Stephen Curry impone su ley ante los Mavericks

Golden State Warriors 128 - Dallas Mavericks 114
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Partido intenso el vivido anoche en el Oracle Arena en el que los Golden State Warriors vencieron por 128-114 a los Dallas Mavericks pese a un horrible inicio que les obligó a remontar 20 puntos, su máxima esta temporada, en un partido en el que un hombre sobresalió por encima de cualquiera: Stephen Curry, que finalizó el partido con 51 puntos (16/26 en TC, con 10/16 en T3), 4 rebotes y 4 asistencias.

El partido comenzó con unos Warriors muy erráticos y fallones de cara al aro (4-21, 5:39 1Q), con unos Mavericks que controlaban el partido a su antojo en los, posiblemente, peores minutos del equipo de Steve Kerr en lo que va de temporada, terminando el primer cuarto con un sorprendente 25-42 favorable a los de Dallas, que echarían en falta a Rajon Rondo a partir de este momento.

Y es que, pese a que Dallas marcó su máxima (25-45) nada más comenzar el segundo cuarto, la maquinaria de los Warriors comenzó a funcionar a pleno rendimiento y en poco tiempo endosaron un parcial de 19-4 que colocó el 44-49 tras canasta de Stephen Curry (15 puntos al descanso) en el marcador con cinco minutos de cuarto aún por disputar. En los momentos finales el partido fue un continuo intercambio de golpes que derivó en un abultado marcador al descanso, 58-62, favorable a los Mavericks.

A la vuelta de los vestuarios el partido se convirtió en una locura anotadora que derivaría en un tercer cuarto con 79 puntos (43-36) y en el que destacó Stephen Curry con 26 puntos, otro gran tercer cuarto de un jugador de los Warriors tras los 37 puntos de Klay Thompson la pasada semana. Los Mavericks comenzaron en la misma línea que el segundo cuarto, disputando y mostrándose solventes, pero la aparición estelar de Stephen Curry terminó de hundir a un equipo al que poco a poco se vio más cansado tanto física como mentalmente y que terminaron superados en tercer cuarto (101-98).

Ya en el último cuarto el buen hacer defensivo de los de la bahía sumado al desacierto de los Mavericks provocó que la ventaja se incrementase poco a poco sin que los de Rick Carlisle diesen sensaciones de poder reaccionar. Cuarto totalmente controlado por los Warriors, con buenos minutos de Andre Iguodala, que aumentaron la ventaja finalmente hasta los 14 puntos, poniendo Curry el 128-114 final con otro triple, la mejor forma posible de cerrar el partido.

La clave del partido fue el porcentaje de lanzamiento de ambos equipos pues, pese a su buen comienzo, Dallas finalizó con un 41’8% en TC (33’3 % en T3, 10/30) mientras que Golden State finalizó con un 52’8% en TC (50 % en T3, 19/38). Además de Curry y sus 51 puntos, por parte de los Warriors destacaron Klay Thompson (18 puntos y 5 asistencias) y la pareja Barbosa – Speights con 14 puntos cada uno, mientras que por parte de los Mavericks destacaron Chandler Parsons (24 puntos, 4 rebotes y 4 asistencias) y Tyson Chandler (21 puntos y 17 rebotes, 6 de ellos ofensivos).

Tras este partido los Warriors se sitúan de nuevo con el mejor récord de la NBA, 39-8 (83% victorias por el 82% de los Hawks), mientras que los Mavericks sufren un importante traspiés en su lucha por el tercer puestro de la Conferencia Oeste y se sitúan sextos con 33-18 a dos partidos de la tercera plaza que actualmente ocupan los Rockets.

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