
Tras la victoria de anoche frente a los Detroit Pistons (110-114), el entrenador de los Toronto Raptors Dwane Casey dijo ver una leve mejoría en la intensidad de los suyos tras el horrible inicio del mes de Enero donde firmaron un 4-7.
Y aquí es donde juega un papel importante el ala-pívot de 2.06 metros y 107 kilogramos, Patrick Patterson, quien cada noche sale con su fuerza y su precisión desde el banquillo. Mientras que el base Lowry (recientemente nombrado titular en el que será su primer All Star) y el escolta DeMar DeRozan encabezan cada titular y acaparan los medios tras los partidos, Patterson lleva unos días haciendo un gran trabajo desde el silencio. En la victoria frente a Philadephia 76res por 91-86, todos los medios reconocieron la gran labor de Kyle Lowry en el último cuarto, pero pocos mencionaron los 14 puntos y sobretodo 13 rebotes, sumados a 2 robos importantes en menos de 30 minutos por nuestro protagonista.
Patterson ha impresionado a Casey y el resto de cuerpo técnico dese su llegada la pasada temporada, ya no por su fuerte ética de trabajo (solo hay que ver como ha mejorado su tiro de 3), también por su actitud en cada partido y sobretodo por su inteligencia.
Sus instintos son geniales, su IQ y la manera de anticiparse a lo que va a ocurrir lo son. (Afirmaba Casey al medio Toronto Star). Él no deja que las cosas ocurran, el lo hace bien porque se anticipa a la jugada y reacciona según lo que vea. Es uno de nuestros chicos más inteligentes.
Analicemos por tanto estas palabras del entrenador Dwane Casey. La plantilla tan joven Raptor necesita sin duda a alguien inteligente, alguien con «saberhacer» y es ahí donde entra en juego Patrick «Professor» Patterson. Toronto no se caracteriza por ser un equipo fuerte en el rebote, está en el puesto 19 de las franquicias en el apartado de rechaces (42.1 por partido) y tampoco lo es en cuanto a tapones se refiere, estando en el puesto 18 (4.5 por partido). Y sin Patterson saliendo del banquillo, los Raptors podrían quien sabe, estar disputando las últimas plazas de PlayOffs o dejándose llevar como los Knicks o los Wolves.
Otra faceta que sin duda no podemos pasar por alto es su progresión como tirador de 3. Hasta el momento su temporada las prolífica desde el perímetro fue la 2013-2014 donde en 65 partidos convirtió 55 triples de 151 intentos (46 de 112 desde su llegada a Toronto), con un 36.4% de acierto. La actual temporada, tras 43 partidos jugados, ya ha firmado 62 triples (tras 149 lanzamientos intentados), promediando un 41.6% de acierto. Esto le hace situarse en el tercer lugar del Offensive Rating (con 129.3), superando a grandes jugadores como Anthony Davis, Chris Paul o Jimmy Butler. Además se encuentra en el puesto 14 en la lista de mejores % de 3, siendo el primer hombre interior en dicho ranking, y el único junto a Ibaka por encima del 40%. Esto le otorga la posibilidad de jugar un pick and pop con los bases (bloqueo y abrirse al triple), una jugada muy del gusto de Kyle Lowry.
Patterson promedia esta temporada 26 minutos, con 8.3 puntos, 5.5 rebotes y más de 41% en tiros de 3, números importantes para el front line Raptor. Sus estadísticas están en aumento promediando 11 rebotes en las últimas tres salidas contadas como victorias. Por tanto sí, podemos afirmar que a pesar de que Patrick no será de esos jugadores que formen parte del All Star y sus estadísticas no sean tan llamativas como las de otros, es uno de esos jugadores que todo entrenador querría en su rotación para evitar así enfrentarse a ellos. Asimismo, ha podido compaginar el puesto de alero con James Johnson, intercambiándose las posiciones, algo insólito en muchos equipos. De esta manera, Johnson juega de ala-pívot usando su fuerza y salto en ataque para cargar el rebote, mientras que Patterson juega como alero, empleando su arma de tiro lejano.
En la victoria de anoche, por ejemplo, sus números no fueron nada destacados, terminando con 6 puntos y 6 rebotes en 29 minutos contra los Detroit Pistons. Pero ciertas acciones en el segundo cuarto como un no-look pass a Tyler Hansbrough o un gran robo en un contraataque en el último cuarto son las que mantienen a los Raptors con vida en ciertos y peligrosos momentos del partido.
Patterson fue elegido en el puesto 14 del Draft de 2010 por los Houston Rockets tras formarse en la Universidad de Kentucky y tras un gran inicio, recaló en los Kings de Sacramento. Ahí fue protagonista, junto a Salmons, Hayes y Vásquez del traspaso (o genialidad de Ujiri según se mire) que llevaba a Rudy Gay a cambiar el Este por el calor de Sacramento a mediados de Diciembre del 2013. Tras un genial final de temporada, siempre desde el banquillo pero con números incluso mejores que Amir Johnson (titular en el puesto de PF), sobretodo en postemporada, este verano firmó un contrato de 3 temporada a cambio de $18M.
Patterson no es el chico decisivo, no será el que tome el último tiro (labor de Lowry, DeRozan o Williams), pero son las pequeñas cosas que aporta las que le han dado la fórmula-professor del éxito: poner bloqueos, ofrecerse al poste bajo, salir a la línea de 3 o correr rápido a defender cuando hay alguna pérdida. Esto es lo que de verdad le da valor al jugador, algo que las estadísticas no pueden valorar. Por tanto sería de ciegos no ver que los Toronto Raptors, pese a la gran segunda unidad formada por Lou Williams, Greivis Vásquez (ahora sustituido por T-Ross) y James Johnson, están donde están gracias en parte, a la labor crucial que hace Patterson desde el banquillo.