Las cosas podían haber salido mejor
Una desilusión moderada invade a los fans de uno de los equipos más queridos del panorama NBA. Los grandes Playoffs de la temporada pasada presentaban a un nuevo competidor en la conferencia Oeste. La rapidez, la gran anotación y la vistosidad, además de una defensa laxa, fueron sus principales señas. Se esperaba una gran evolución de los jóvenes pupilos de Mark Jackson, sobre todo tras la adquisición de Iguodala, pero la irregularidad y las lesiones han acabado por limitar al equipo.
La pérdida de Jarret Jack y Carl Landry parecía subsanada con los fichajes de Jermaine O’Neal, Marreese Speights, Tony Douglas y Kent Bazemore. Sin embargo, los dos últimos acabaron traspasados y se acabó consiguiendo a Steve Blake y a Jordan Crawford para intentar reforzar al equipo cuando Curry estuviese en el banquillo. También se subió a Hilton Armstrong del equipo de la D-League para aportar desde la segunda unidad tras los problemas físicos de Bogut. De todas maneras, en ningún caso los suplentes mantuvieron un nivel cercano al del potente equipo titular.
No hay ninguna duda que este equipo tiene nombres para poder ganar a cualquiera, además una gran sintonía entre el ya ex-entrenador con su equipo, se contaba con un quinteto titular de grandes prestaciones. El quinteto Curry-Thompson-Iggy-Lee-Bogut fue, mientras se mantuvo sano, un auténtico vendaval tanto ofensivo como defensivo. Sin embargo la intermitencia física del alero todoterreno y del center australiano limitaron el impacto de la que podría haber sido una brillante temporada regular.
El equipo mejoró en muchos campos pero se esperaba más tanto respecto a la sexta posición en la durísima conferencia Oeste con un 51-31 como con la eliminatoria de PO contra unos atribulados (por su dueño) Clippers. La baja de Bogut fue demasiado para los de Oakland a pesar de los buenos minutos de Jermaine O’Neal y los Warriors acabaron cayendo en siete grandes partidos. Esa eliminación acabó con el puesto de Mark Jackson quien no podía justificar sus malas relaciones con la directiva con una derrota en Primera Ronda.
A nivel individual los Warriors tienen grandes noticias: los llamados Splash Brothers han seguido mejorando a pasos agigantados; Iguodala es el refuerzo que necesitaba el equipo para mejorar la defensa y la química grupal; Draymond Green es un activo de futuro con polivalencia; veteranos como Speights y O’Neal han sabido dar la talla y Curry ha podido mantenerse sano durante la temporada. Sin embargo, reducir las pérdidas y mejorar la competitividad en los momentos delicados deben ser puntos importantes en la agenda del entrenador rookie Steve Kerr.
El futuro de la franquicia pasa por la planificación del nuevo staff técnico. El largo contrato de Kerr indica que viene para quedarse y parece que él tendrá la última palabra en cuanto a la estructuración deportiva de la plantilla. Muchos reclaman una estrella más para apuntalar un proyecto que aún no está al nivel de OKC, Spurs o Clippers, pero aún no hay nada claro entre las múltiples opciones posibles.
Quizá Harrison Barnes se haya estancado un poco, pero el núcleo de este equipo es sólido y aún no ha llegado a su madurez, los fans de los Warriors tienen un equipo de calidad por muchos años. Sólo queda saber si este grupo será capaz de llegar a hacer algo grande o se quedarán a la orilla.
Factores positivos/negativos
El ex de Philly y Nuggets es el jugador total que se necesitaba en la línea exterior. Se adapta muy bien a su rol al no tener las exigencias anotadoras del pasado. Sabe jugar y hacer jugar a sus compañeros, si se mantiene sano puede ser el factor diferencial para los Golden State Warriors. Además esta temporada ha sido sorprendentemente «clutch». Nunca ha llegado lejos en Playoffs y quiere sacarse la espinita de una vez por todas. Ha encontrado un equipo con potencial y quiere contribuir decisivamente a que logren algo digno de recordar en una franquicia tradicionalmente perdedora.
Mark Jackson, el arquitecto y motivador de uno de los equipos más electrizantes e interesantes de los últimos años ha salido después de una temporada en la que es cierto que se esperaba mucho más. La sintonía con Curry o Lee puede ser un factor determinante en la nueva relación de Steve Kerr con los principales líderes del vestuario. Kerr ha obtenido un contrato desorbitado para un entrenador rookie que no ha demostrado nada a este nivel. Aún tiene que definir su staff y sus nuevos Warriors y debe comenzar a trabajar en las posibles soluciones para un posible estancamiento de sus jugadores importantes.
Por fin Curry ha podido completar una temporada jugando mucho sin lesiones de calibre, ha florecido y fue uno de los candidatos al MVP, sobre todo al principio de temporada. Sin embargo, los problemas físicos de Lee, Bogut e Iguodala han lastrado la regularidad del equipo e impedido un mejor récord. Los Warriors sólo son capaces de defender y rebotear al más alto nivel con Bogut e Iggy en cancha, algo imprescindible para llegar a unas Finales. Mantener a sus estrellas sanas debe ser una de las prioridades de Steve Kerr y puede que el racionamiento de minutos sea la solución.