Jason Richardson ha disfrutado de una carrera muy respetable en la NBA, promediando más de 20 puntos por partido en tres ocasiones a lo largo de su carrera de 15 años. Los aficionados de Sixers no han visto a J-Rich en su mejor momento y su tiempo en la franquicia de Philadelphia ha estado plagado de lesiones e inconsistencia.
En un momento de su carrera, él fue uno los escoltas más prolíficos en cuanto a puntuación, y por lo tanto uno de los más temidos en la liga. Empezó su carrera asegurándose un lugar en el quinteto de Rookies en la temporada 2001-02. En la temporada 2007-08, la mejor de su carrera, lideró la liga en tiros de tres puntos y mostró una increíble durabilidad y resistencia física, jugando en los 82 partidos y terminando octavo en minutos jugados. Esa durabilidad no la demostró en Philadelphia cuando fue traspasado, en un acuerdo con varios equipos que también enviaría a Andrew Bynum a Sixers, el error más clamoroso de la historia de la franquicia. Su primera temporada en Philly, la 2012-13, J-Rich jugó 33 partidos, logrando una media de 10.5 puntos por partido, hasta que un cúmulo de varias lesiones corporales le obligaron a perderse la mayor parte de las últimas dos temporadas.
Él ha sido beneficioso para Sixers como mentor para algunas jóvenes y prometedoras estrellas, pero no ha estado a la altura de su contrato ($ 6.737.500) por su falta de apariciones en la pista. Sixers no parecen interesados en renovar a J-Rich, a pesar de que pueda proporcionar puntuación desde el banquillo como un shooter.
Entonces, ¿cuál podría ser el próximo vestuario para el veterano? Richardson puede ser un buen activo desde el banco, que le de profundidad al mismo, perfectamente utilizable en un equipo de playoffs el año que viene, o incluso volver a un equipo que ya haya tenido éxito en el pasado como los Warriors (líderes del oeste), o incluso Suns. Sin embargo, él es propenso a lesionarse y no ha mostrado demasiados indicios positivos a los equipos que podrían tener algún tipo de interés.
En este punto, si Sixers no renuevan su contrato, Jason Richardson tiene dos opciones. Su primera opción es aceptar el salario mínimo y no jugar casi nunca. Aunque ha expresado su voluntad de no servirle a Sixers como un jugador veterano de banquillo en este joven plantel.
Su otra opción es firmar un contrato de un sólo día con los Warriors y retirarse con el equipo con el que se hizo un nombre. ¿Qué pensáis vosotros? ¿Es bueno mantener a Jason Richardson en Philadelphia o es un activo prescindible?.