- Unos auténticos guerreros sobre el parquet
- Ya conocidos como uno de los equipos ofensivos en la D-1
- McCaffery ha formado conjunto generoso y con un juego alegre
Hablamos de uno de los equipos más consistentes, duros y competitivos de toda la Big Ten. Sí, esa Big Ten tan competitiva caracterizada por tener mayoritariamente a Ohio State, Michigan, Michigan State, Indiana e incluso Wisconsin en los puestos altos de la conferencia en las últimas campañas, y en las que cada partido entre ellos suele definirse cómo una guerra trasladada a un parqué de baloncesto, en el buen sentido de la palabra, claro.
Los Iowa Hawkeyes de Fran McCaffery a día de hoy es uno de los equipos más difíciles de vencer en esta conferencia, y todo se debe al gran trabajo ofrecido en los partidos.
Uno de los bloques con mejor capacidad ofensiva de toda la D-1, situándose en el Top 15 de mejores conjuntos en puntos anotados con 83.7 por partido (11º en la NCAA), además de ser un equipo bastante sólido en cuanto al aspecto defensivo se refiere.
McCaffery ha hecho que el concepto de juego colectivo sea la seña de identidad de los Hawkeyes. Bloque generoso ofensivamente hablando, con buena circulación de balón y con un jugador capaz de marcar diferencias cómo lo es Roy Devyn Marble.
Cuando hablamos de un jugador de la calidad de Roy Devyn Marble, nos referimos a talento natural y con una gran gama de recursos muy trabajada en ataque y un anotador excelso y a la vez, elegante. Pese a todo, es una especie de jugador que necesita tener cuantas más veces posibles el balón en sus manos para poder generar opciones ofensivas.
Iowa posee una buena variedad de recursos con las que encontrar diversas vías para atacar y para adaptarse al ritmo que requiera un partido. Y ésta es una de las claves. Los Hawkeyes son un conjunto que sabe ‘camaleonizarse’ en cierto modo para enfrentarse a diversos escenarios de partido que ofrezca el conjunto rival.
Pero siguiendo la línea de antes, no todo es Marble. Fran McCaffery cuenta con una rotación amplia a su disposición que, a falta de talento individual, resuelve con trabajo y más trabajo. Aaron White da equilibrio al equipo en ambos lados de la pista, Melsahn Basabe ofrece el espíritu combativo bajo aros y la intensidad y Mike Gesell la serenidad. Mientras que por otro lado, Jarrod Uthoff, Gabriel Olaseni, Zach McCabe y Josh Oglesby son otros jugadores capaces de sumar minutos de calidad. En general, forman un equipo muy eficiente.
La pregunta es, ¿Son los Hawkeyes a día de hoy uno de los equipos que merecería tener una plaza en el March Madness? A mi juicio, indiscutiblemente. El trabajo de McCaffery merece su recompensa.