Brad Stevens es todo un profesional, no hay dudas de eso, y si hay algo en lo que se caracteriza es por su alto nivel de autocrítica. El año pasado, después de un primer año en que no fue bueno en lo deportivo (los celtics terminaron con un record de 25-53) lo primero que hizo al terminar la temporada fue ponerse manos a la obra con los errores que él consideraba haber cometido.
Por más que nadie fue capaz de culpar al ex entrenador de Butler por semejante campaña, su pensamiento principal estuvo enfocado en mejorar lo que él sentía como falencias propias.
“Sentí que no hice un buen trabajo en mi primer año, táctica o estructuralmente» dijo Stevens. “Y eso me mortificó».
El asistente de los Celtics, Miqueas Shrewsberry, que estaba en el personal de Stevens en Butler, dijo: «Él siempre es muy crítico consigo mismo”. “Yo creo que por eso es tan bueno. Él nunca está satisfecho”.
Esa frustración consumió a Stevens durante el verano pasado, pero eso también lo empujó a mejorar y crecer como entrenador. Se sentó a ver jugada por jugada para discernir dónde debían mejorar, tanto él como sus jugadores. Esa fue la base para lograr una mejora sostenida en su segundo año.
«Siempre pienso en cosas que me gustaría aprender, y una vez en eso, me pongo a trabajar «, dijo Stevens. «A veces termina siendo infructuoso, y a veces me ayuda. Pero es importante analizar, trabajar y examinar. Ser crítico con uno mismo, y empezar por ahí, donde uno considera que está fallando”.
El coach siempre tiene un bolígrafo junto a su cama, para en caso de que surge una idea poder pasarla inmediatamente a papel para luego probarla, otras veces aparecen durante uno de los interminables viajes durante la temporada.
Algo en lo que se puso a trabajar fue en los finales de partido, los Celtics perdieron muchos encuentros la pasada temporada e incluso al comienzo de esta en el cierre de partido muchas veces no sabiendo cómo controlar diferencias en el marcador y otras veces por no saber cerrar el juego.
Tengan en cuenta que los Orgullosos Verdes terminaron en la vigésimo octava posición en el ranking de los equipos que disputaron partidos cerrados con un diferencial de 5 puntos de ventaja.
Los Boston Celtics no ejecutaron bien en la recta final de los encuentros y Stevens quería saber por qué. Así que comenzó a analizar cada posesión en los últimos cinco minutos de cada uno de los partidos. En general, existen alrededor de 200 posesiones totales en un partido de la NBA, y la tasa normalmente aumenta en los últimos cinco minutos a causa de las faltas, por lo que probablemente Stevens analizó más de 1.500 jugadas.
Stevens cuenta lo que fue esta tarea:
“Desarmé parte por parte cada posesión hasta en el más mínimo detalle», «Fue lo más agotador y difícil que hice – bueno, tal vez no tanto, porque no es un trabajo real en comparación con lo que algunas personas hacen para ganarse la vida – pero fue probablemente la cosa más aburrida que he hecho. Pero me ayudó a entender mucho de nuestros fallos”.
«Cuando no estás en temporada, te puedes desconectar emocionalmente y se puede ver lo que se hizo bien y lo que no, qué jugador tuvo problemas para resolver una situación y cuál no, y qué puedes hacer tú para ayudarlo a mejorar en ese tipo de situación para poder seguir adelante”.
Al comienzo de la temporada pasada, Stevens presentó sus hallazgos a sus jugadores. Su mensaje fue simple: “Ustedes están más cerca de lo que piensan”.
«Nos dio confianza, nos hizo creer en nosotros mismos, nos dijo que si hacíamos esos ajustes y ejecutábamos un poco mejor, podríamos llegar a los playoffs «, dijo Evan Turner. «Nos dio una idea de lo delgada que es la diferencia entre tener una temporada exitosa y entre no tenerla y nos dimos cuenta que eran errores que se podían corregir»
Esta temporada, los Celtics mejoraron su calificación neta en situaciones al final del partido de -25,4 a -7,5, y bajaron su índice de pérdidas de 16,1 a 12,6. Brad Stevens no solo se focalizó en sus jugadores, también identificó cerca de 35 estrellas de la liga cuyo juego admiraba. Luego se los asignó en grupos de ellos a su personal – también tomando a cinco para sí mismo – y pidió a sus ayudantes que analizaran.
«Los estudiamos de manera intensiva «, dijo Stevens. “Qué les hace grandes jugadores? ¿Cuáles son sus defectos? «
Shrewsberry, por ejemplo, fue el encargado de analizar a los bases: Damian Lillard, Kyle Lowry, Tony Parker y Ty Lawson (resulta evidente que el base de Denver gusta al cuerpo técnico). Dijo que el proyecto ayudó a identificar los rasgos que podían transmitir a sus jugadores, y también le dio a los Celtics una ventaja en scouting individual de cara a la temporada regular.
Stevens ha quedado un paso adelante con esto. Él dijo que los Celtics comienzan su búsqueda de Agentes Libres este verano, inevitablemente abordando algunos de los jugadores que estudiaron el verano pasado (Hello Lawson). Apoyado en el reconocimiento individual que han hecho, este verano Stevens tiene puntos de referencia y precedentes en los que apoyarse, lo que podría hacerle un cazador peligroso en la ya citada Agencia Libre.
lo de Lawson cobra mas sentido con esto…