La franquicia de Phoenix Suns puede estar considerando seriamente la opción de vender el Hotel Sheraton Phoenix Downtown, sería una decisión que provocaría que los contribuyentes tengan que asumir las decenas de millones de dólares en pérdidas que ha dejado el emplazamiento hostelero. Los funcionarios que trabajan en el ayuntamiento le comunicaron al director financiero Neal Young que tienen pensado deshacerse del hotel más grande de la ciudad de Phoenix. La preocupación principal es que la ciudadanía está manteniendo al hotel con un dinero que bien podría destinarse a que los Phoenix Suns sigan permaneciendo en el centro de la ciudad. La gestión en el hotel ha sido tan nefasta que parte del dinero que la franquicia está gastando en el hotel bien podría emplearse para la construcción de un nuevo estado que reemplace al U.S. Arways Center.
El hotel ha registrado pérdidas superiores a los 38 millones de dólares desde que se produjo su inauguración en el año 2008, coincidente con el inicio de la recesión económica. Los altos cargos de la franquicia de baloncesto aseguraron en su momento que el proyecto era una inversión a largo plazo para lograr una gran fuente de capital financiero y también lograr la atracción de gran cantidad de turistas. La situación parece que no acaba aquí, ya que este revuelo ha suscitado las primeras conversaciones entre los mandatarios de los Phoenix Suns y de la ciudad acerca del futuro de la franquicia en la ciudad de Phoenix.
El equipo cuenta con un contrato de arrendamiento sobre el estado de cuarenta años, en los cuales puede operar con libertad sobre él, pero el acuerdo también incluye la opción de reducirlo a treinta años si la propia franquicia considera que el estado está obsoleto. Esto podría provocar que los Phoenix Suns abandonasen la ciudad en el año 2022, aunque la decisión sobre el futuro de la franquicia deberá ser tomada en el año 2019. Ahora los Suns pueden comenzar a evaluar un proceso para determinar si el edificio está obsoleto.
El valor del hotel oscila entre los 175 y los 225 millones de dólares, a través de una primera evaluación no formal que se ha llevado a cabo. Algunos miembros del Consejo Municipal votaron el pasado mes para financiar la deuda del hotel, lo que reduciría a la ciudadanía la cantidad que deberían inyectar al proceso y así poderse llevar a cabo la construcción del nuevo estadio de los Suns o cualquier otro proyecto que fuera acordado. Phoenix Suns está cubriendo las pérdidas del hotel mediante los ingresos de un fondo del que recibe dinero del impuesto a las ventas de turismo. Ese mismo impuesto fue creado para que se pudiera construir en su día el U.S. Arways Center, que abrió sus puertas en el año 1992. El hotel recibió cerca de 16 millones de dólares por ingresos fiscales el año pasado, dicha cantidad no es suficiente en absoluto para poder ahorrar de cara a construir un nuevo estadio o poder sustituir el hotel con cualquier otro proyecto inmobiliario. Según las autoridades de la ciudad: «el objetivo es eliminar el riesgo financiero que reflotar económicamente al hotel supone para los contribuyentes de la ciudad».
Paul Blue, uno de los administradores adjunto del municipio, que es el encargado de supervisar los procesos de urbanización de la ciudad, aseguró que el hotel era una pieza importante de la infraestructura de la ciudad, totalmente necesaria para ayudar a la economía de Phoenix, que fue construido en un momento decisivo en la situación económica del país. Blue aseguró también que la ciudad está interesada en poder vender el hotel para evitar que Phoenix sea vulnerable ante cambios de la industria. No le pone fecha a la venta del hotel, pero asegura que no sería extraño que pudiera venderse el próximo año. Recientemente Paul Blue declaró lo siguiente:
«Si continúa el propietario del hotel, siempre hay que tener un ojo que mire por las espaldas de la estabilidad económica de Phoenix.»
«No es conveniente que el gobierno sea dueño de esta clase de activos. Creemos que el sector privado sea, probablemente, el más adecuado.»
La franquicia de los Suns es la dueña del hotel y tiene un acuerdo con la empresa matriz Sheraton, Starwood Hotels and Resorts Worldwide Inc. para operar sobre la instalación. Phoenix para a Starwood una comisión de gestión anual, y es la ciudad la que se hace cargo de las pérdidas o ganancias del hotel. La venta del hotel antes de que su precio de mercado sea superior puede traer pérdidas económicas a la ciudad de decenas de millones de dólares, lo que implicaría que la cantidad económica que el contribuyente deberá ingresar para su financiación será mayor.
El concejal Bill Gates, que preside el comité de finanzas, dijo que lo mejor para la ciudad sería realizar la venta a lo largo de un período corto de tiempo, lo que traería pérdidas no superiores a los 20 millones de dólares, aunque la cifra final resulta cuestionada por muchos.
«Me gustaría apoyar a la ciudad a vender el hotel a un precio que constituiría una pequeña pérdida.»
«Yo no quiero ver perder ese dinero por un dueño de un hotel que continúa y continuará perdiendo dinero por un largo período de tiempo.»
Por su parte, el Concejal Michael Nowakowski, cuyo distrito abarca el hotel, es un ferviente defensor de la venta y construcción de un emplazamiento nuevo a corto plazo, posiblemente situado al sur del Centro de Convenciones de Phoenix. Aseguró que la ciudad necesita obtener la mayor cantidad por la venta del hotel para así liberar fondos de cara a la construcción de un nuevo estadio para los Phoenix Suns.
«Realmente tenemos que encarar la situación de llevar a cabo la construcción de un nuevo estadio para los Phoenix Suns.»
Otro obstáculo para que se de un nuevo escenario dentro de toda esta situación sería el de lograr que los residentes en la ciudad apoyen el proyecto de financiación para una nueva instalación (que requiere un voto público, recogido en la ley). Si no hay una mejora en el rendimiento deportivo de la franquicia esta opción podría no recibir los apoyos suficientes, creando un verdadero clima de preocupación e inestabilidad.
El portavoz de la franquicia de los Suns se negó a realizar declaraciones ante las cámaras el pasado jueves, no así el dueño Robert Sarver, que ha indicado que se están realizando movimientos para llevar a la franquicia de los Suns fuera del que ha sido su estadio desde el año 1992 y construir uno nuevo. El U.S. Arways Center es uno de los estadios más antiguos de la NBA, y existen preocupaciones entorno a diversas áreas del mismo: no tiene sistema eléctrico avanzado para albergar conciertos o cualquier otro tipo de evento que aglomere una alta cantidad de personas; y las explanadas del estadio están faltas de una necesaria reforma.
Scot Musi, director del Arizona Free Enterprise Club, mostró su apoyo para que la ciudad llevara a cabo la venta del hotel, independientemente de si conlleva alguna pérdida económica. Dijo que el hotel supone una «carga incómoda» para la ciudad, y seguramente fuese peor que estuviera en manos del gobierno.
«Existe una razón por la que nadie del sector privado quería construir el Hotel Sheraton (…) En lugar de ello, la ciudad asumió ese riesgo con el dinero de los contribuyentes y ahora serán los contribuyentes quienes más pierdan con esta situación.»