero titular en lugar del veterano Paul Pierce, que casi no tiene presencia ya en la rotación. Minipunto para el entrenador de los Clippers, que a base de pequeños ajustes está consiguiendo un equipo incluso más competitivo de lo que podía parecer.
Con la baja de Blake Griffin para las próximas cuatro o seis semanas, su participación en el All-Star Game se complica, hecho que podría favorecer que a Chris Paul le acompañara DeAndre Jordan como integrantes del equipo; aunque el inicio de campaña del bueno de Blake haya sido más que notable hasta la lesión. De cara a la postemporada, este equipo debe luchar por superar a los Rockets y buscar el mejor emparejamiento posible, situándose si les es posible a la par de los Spurs inclusive. A partir de ahí, el Oeste es muy duro de pelar, pero las Finales de Conferencia deberían ser un objetivo mínimo, puesto que tanto Paul como Griffin terminan contrato este verano y si no terminan con buen sabor de boca podrían abandonar la nave en busca de una oportunidad mejor, dejando a los Clippers compuestos y sin novia.
Memphis Grizzlies
Memphis Grizzlies es un equipo catalogado como defensivo en los últimos tiempos y así lo era la temporada anterior, teóricamente. En la que sería la última campaña con David Joerger al frente del proyecto, los Grizzlies basaban su juego en la defensa, pero terminaron en el puesto 19 en esa clasificación; nada iba bien. Así, en verano y con la marcha del entrenador se apostó por mantener la base pero revolucionar parte del equipo. Dicho de otra forma, se contrató a un entrenador novato pero reputado asistente de Spoelstra en Miami, David Fizdale, y se firmó a un jugador polivalente como Chandler Parsons, además de renovar a Mike Conley por una millonada. Por tanto, en Tennessee conseguían un proyecto renovado, pero manteniendo la columna vertebral intacta, con solo un cambio en el quinteto inicial (el de Parsons) más otro añadido que realizaría Fizdale después entre dos jugadores de la plantilla, JaMychal Green y Zach Randolph intercambiarían sus roles. Aun así, esto es el Wild Wild West; no es fácil clasificarse para la postemporada y entre el coach rookie y unas bases ya muy vistas, pocos daban un duro por ellos.
La sorpresa de los Grizzlies no viene tanto por plantilla, que como hemos dicho mantenían gran parte de los jugadores clave, sino por las lesiones. Chandler Parsons, su teórica nueva arma ofensiva, solo ha disputado siete partidos hasta la fecha y tiene para un tiempo; aún arrastra problemas del año anterior. También Conley ha sufrido una lesión grave que se esperaba que le tuviera hasta dos meses fuera, aunque por suerte tras dos semanas pudo volver. James Ennis (sustituto de Parsons) también ha estado lesionado casi media temporada, Z-Bo, Vince Carter, Tony Allen… casi toda la plantilla se ha perdido algún encuentro; pero los Grizzlies han seguido ganando. Están en una increíble quinta posición con un balance de 18-10; y además son la mejor defensa de la competición. Por tanto, han seguido con la filosofía defensiva pese a las innumerables bajas y han progresado hasta ser excelsos en lo que hacen; los frutos son ese magnífico quinto lugar y el descubrimiento de muchos nombres para el futuro de la franquicia como el de Green, Baldwin o James Ennis, todos con mucho más protagonismo del esperado pero superando las expectativas.
Marc Gasol. Ese nombre debe estar entre los seleccionados para el próximo All-Star a no ser que alguna lesión se interponga; está jugando a un gran nivel. Pese a su actuación y a que en principio deberían ir incluso más hacia arriba en cuanto recuperen efectivos importantes, es posible que el grupo empiece a perder fuelle cuando los meses vayan avanzando; sea por desgaste de los que ahora se están acumulando de minutos o porque costará ir acoplando todas las piezas conforme vayan estando disponibles, o también porque en el Oeste no puedes dormirte y hay muchos equipos fuertes atrás como Jazz o Thunder que les pueden arrebatar ese lugar. Aun así, el objetivo de PlayOffs debe seguir siendo una meta a alcanzar y plantar más cara que el 4-0 que se llevaron la temporada anterior, también. Pese a ello, con el factor cancha en contra y los grandes equipos que copan las primeras posiciones, superar la primera ronda se antoja muy complicado.
Oklahoma City Thunder
El verano de OKC Thunder empezaba de la peor manera tras dejar escapar la ventaja en la serie y perder contra los Warriors en las Finales de Conferencia; y siguió todavía peor cuando Kevin Durant abandonó al equipo de toda su carrera para unirse al rival que les acababa de eliminar. De golpe y porrazo, los Thunder pasaban de ser contenders a un equipo de media tabla. Aunque extraño, el movimiento con los Magic por Ibaka les supuso un golpe de aire fresco, pues la tercera espada abandonaba la nave pero a cambio recibían varias piezas interesantes como Oladipo o el recién drafteado Sabonis. Pese a este último movimiento, OKC Thunder estaba destinado a la mediocridad y la reconstrucción de cara a formar otro bloque como el que se acababa de destruir; a no ser que Russell Westbrook estuviera a la altura de los más grandes de la historia (por números y por impacto en un equipo).
