Los tiros libres a debate

Para los reporteros gráficos, es el momento ideal de sacar una instantánea. Todo jugador tiene su mecánica (más bien ritual) para lanzar un tiro libre, pero todos coinciden en una cosa: hay unos segundos en el que dicho jugador apenas se mueve, apenas parpadea, fijando la vista en el aro para anotar un punto más a favor su equipo. Es el momento de los fotógrafos, el momento más placentero y fácil para sacar una imagen de las estrellas, sin malabarismos ni movimientos fugaces.

Pero también es, al fin y al cabo, una pérdida de tiempo, sobre todo en la recta final del partido cuando se suceden las faltas entre uno y otro bando, y los jugadores no dejan de irse a la línea de personal, haciendo los últimos instantes del partido, a veces, interminables. Y es que de media en un partido, los jugadores se van unas 47 veces a la línea de los tiros libres, lo que supone unos 15 o 20 minutos de juego parado debido a ese lanzamiento a canasta. En las retransmisiones incluso, se ha aprovechado los tiros libres para irse a la publicidad, porque cada dos tiros libres se van unos 45 segundos, y no era nada raro ver la temporada pasada al público de los pabellones silbar la señalización de una personal que conllevara tiros libres.

La campaña pasada, después del All Star, hubo una especie de reunión no oficial entre varios directivos del departamento de operaciones de la NBA, propulsada por el director de la Liga de Desarrollo, Dan Reed, y el General Manager de los Houston Rockets, Daryl Morey. En ella se habló de la posibilidad de reducir todas las faltas a un solo tiro libre (ya sea de dos o de tres puntos), y así acortar los tiempos de los partidos y hacerlos más ágiles. Pero hay un matiz, aunque siempre se tirara un tiro libre, no siempre valdría lo mismo dicho, por ejemplo, si a un jugador le hacen una falta en el momento que lanza un tiro de dos, tiraría un tiro libre que, de anotarlo, valdría dos puntos, por lo tanto si se hace una falta cuando tiras un triple, se lanzaría un tiro libre que valdría tres puntos en caso de meterlo. Si esta norma llegara a formalizarse, se implementaría primero en la D-League, para observar su funcionamiento.

Morey declaro:

«Somos un producto de entretenimiento y el baloncesto cuanto más fluido mejor. Todas las encuestas apoyan esta medida. El baloncesto es mejor cuando los jugadores de baloncesto están jugando al baloncesto. Si hay parones, hay menos baloncesto, y por lo tanto se hace aburrido. Es un juego hermoso, y lo más bonito es ver jugar a dos equipos preparados corriendo hacia delante y hacia atrás sin interrupciones.»

Con esta medida, se reducirían de 47 tiros libres de media por partido a 26, lo que recortaría considerablemente los tiempos de los partidos. Ésta, y otras posibles nuevas normas, como reducir los tiempos muertos o agilizar los cambios para que sean más rápidos, van buscando acortar los tiempos de cada cuarto en unos 10 minutos de tiempo interrumpido, para poder hacer los partidos más ágiles y versátiles, y acabar son los famosos «minutos de la basura».