Como parte de un anuncio de una alianza con CoachUp (entrenadores privados), Stephen Curry habló en The Cauldron de las motivaciones de esta asociación. Relata su viaje y los secretos de su éxito:
«¿Qué hay detrás de tu éxito?
Las personas hacen preguntas como estas a los All-Star, los medallistas de oro, los líderes de las empresas y los políticos famosos. Es un intento para eliminar un poco de sabiduría, descubrir un secreto o un truco que podría ser la razón de su éxito.
Esta pregunta nunca me dejó perplejo. Para mí no es complicada la respuesta.
Durante años, hemos dudado de mí debido a mi tamaño, mis cualidades y gran cantidad de otros motivos. Al crecer, yo era un muchacho flaco, no muy grande, sobre todo para un jugador de baloncesto. «No es lo suficientemente grande«, dijeron. «No es lo suficientemente fuerte«.
Las personas que dudaban eran muchos.
No importa lo que dijeron o quién lo dijo. Yo desoí todo eso y seguí entrenando para el deporte que amo. Cuando tenía 13 años empecé a hacer preparaciones especiales con entrenadores y rápidamente se hizo evidente que ellos estaban allí para motivarme de formas que nunca imaginé posible y tratar de aumentar mi deseo de desarrollar mi juego.
Parece difícil de creer, pero las mejores universidades no me invitaron a jugar para ellos. De hecho ninguno de los principales programas de baloncesto me ofreció la beca. Ni siquiera Virginia, donde mi padre jugó antes de su carrera en la NBA.
Una vez más las personas dudaban.
A pesar de eso, seguí con mi entrenador. Él me fortalecía mentalmente y me hacía ganar confianza en mis cualidades. Trabajé el lanzamiento, regate y me preparaba en el gimnasio para mejorar mi físico.
Entonces todo el trabajo dio resultado. Llegué a la NBA. Fui el mejor «rookie» en lanzamiento de triples. Fui seleccionado para el All-Star.
De repente, la gente ya no hablaba del hecho de que yo era pequeño, o delgado, o cualquier otra cosa que decían antes. En vez de eso, hablaban de mi motivación, mi ética de trabajo y mis habilidades técnicas.
Siempre he creído en el hecho de que el éxito está vinculado a la motivación, la dedicación y el deseo, pero para mí también fue la fe. Para sobresalir en un nivel tan exigente como el de la NBA necesitas un extra de fe. Fe en ti mismo y en tus cualidades. Y también que un entrenador y tus compañeros tengan esa fe en ti.»