Otto Porter fue seleccionado en la posición nº3 por los Washington Wizards en 2013 procedente de la Universidad de Georgetown. Tenía la presión de haber salido en una de las primeras elecciones y tener que demostrar todo su potencial, pero no alcanzó el nivel esperado y su primera campaña pasó desapercibida. En su etapa universitaria había impresionado a los scouts de la NBA y a los general managers por sus excelentes porcentajes de tiro y su capacidad reboteadora.
En su segundo y último curso baloncestístico en Georgetown promedió 16.2 puntos, 7.5 rebotes y 2.7 asistencias en 35 minutos de juego. Era indiscutiblemente la estrella de su equipo y les guió a la segunda aparición en la primera división de la NCAA.
Se unió al roster de los Wizards que contaba con varios aleros veteranos que le quitaron minutos. Fue una transición difícil hacia la mejor liga del mundo y para colmo se lesionó la cadera en los primeros compases de la temporada, lo que le hizo debutar en diciembre. Pasó de promediar 35 minutos en la NCAA a disputar tan sólo 8 en la NBA. Su aportación en su campaña como rookie ha sido de 2.1 puntos, 1.5 rebotes y 0.3 asistencias. Sus porcentajes de tiro que eran impresionantes cayeron en picado y nunca logró dobles dígitos.
Ahora tiene una gran oportunidad de mostrar su valía en el training camp para que el staff técnico siga contando con él y dándole confianza. En la liga de verano ha rendido a un excelente nivel donde ha logrado unos espectaculares promedios: 19 puntos, 5.8 y 1.8 asistencias en 31.8 minutos de juego. La llegada de Paul Pierce le ayudará a seguir creciendo como jugador. Se le presenta un gran reto y tiene que saber aprovecharlo.