El recién llegado a Oklahoma City, es un joven de 23 años que está dispuesto a demostrar todo el talento que la inmensa mayoría de la prensa especializada dice tener. Dion es un chico criado en la ciudad de Philadelphia y que ha desarrollado su carrera profesional como jugador de la NBA en los Cavaliers. El destino a veces es caprichoso, el escolta se enteró de su cambio de equipo en su propia ciudad natal, cuando todos sus amigos y familiares habían ido a verlo jugar. Así lo contó en sus primeras declaraciones como Thunder:
Estaba todo comenzando, antes de que mi nombre sonara en el estadio, me comunicaron la noticia. Había sido traspasado. Fue una locura. Al menos déjame jugar ya que voy a ser traspasado. Es mi último partido (en los Cavs) en Philly esta temporada. En Oklahoma ya no volveré aquí hasta el año que viene. Estaba un poco enfadado, pero ahora estoy bien.
El encargado de darle la noticia entre bambalinas fue el ejecutivo de los Cavaliers, Raja Bell. Tras ello, el escolta se fue con su familia al hotel en el que se alojaba el equipo. El traspaso a tres bandas ya estaba hecho y no había vuelta atrás. Comenzaba una nueva etapa, un tiempo para pensar en su nuevo equipo, los Thunder. Para Dion, esta franquicia significa una nueva oportunidad de seguir progresando, una motivación para aportar grandes cosas y evolucionar como jugador. El escolta incluso siente presión por repetir los hitos que OKC logró en un pasado muy próximo.
Vengo a una franquicia que ha estado en Las Finales, son chicos jóvenes y talentosos. Existen grandes expectativas sobre este equipo y me encantaría formar parte de este proyecto. Estoy contento de no haber acabado en un mal equipo o una franquicia sin posibilidades de PlayOffs.
Además de la felicidad que ha expresado el recién llegado al equipo que entrena Scott Brooks, tanto el entrenador como Kevin Durant han expresado su emoción con la llegada de Waiters a Oklahoma. De hecho, uno de los comentarios del líder de los Thunder ha desencadenado cierta polémica que el equipo ha solucionado con una sutil maniobra. Durant ha dicho que el escolta tiene la capacidad suficiente para cubrir el vacío anotador que dejó James Harden cuando en 2012 fue traspasado a los Houston Rockets. De hecho, Waiters quería el dorsal número 13 ya que su dorsal habitual estaba ocupado por el alero Perry Jones. Desde la franquicia no le han permitido hacerlo, sobre todo para protegerlo y finalmente ha acabado adoptando el número 23 a sus espaldas.
Apenas tenían ningún número. Yo quería el 3, pero estaba ocupado. También quería el 1 (número retirado en honor al base Guss Williams), pero no lo tenían. Así que les dije que quería el 13, pero no quisieron que vistiera ese dorsal. Simplemente me asignaron el 23. Supongo que sería para crearme mi propia identidad. Haremos que el 23 luzca bien sobre la pista.
No sólo habló sobre cómo llegó a Oklahoma y sus primeras impresiones sino que el escolta comentó como había sido su relación en el equipo de Ohio tras la llegada de LeBron esta temporada. Tal y como se había publicado reiteradas veces, la relación entre James y el jugador no era demasiado buena. De ahí que los Cavs dejaran escapar a un jugador de su talento y juventud.
En realidad nunca jugamos juntos. Por supuesto que yo jugaba con Kyrie, pero nunca jugué con Kevin o LeBron. Para que ellos vinieran al equipo todos tuvimos que cambiar nuestra forma de jugar.
El nuevo jugador de los Thunder no ha tenido problemas en sentenciar que LeBron James es uno de esos jugadores que según él acapara el balón. En palabras de Waiters:
Antes de llegar al equipo, el juego de los Cavaliers era mucho más participativo, LeBron necesita el balón para hacer jugadas y cosas así.
Sin duda alguna un toque a su antiguo equipo, que todavía están buscando la forma de jugar para llegar al éxito y parece que simplemente con tener las piezas sobre el tablero no es suficiente. Esperemos que en Oklahoma el escolta se sienta mucho más libre y pueda desplegar su calidad, que este año toda ayuda que pueda llegar es poca.