Show de Thompkins en plena invasión burgalesa
Real Madrid 104-93 San Pablo Burgos
Insuperable atmósfera la que se vivía en el WiZink Center el domingo por la tarde. La afición que arrastra el San Pablo Burgos cada partido había invadido el feudo blanco, salpimentando así un duelo a priori bastante descompensado. Ya que pese a la inferioridad en cuánto a juego y marcador, los visitantes respaldados por su afición no dieron la espalda al partido en ningún momento.
Monólogo blanco
Vibrante el inicio de partido que realizaron los de Pablo Laso, en el que aprovecharon todas sus situaciones de ventaja. Especialmente en los emparejamientos ofensivos, aquí la superioridad física de Taylor y Tavares sobre sus pares era abismal. La efectividad local arrollaba a un San Pablo Burgos que no generaba espacios en ataque y sufría mucho en transiciones defensivas. La sangría blanca terminó en una diferencia cercana a los 20 puntos en poco más de 6 minutos. Gran actuación de Trey Thompkins, que realizó una enorme lectura de los espacios y de la defensa de su rival tras pick and roll.
Por otro lado, el cuadro de Joan Peñarroya no encontraba la forma de lastimar a la defensa del Madrid y se mostraba muy desesperado en la protección del aro. La impulsividad les obligaba a dejar muchos tiros sin puntear, situaciones en las que un equipo de semejante calibre no perdona. A todo esto, se le sumaba que los merengues estaban tirando de jugadores poco habituales, por lo que la voluntad por la reivindicación era mayor ante una floja segunda unidad de los visitantes.
Triple de Laprovittola para el +18. #LigaEndesa pic.twitter.com/JQpdo0rwin
— Basket en Movistar+ (@MovistarBasket) December 8, 2019
Reacción a base de triples
Tras el monólogo por parte de Thompkins, Laprovittola y compañía apareció un Burgos, que alentado por su afición, mejoró su imagen. Con un festín anotador desde más allá de la línea de 3 se llegaron a situar cerca de los 10 puntos de desventaja. No obstante, de poco serviría el arreón si seguían sin mantener la calma y la coherencia en la defensa. El marcador era un buen reflejo de ello, las sensaciones mejoraban la imagen visitante, pero el partido tenía un claro dominador.
Peñarroya no le sigue el ritmo a Thompkins
Tras el paso por vestuarios la narrativa del choque no cambio, la segunda mitad empezaba calcada a la primera. Con una ventaja superior a los 20 puntos, dio inicio el show de Tavares, rebotes, tapones y puntos, muchos puntos. El ex NBA junto a Facu Campazzo daba ese toque de intensidad que el partido requería, pues con tanta ventaja es muy fácil relajarse y este equipo es propenso a ello. La actuación individual de Benite quedaba empequeñecida por la constancia de un equipo que ya va líder de la mejor competición doméstica de Europa.
Susto final, cortesía de McFadden
Y cuando todo parecía acabado con el Real Madrid superando a su rival en casi todos los registros, llegó Thaddeus McFadden. Un tipo dispuesto a revolucionar el partido y enloquecer a la gran multitud de aficionados burgaleses presentes en la capital. Los visitantes se llegaron a situar por debajo de los dobles dígitos, logrando una gesta increíble ante un cuadro casi perfecto. Pero cuando los locales volvieron a dar su máximo de la mano de Deck y Tavares, el partido volvió a su cauce natural. 104-93, en un encuentro realmente bonito, gracias al corazón de un equipo y una afición únicos.