Blake Griffin no fue elegido por los Clippers en primer lugar del draft de 2009 sin ningún motivo, ya desde el instituto el potencial de éste ala-pívot de 2.08 metros de altura y más de 110 kilos era enorme.
Aunque en su primera temporada no llegó a debutar por una grave lesión en su rodilla izquierda, en su segundo año disputó los 82 partidos de temporada regular promediando 22.5 puntos y 12.1 rebotes por encuentro, números que le valieron para llevarse el trofeo de “rookie” del año. En las dos temporadas siguientes, Griffin, bajó sus números a 20.7 y 18.00 tantos por noche respectivamente.
Sin embargo, la temporada pasada, con la llegada de Doc Rivers al equipo, Griffin vio cómo sus cifras aumentaban a 24.1 puntos por partido (récord personal) a lo que añadió 9.5 rebotes por encuentro, lo que le valió para entrar en las quinielas por el MVP hasta el final de temporada. La notable mejora en su juego se debió al considerable desarrollo en los lanzamientos de media distancia y el tiro libre y su gran entendimiento en la pista con la otra gran estrella de los Clippers, Chris Paul. Durante este curso, el jugador nacido en Oklahoma, está promediando 22.6 tantos por encuentro, lo que le sitúa en el puesto de tercer mejor anotador interior de la liga tras Anthony Davis y DeMarcus Cousins.
Con tan sólo cinco temporadas en la liga, Blake Griffin, se encuentra a menos de 150 de superar a Danny Manning como quinto máximo encestador de la historia del equipo angelino. Además, Griffin, con 6.967 puntos totales en su poder, de seguir a este ritmo anotador, superaría a Randy Smith (con 12.735 tantos) como máximo artillero histórico de la franquicia.