Dallas. Partido tempranero entre dos equipos reluciendo esta temporada. Estrellas en pleno auge en ambos equipo, dispuestos a darlo todo. Todo parecía indicar que sería un duelo a muerte; curiosamente, no lo fue del todo.
En los primeros compases del partido, las anotaciones de todos los integrantes del quinteto titular de los Warriors ponían contra las cuerdas a los Mavs con un 15-5 al pasar tan solo 4 minutos del encuentro, lo que hizo que estos pidieran un urgente tiempo muerto ante tan eficaz juego, tanto en ataque como en defensa. Pero no quedo allí la exhibición, ya que Klay y Curry decidieron ir más allá de los limites sospechados en el encuentro e, inevitablemente, el cuarto acabó con un contundente 39-18, con el partido prácticamente sentenciado.
El segundo cuarto no fue diferente y Mareesse Speights, Draymond Green y Klay Thompson siguieron haciendo de las suyas y sacar partido a todo su potencial, llegando así hasta una increíble cifra de 66 puntos a favor, frente a unos no despreciables 44 puntos de los Dallas Mavericks, con un Nowitzki muy intenso en ataque y tirando de su equipo, como de costumbre hace.
La segunda parte del partido prometía ser el claro reflejo de una primera parte donde los Mavs no fueron capaces de frenar a unos Warriors en plena efervescencia que amenazan con lograr colarse de nuevo en PlayOffs y avanzar sin miedo alguno por estos, pero gracias a Ellis y Jefferson, sumados a una gran actuación de la estrella alemana del equipo tejano, los hombres de Carlisle consiguieron despertar de su largo letargo e intentaron imponerse a unos intratables Warriors que siguieron manteniendo una ventaja de 19 puntos a falta de doce minutos para finalizar el glorioso encuentro para estos.
Sin embargo, tras el continuo acoso a la canasta del equipo tejano, el último cuarto fue completamente diferente para los de Dallas, dónde Monta Ellis, quien formo parte de la escuadra californiana hace unos años, y Dirk Nowitzki pusieron los puntos sobre las ies y dieron un golpe sobre la mesa rebajando la abismal diferencia hasta tan solo 7 puntos al final del partido.
Como momento gracioso, en una jugada Speights perdió la zapatilla en un bloqueo y Curry la dejó en una banda para poder devolversela después. En la siguiente jugada de los Warriors, Stephen Curry fue a pasarle la zapatilla a Speights cuando un intrépido Tyson Chandler «taponó» el pase y mandó la zapatilla a la banda, ante el enfado de sus adversarios.
Sin duda, los líderes de la costa oeste son una roca en este momento, y después de un primer cuarto apabullante y abrumador en cuanto a anotación se refiere, era prácticamente inevitable la derrota tejana. A pesar de ello, mostraron ganas y garra, y después de tan extensa diferencia perder tan solo de 7 es un logro sin precedentes.
En un encuentro dominado de principio a fin por Warriors, Dallas no tuvo oportunidad y sucumbió ante estos. A pesar de ello, Dallas, como ya hizo el año pasado, se crece en Playoffs, así que sin duda, darán de que hablar.