Cuando Sacramento Kings eligió en la posición número 5 del Draft de 2012 a Thomas Robinson, la mayoría de seguidores de la NBA estaban seguros de que el frontcourt de Sacramento, formado por DeMarcus Cousins y Robinson, iba a ser temible. Robinson, formado por Bill Self en la universidad de Kansas, era el prototipo de ala-pivot atlético, buen defensor y con gran facilidad para anotar cerca de canasta. El futuro de Robinson parecía brillante, pero en febrero de 2013 los Kings se deshicieron de él, junto a Francisco García, para conseguir a Patrick Patterson, Cole Aldrich y Toney Douglas. La carrera de Robinson parecía estancada en la NBA, ya que en los siguientes 2 años estuvo formando parte de Houston, Portland y Denver. Pero el 24 de Febrero de 2015, Philadelphia optó por contratar sus servicios.
Desde que aterrizó en Philadelphia, Robinson ha encontrado los minutos que necesitaba para desarrollar su juego y es que, de la mano de Brett Brown, ha mejorado en todos los aspectos del juego desde que llegó a la NBA y empieza a vislumbrarse lo gran jugador que es.
«Para ser completamente honesto, nunca quise ser la persona que se preocupaba más por si mismo que por el equipo, pero para mi futuro, esto es lo mejor para mí. Jugar y conseguir la experiencia en esta liga, viniendo aquí, era lo mejor para mí.«
De hecho, tras 20 partidos en Philly, Robinson tiene unos promedios de 18,1 minutos por partido en el que anota 8,4 puntos y 7,7 rebotes, números bastantes más elevados que en el resto de su corta carrera profesional.
«Sé que vine a la NBA para ser un buen jugador en esta liga, tengo que seguir trabajando cada día, y eso es lo que hago. Tarde o temprano todo irá bien.»
Philadelphia 76ers parece ser el lugar idóneo para Robinson en estos momentos, el lugar dónde han creído en su talento y juntos pueden ayudarse mutuamente, Robinson para seguir desarrollando su juego y 76ers al obtener un jugador que es capaz de ayudar en muchas facetas del juego.
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