Golden State Warriors ganó por la mínima (113-112) ante una de las grandes sensaciones de la temporada, como son los Portland Trail Blazers. El equipo de Oakland pudo dar el partido por perdido ya que llegaron a perder de casi 20 puntos en el tercer cuarto, pero cuando cuentas con Klay y Curry en el otro equipo todo es posible.
El conjunto de Mark Jackson jugó dos tiempos muy diferentes. En el primero casi nada les salía y su porcentaje de tiros era bastante malo (llegaron a tener un 22% en tiros de tres) pero en la mitad del tercer cuarto Stephen Curry surgió para tirar del carro, como el referente del equipo que en la franquicia californiana esperan que sea.
El partido acabó muy igualado en sus minutos finales. A falta de 50 segundos Damian Lillard hizo el mate de la noche y levantó a todo el Moda Center. El conjunto de Stotts ganaba de uno a falta de once segundos pero apareció el otro Splash Brother, Klay Thompson, para, con un gran triple, conseguir una ventaja de dos puntos. Nicolas Batum provocó una falta pero falló el segundo tiro, pero a lo cual logró coger su propio rebote y pudo lanzar un último tiro. Hubo una cierta polémica porque pudo haber falta en ese último tiro.
Por parte de los Warriors, los Splash Brothers se salieron con 37 puntos por parte de Curry y 27 por parte de Klay.
Mientras que por parte de los Blazers, seis jugadores consiguieron más de diez puntos destacando Lillard con 26.
Con esta victoria, los Golden State se ponen a dos victorias de adelantar a Portland Trail Blazers que va quinto.