Rick Pîtino, nombre de infausto recuerdo para todos los aficionados verdes, se encuentra ahora entrenando a un equipo universitario, los Cardinals de la Universidad de Luisville. A causa de un partido en el área de metropolitana de Boston, algunos periodistas se acercaron en busca de las opiniones del que fuera entrenador de los Boston Celtics durante uno de los periodos más negros deportivamente hablando de su historia, desde 1997 a 2001.
El entrenador, hizo gala de una gran autocrítica y conocimiento sobre las capacidades como entrenador de Brad Stevens, cuando se le pregunto sobre el trabajo que este está realizando. No es una opinión cualquiera, puesto que la situación del ahora entrenador, es bastante similar a la que vivió Pitino cuando llegó a los Boston Celtics. Hagamos un poco de memoria.
Cuando Rick Pitino cogió el mando de la franquicia más grande en la Historia de la NBA esta se encontraba en un proceso de reconstrucción y él era un entrenador con un gran curriculum en la Universidad, el único entrenador en meter a cuatro equipos distintos en la Final Four. La única diferencia, es que el de Nueva York tenía algo de experiencia previa en la liga, puesto que había entrenado a los New York Knicks durante las temporadas 87-88 y 88-89.
El resultado en Boston es conocido por todos y no hace falta ahondar en él, cuatro temporadas funestas, en la que la improvisación y la toma de decisiones apresuradas en busca de una reconstrucción rápida fueron la tónica general. Su mejor récord fue el 36/46 del primer año, para hacer el ridículo en el siguiente con un 19/31.
Una vez puestos en antecedentes para los más novatos, repasemos las palabras del entrenador universitario:
«Es difícil, cuando yo llegué al equipo ellos habían ganado como 14 o 15 partidos*. Él ha llegado al cargo en una situación parecida, solo que él tiene mucha paciencia y yo tuve muy poca. Él está en el Top-3 de entrenadores a cualquier nivel».
Ya en el día de la presentación de Brad Stevens como entrenador de los Boston Celtics, algún periodista le pregunto al General Manager, Danny Ainge, si no habría un cierto riesgo que pasase con él lo mismo que pasó con Rick, y con algunos otros entrenadores universitarios que han fracasado al dar el salto a la NBA. La respuesta de Ainge fue contundente:
«Obviamente, no creo eso, pero creo que hay diferencias en cuanto a su humildad. Y creo que como organización, darle un contrato de seis años habla en voz alta. Yo no creo que haya ningún otro equipo de la NBA comprometido por ese tiempo con su entrenador. Nosotros creemos que estamos invirtiendo en él como persona. Los entrenadores universitarios que comentas, los Pitinos, los Caliparis , llevan mucho tiempo haciendo un gran trabajo»
«Ellos no fallan porque no sepan entrenar. El fallo nació desde las organizaciones, dándoles apoyo, siendo pacientes con las decisiones del personal, hubo muchos más factores. Creo que estos chicos podrían tener mucho éxito fácilmente en la NBA, pero creo que tenemos que ir todos juntos. Tenemos que apoyarlos».
Brad Stevens tiene toda la confianza de la organización Celtic y en solo temporada y media ya ha disipado gran parte de las dudas que llegaron junto a su nombramiento, pero lo que sí que parece haber sido erradicado del todo, han sido las comparaciones que hicieron con el último entrenador universitario que dirigió a los Orgullosos Verdes. El último en hacerlo, ha sido el propio defenestrado.