Matthew Dellavedova, el guerrero de los Cavaliers

Está siendo determinante en las Finales de la NBA

 

Ha hecho lo que ha estado hacienda durante toda la temporada cada vez que así se lo hemos pedido. Es un chico valiente que sabe jugar. Ha habido muchos comentarios sinsentido sobre su estilo. Creo que todo el mundo que le mira  con objetividad y justicia ve en él a alguien que juega al baloncesto duro, con corazón y entrega. Siempre está ahí para sus compañeros y viceversa. Estuvo enorme, necesitábamos que lo estuviera”.

Keith Allison (CC)
Keith Allison (CC)

Si una vez acabado el partido, tu entrenador dice esto de ti… ¿qué puede haber salido mal? Fueron las palabras de David Blatt refiriéndose al partido de Matthew Dellavedova, el héroe de Ohio.

Muchos daban hace 48 horas a Golden State Warriors como ganador de la final de la NBA ante la sensible baja de Kyrie Irving para lo que resta de temporada. Una lesión que llega en el peor momento de la temporada, sin margen para reaccionar, y que ponía en la punta de la picota a Matthew Dellavedova.

Autraliano, no fue drafteado.. Un base pequeñito, con cara de ratón y profunda barba, un leñador que juega al baloncesto, un jugador que bien podría pasar por un aficionado.

Los Cavs le dieron en 2013 la posibilidad de hacer su sueño realidad y jugar en la mejor liga del mundo, el bueno de Delly saldó anoche su deuda, siendo el verdugo de unos Warriors en general, y un Stephen Curry en particular, que se las prometían muy felices.

Nunca subestimes el corazón de un guerrero, eso deben pensar hoy en la zona de la Bahía, y es que el bueno de Dellavedova saltó ayer al campo con la misión de hacer olvidar a Kyrie Irving.. y parar a Curry. Y vaya si lo consiguió.

Fue una auténtica tortura para el MVP, le secó y le sacó del partido. Fue una pegatina, pasaba los bloqueos con una velocidad tremenda, sin dar un metro a Steph, que acabó desquiciado, llevándose a casa el récord histórico de más triples fallados en una noche de final, nada más y nada menos que hasta 13 tiros.

«Jugó duro y se mantuvo fiel al plan de su equipo. Defendió como se espera de cualquier profesional, sin rendirse en cualquier posesión«, decía Curry.

Solo 19 puntos para Curry con un nefasto 5 de 23 en tiros de campo, además de un airball en la jugada decisiva del partido, todo ello, siempre, con la mano, el cuerpo, las piernas… con todo Dellavedova pegado a él. Un incordio constante.

«Creo que se trata de una buena actuación defensiva por parte de todo el equipo. Todos teníamos que estar preparados, no le puedes perder ni un segundo», sentenció el autraliano.

Pero su incansable labor no se ciñó solo a lo extricamente defensivo, se fue hasta los 9 puntos, anotando los 2 últimos de la línea, con 1 abajo y después de haber recibido falta tras rebote ofensivo, algo increíble viendo la de manos que acorralaban el aro de los Warriors.

«Es la clásica jugada que prácticas desde que eres niño: uno abajo en el marcador y tienes que anotar los dos tiros libres. Así que pensaba que había vivido ya esa situación millones de veces antes».

Señoras y señores, el agente Delly ha entrado en las finales, sin nada que perder y con un hambre terrible por demostrar que, en ocasiones, la testiculina puede sustituir al talento. No pierdan de vista al 8 de los Cavs, promete dar espectáculo del bueno.