SU CAMINO HASTA LA FINAL FOUR
El Madrid empezó su andadura en esta Euroliga 2014-15 con buen pie, quedando primero del Grupo A en la fase de grupos con un balance de 8 victorias y 2 derrotas, demostrando seguridad y fortaleza en muchos partidos, aunque también algunos despistes que a la postre se convirtieron en derrotas. Éstas últimas fueron ante el Anadolu Efes por 75-73 y contra el Unics Kazan por 75-83 en Rusia.
Pasando al Top 16, también hicieron un gran trabajo y quedaron primeros del Grupo H, aunque empatados en balance con el FC Barcelona, con 11 victorias y 3 derrotas, éstas ante Maccabi por 90-86, Panathinaikos por 85-69 y Barça 85-80.
Ya en los cuartos de final, en playoffs, se encontraron contra un rival ya conocido durante la fase de grupos, el Anadolu Efes. A priori era uno de los rivales más fáciles, aunque correoso eso sí, consiguió poner en aprietos en algunos momentos al Madrid. La serie finalizó 3-1 para los blancos, caracterizada sobretodo por las remontadas del conjunto merengue.
LOS FANTASMAS DEL PASADO
El Real Madrid ha conseguido ser uno de los equipos habituales en la Final Four de cada año, siendo ésta su cuarta presencia en las últimas cinco ediciones, después de estar ausente durante 15 años. Dos finales seguidas lleva el conjunto blanco, aunque eso sí, perdidas ambas. El año pasado cayó ante el Maccabi por 98-86, mientras que hace dos años lo hizo ante Olympiacos por 100-88.
Frente a Olympiacos, los merengues desaprovecharon una renta de 17 puntos obtenida en el primer cuarto y se desinflaron durante el restod el partido. En la del año pasado frente al Maccabi, el Real Madrid, que partía como gran favorito tras derrotar 100-62 al Barcelona en las semifinales, desaprovechó la oportunidad de lograr su noveno cetro continental. Los israelíes, que llegaban a la final tras una espectacular remontada ante el CSKA de Moscú en semifinales, completaron la hazaña derrotando al equipo español y logrando así su sexta corona europea.
Cabe destacar que el Madrid sigue siendo el equipo que más trofeos continentales ha levantado, con un total de ocho. En esta Final Four, buscará levantar la Novena en su casa, en el Barclaycard Center. Buen augurio es saber que 5 de los 7 últimos anfitriones consiguieron levantar la copa ante su afición.
Su última Euroliga la consiguieron hace 20 años, en la temporada 1994-95, en un equipo con nombres tan destacados como Sabonis, Arlauckas, Antúnez, Santos, Cargol… y con Zeljko Obradovic como entrenador, que ahora se encuentra entrenando al Fenerbahçe.
TRES JUGADORES CLAVE
Sergio Rodríguez: La magia en el Madrid la pone el Chacho. Sus números quizá no son muy impresionantes, pero te puede cambiar el rumbo del partido él solito. Brilla sobretodo cuando el ritmo es alto, el equipo debe saber exprimirlo al máximo. Está promediando 11 puntos, 5’1 puntos y 1’4 rebotes.
Sergio Llull: El terremoto del Madrid. Su velocidad y su manera de revolucionar un partido es clave en el equipo. Además, su gran rendimiento en el clutch time hace que aumenten las posibilidades de triunfo. Ya dio una Copa, veremos si una Euroliga también. Promedia 10’4 puntos, 5’8 asistencias y 1’8 rebotes.
LAS TRES CLAVES DEL EQUIPO
VELOCIDAD: Sin duda una de las armas más temidas de este Madrid. Si en fútbol son el mejor equipo al contraataque, en baloncesto también. Tiene jugadores capaces de correr la pista, liderados por Sergio Llull, y los puntos tras pérdidas del rival o en transición rápida pueden llegar a ser de gran ayuda.
DEFENSA: Los blancos llevan en esta Euroliga 22 victorias y 6 derrotas, y si algo les ha ayudado a conseguirlas ha sido la defensa. De los seis partidos perdidos, cuatro han sido encajando 85 o más puntos. Rudy tiene que dar un paso adelante en la defensa exterior, y tanto Felipe como Ayón deben hacer lo posible por conceder los mínimos puntos en la pintura. La ayuda de Slaughter, especialista defensivo, puede ser clave.
EL PALACIO: El equipo puede hacer historia ante su afición en Madrid. No obstante, puede ser un arma de doble filo. Por una parte, lo positivo de jugar en casa y ante su afición, en un lugar que conocen muy bien. Por otra, la presión de llegar a perder en su propia cancha puede llegar a pesar bastante, aunque después de la experiencia de las anteriores finales no debería suponer un problema.