Justamente esto es lo que está sucediendo, Westbrook se está pasando la NBA en modo leyenda y está ganando a todo par que se le ponga por delante, sea un reputado defensor o un anotador compulsivo, él siempre gana. Esta máquina del triple-doble, que va a ritmo de batir récords de la época de Chamberlain o incluso de la de Oscar Robertson, está soportando todo el peso posible de los Thunder y les está llevando a ganar un partido tras otro. Así lo demuestra su récord, 16-11 y séptimos del Oeste. Para nada es una posición destacada y si se compara con la temporada anterior es peor en casi todos los aspectos (excepto en la defensa, donde eran 13º y ahora andan 9º); pero es que de este equipo no se esperaba siquiera un lugar en la postemporada y en cambio a día de hoy parece que van a entrar con total seguridad. Solo una lesión del #0 de OKC supondría un bajón insuperable, el resto son buenas piezas secundarias (Kanter, Adams, Oladipo…) pero irrelevantes al lado de lo que está haciendo RW.
Una vez más, Russell Westbrook es el alma de este equipo y sin él posiblemente estarían luchando por no ser el último de la Conferencia. Por tanto, todo éxito pasa por él y los PlayOffs solo seguirán estando al alcance de la mano mientras él siga a este ritmo. Mirando un poco más a medio o largo plazo, hay jóvenes como Sabonis, Cameron Payne o Álex Abrines que deberán seguir su desarrollo y OKC no debe frenarles por intentar «tener éxito» a corto plazo; pues una hipotética postemporada hoy puede significar un mal desarrollo de los assets para el mañana y complicar el proyecto cuando de verdad importe. Los PlayOffs sí son un objetivo alcanzable; más allá de una primera ronda este equipo no tiene mucho más donde aspirar, a no ser que Westbrook quiera.
Los Angeles Lakers
La temporada 2015/16 de los Lakers estuvo marcada por un solo hecho, la retirada de Kobe Bryant. Todo lo que no estuviera relacionado con ello no tenía importancia la campaña anterior, y eso deterioró mucho un proyecto joven que tenía muy buena pinta, pero que solo pareció dar pasos hacia atrás. Después de Abril, se abrió un periodo de fichajes que no fue el mejor tampoco para lo que se pretendía, trayendo a dos veteranos de renombre como Deng y Mozgov, pero con unos contratos demasiado largos. Aparte, seleccionaron a Brandon Ingram en el Draft, con lo que Deng quitaba protagonismo a una pieza importante para el futuro de la franquicia. Solo la contratación de Luke Walton proveniente del cuerpo técnico de Steve Kerr en GSW trajo algo de luz, algo de hype a unos Lakers necesitados de ello. No llegaron estrellas, los jugadores que llegaron no se entendía muy bien porqué o no se entendía muy bien su contrato… casi todo el mundo colocó a los Lakers de nuevo en el pozo de la mediocridad de la Conferencia Oeste también para esta temporada; sería un año más de transición en busca de un proyecto a largo plazo, otro año de tanking en el que los jóvenes estarían más cansados de perder.
Sin embargo, Walton ha conseguido encajar muy bien su estilo con los jugadores y dar rienda suelta a los jóvenes para que se sigan desarrollando. La 11ª posición de Conferencia y un récord de 11-19 les empieza a situar donde les correspondería por predicciones, aunque un inicio de campaña con muchas victorias y actuaciones interesantes hizo que los Lakers recuperaran ese aura de gran proyecto que parecía faltarles en los últimos tiempos. Además, Walton ha conseguido que pese a que no lleguen las victorias, sí se juegue un mucho mejor baloncesto que con Byron Scott. Con Scott el equipo era el 29º en ataque y el último de la liga en defensa, un completo desastre. Con Walton siguen siendo muy malos en defensa (29º), pero por lo menos el ritmo endiablado que impone gracias a D’Angelo Russell y Jordan Clarkson (cuarto ritmo más rápido de la NBA) permite que el equipo mejore hasta la 19ª posición en ataque. De nuevo, eso no significa que el equipo sea una maravilla, pero sí es mucho mejor que la pasada temporada y sí es mucho mejor de lo que se esperaba.
Para Los Angeles Lakers la prioridad debe seguir siendo el desarrollo de los jóvenes, el futuro a medio e incluso a largo plazo. Para nada deben intentar entrar en la postemporada, sino que más bien deberían mirar de cara al próximo mercado estival, contratar algún agente libre que les mitigue su carencias (no como Metta World Peace, por ejemplo) y seguir dando pasos hacia adelante; porque en el Draft su ronda se la van a quedar los Sixers casi con total seguridad (debería quedar entre las tres primeras elecciones para que se lo quedaran los Lakers, como ya pasó esta pasada campaña). La base con Russell, Clarkson, Larry Nance Jr, Ingram y Randle es muy buena y tiene futuro, pero en los Lakers se sabe que los focos de Hollywood atraen mucho y a veces pueden cegar la realidad; deben evitar intentar traer algún agente de renombre que comprometa el proyecto y después no se alcance la cota deseada. El proyecto puede llegar a obtener el título, pero esta vez los Buss deberán tener paciencia y dejar trabajar a Walton y su staff técnico.