Los Clippers aprendieron la lección y mejoraron aspectos en que se vieron ampliamente superados hace un par de días para llevarse un revitalizante triunfo a casa. Con Chris Paul liderando en puntos, una gran faena reboteadora de Blake Griffin y un iluminado Austin Rivers supieron hacer frente a un equipo que venía muy envalentonado y convencido de ratificar su dominio en casa.
La primera mitad del encuentro vivido en el AT&T Center fue muy similar a los 2 primeros juegos de la serie. Ambos equipos con su libreto y quinteto habitual intentaron imponerse al adversario de la mejor manera que saben, por lo que no fue sorpresa que el primer cuarto terminase igualado en 22 puntos, sin embargo en el segundo periodo ya se notó un cambio en lo que veníamos viendo en los juegos anteriores, ya que el banquillo de Doc Rivers se vio más cohesionado en la defensiva y su hijo Austin mostró su claridad ofensiva, lo que obligó a Pop a devolver tempranamente a sus jugadores más importantes a la duela. Aquí también hubo un cambio respecto a lo anteriormente visto: JJ Redick fue capaz de tomar protagonismo ofensivo en el momento adecuado y generó espacios que antes no se veían en la ordenada estrategia defensiva de Spurs, por lo que tomaron la delantera del encuentro y terminaron arriba por 4 puntos, que de no ser de por la rebeldía de Kawhi Leonard al embocar en el aro contrario y un Tony Parker más fino en ofensiva la ventaja podría haber sido mayor.
Durante el tercer cuarto el trámite fue similar y los angelinos amenazaban con escaparse en el tanteador, pero no contaban con la veteranía de la escuadra local que se encargó de sacar faltas a jugadores claves como Paul, Barnes y Griffin, que los dejó rápidamente en bonus –asistiendo con mayor frecuencia a la línea de libres– y ablandando la faceta defensiva de Clippers, permitiendo a Leonard y Duncan tomar tiros cerca del aro con menor oposición. Pero esto no distrajo mucho a la visita y siguió efectiva en ofensiva, con un Chris Paul inspiradísimo en tiros de media distancia y un Griffin muy atento a los rebotes bajo su propio aro. En la sumatoria de todo esto, Clippers aún seguía liderando por 5 puntos al acabar el tercer periodo.
En el último cuarto se confirmó el factor clave: Austin Rivers. Con un trámite similar al del comienzo del segundo cuarto, siguió desafiando a quien se le pusiera en frente en su camino al aro logrando 16 puntos (7 de 8 TC) en 17 minutos en cancha. A este se le sumó Jamal Crawford anotando tiros circenses y por supuesto Chris Paul, quien obvió el hecho de haberse encontrado con 5 fouls durante la gran parte del cuarto y se anotó con 34 puntos en el total del juego. Faltando 6 minutos los Spurs recurrieron al hack-a-DJ, pero al no encontrarse aún en bonus Doc Rivers lo sacó de inmediato y su labor defensiva fue suplida por Griffin, quien recogió 19 rebotes –su mayor marca en playoffs–. Sin poder encontrar más respuestas y fallando tiros abiertos, los Spurs comenzaron a bajar los brazos cuando la diferencia se estiró a 14 puntos. Sólo el amor propio de Leonard los empujó algo más pero la historia ya estaba escrita y el partido terminó 114 a 105 a favor de los Angelinos.
Los Clippers igualaron la serie y sensación principal tras este encuentro es que no están muertos y aprendieron de sus propios errores, mostraron jerarquía en un plantel más corto que el del local y mucho esfuerzo en ambos tableros. Con la ventaja de localía recuperada hoy podrán dormir algo más tranquilos, mientras que en la otra vereda deben sacar conclusiones rápidas y seguir haciendo lo que mejor saben, creer en la dinámica de su juego asociativo. Con la serie empatada a dos victorias, la eliminatoria se traslada de nuevo a Los Ángeles, donde se verán las caras de nuevo mañana Martes 28 de Abril.
Muy completo el partido de los Clippers, muy merecida la victoria. Tremendo Chris Paul