El primer cuarto del encuentro los equipos comenzaron dos caminos muy distintos a la hora de las hostilidades. Mientras que los locales trataban de hacer daño mediante su juego interior, apoyados de sus tiradores exteriores; los Rockets se limitaron a usar la baza del tiro de media y larga distancia. Esto ocurrió debido a una fuerte defensa en la zona que plantearon los chicos de Rick Carlisle. En este cuarto, los Rockets no lograron someter a los Mavericks debido a la poca eficacia defensiva que tuvieron. Por su parte, Dallas consiguió su objetivo y gracias a un triple de Devin Harris lograron distanciarse ligeramente en el marcador. El resultado quedó en un 20-24 favorable a los Mavericks.
Tras el primer parón, la segunda unidad de los visitantes realizó un cambio en su ataque. Abandonaron los infructuosos tiros de tres y trataron de minar la defensa rival a base de acometidas de sus hombres grandes. El que estuvo más acertado bajo el aro fue Josh Smith, lo que les permitió algo de oxígeno durant la mitad de este cuarto. Aún así, los Mavericks no perdiero comba y siguieron anotando con demasiada facilidad. Cuando se encontraron con una defensa compacta de los Rockets, éstos optaron por abrir su tiro creando buenos espacios a sus jugadores. Sobre todo, Monta Ellis y Dirk Nowitzki fueron los que se aprovecharon de estas facilidades durante los instantes previos al descanso. Así, el marcador siguió siendo favorable a los Mavericks con un resultado de 43-54.
Una vez iniciada la segunda parte del partido se produjo la escabechina del encuentro. No se sabe muy bien si fue la gran defensa de los Mavs o el fatal y erróneo ataque de los Rockets los que propiciaron esto. Los visitantes abandonaron la pintura como un recurso para anotar y se centraron en intentarlo desde la línea de tres puntos una y otra vez sin demasiado atino. Mientras los Rockets intentaban remontar a base de tiros lejanos, los de Dallas dominaron el encuentro apaciblemente. Esta vez los que tenían la maldición del tiro eran los rivales. Aunque al ver el ataque que realizaron en este cuarto los jugadores de Kevin McHale sólo podrían haber ganado con un pleno en sus triples. Sin duda, el ver como renunciaron de la zona fue algo curioso. Así, la jugada no les funcionó y la ventaja de los locales aumentó aún más. El partido quedaba con un 67-87 para los de Carlisle a falta de un cuarto por disputarse.
Con el último cuarto por jugar, el partido ya estaba sentenciado antes de finalizar. Sólo algún tipo de remontada espectacular podría darle la vuelta al marcador de este encuentro. Los de Houston siguieron con su asedio al aro rival desde el perímetro – esta vez con más acierto – y lograron mantenerse a una distancia que no fuera bochornosa. Mientras, los locales se relajaron y tuvieron un cuarto muy fallón. En parte se debió a que muchos jugadores no habituales entraron al encuentro. No fue hasta que la defensa de los Mavs se relajó y los visitantes pudieron hacer daño en la zona cuando pudimos ver el mejor juego de Houston. Lo malo es que esa reacción llegó demasiado tarde. El resultado final acabó con un 100-111 para los locales.
Jugadores destacados de Dallas:
Tyson Chandler con 10 puntos y 14 rebotes.
Al-Farouq Aminu 17 puntos y 12 rebotes.
Jugadores destacados de Houston:
James Harden con 26 puntos y 7 rebotes.
Trevor Ariza con 16 puntos y 5 rebotes.
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