Final de la primera jornada de la Final Four de la Euriliga, el Real Madrid venció al Fenerbahce y cumplió ante unos pronósticos que no barajaban la posibilidad de volver a ver a Olympiacos en la gran cita del baloncesto europeo, y es que los griegos supieron aguantar el ritmo de CSKA y llevar el partido a su terreno en los finales finales, donde se manejan como pez en el agua, y se llevaron una victoria que sabe a oro.
Luces y muchas más sombras fue las que nos dejó el CSKA, empezando por su gran estrella, Andrei Kirilenko (5pt 5rb), totalmente desaparecido durante el partido, tan solo 2 tiros de campo para un jugador que venía a ganar este título. Totalmente intrascendente en el juego de su equipo, los rusos lo sufrieron. Igual que sufrieron el mal partido de Milos Teodosic (8pt 5as), el serbio no se encontró en ningún momento, como demuestra su 2 de 9 en tiros de campo. Durante momentos del partido dejó en manos de De Colo (18pt 4as) la dirección de los rusos. Precisamente fue el francés el mejor jugador del CSKA, supo llevar a su equipo, pero en los momentos finales se vino abajo, emparejado con Spanoulis, no supo defenderle y acabó pagándolo.
De menos a más, y siempre haciendo la goma en el partido. El Olympiakos partía de tapado, pero ya se ha quitado la careta. Siempre a remolque de CSKA, de vez en cuando soltaban un chispazo y se colocaban por delante, pero no era lo normal, guiados por un imperial Printezis (14pt 8rb) no le perdían la cara al partido y llegaban con opciones a los minutos finales. Entonces apareció la figura de Vassilis Spanoulis (13pt 3as), solo él puede presentase a los últimos 3 minutos de partido con 0 de 11 y acabar ganando el partido. Dos triples suyos pusieron por delante a los helenos. Fue el héroe griego. Suma 7 victorias y 0 derrotas en la Final Four, y el domingo se plantará ante el reto de lograr la cuarta. Con este jugador en pista todo es posible.
Segunda semifinal, allí se dieron cita Real Madrid y Fenerbahce. El primer cuarto estuvo muy igualado, y fue en el segundo donde los blancos rompieron el partido, con un recital desde el triple de KC Rivers (4 de 4), y un Gustavo Ayón (18pt 7rb 6as) excelso debajo del aro. El mexicano vino a Madrid para esto, y a fe que ayer demostró la clase de jugador que es. Dominó en la pintura y saco de quicio a un Vesely que no encontraba la forma de pararle. Sergio Rodriguez (13pt 7as) fue quien puso la magia en este periodo, el tinerfeño entendió el partido a las mil maravillas e hizo correr a los suyos, que no paraban de golpear a unos turcos noqueados. Sin obviar al Chapu Nocioni (12pt 5rb 6as), suyo fue el 2+1 que encendió la mecha blanca en el segundo cuarto, y suya fue la labor de desquiciar al MVP de la Euroliga, Nemanja Bjelica, que no supo, ni pudo, despegarse de la sombra del argentino, determinante en el mal hacer del serbio durante el encuentro. Y por último, Sergi Llull (12pt 9as), cuando más apretaba Fenerbahce apareció el hombre de las mandarinas para despejar cualquier duda sobre quien se llevaría el partido con dos triples de puro crack. No fue su mejor partido de cara al aro, pero el carácter del balear siempre tiene hueco en la grandes citas. Y de justicia es hablar de Pablo Laso, nadie daba un duro por el vitoriano en su cruce con Obradovic, y salió airoso, confió ciegamente en su modelo de juego, hizo creer a todos sus jugadores y acabó llevándose un partido que dominó de cabo a rabo. El uno pero, Felipe Reyes, el capitán hizo 5 faltas en 12 minutos y se marchó sin anotar y con -6 de valoración.
La afición del Fenerbahce tenía las ganas que le faltaron a los suyos. Superados desde el segundo cuarto por el Real Madrid, Obradovic no encontraba la forma de apagar el fuego, el serbio solo gritaba y gritaba, pero no daba con la tecla pese al elenco de estrella que tiene a su disposición. En ningún momento pareció una amenaza para el Madrid, pese a luchar contra viento y marea, los turcos no desconectaron y dieron la cara hasta el final. El que estuvo desaparecido en combate fue Nemanja Bjelica (11pt 5rb), el MVP pedía el balón y lo absorvía de manera desproporcionada, quizás en afan de dar en las narices al Chapu, se le vio con demasiada ansia y eso lo pagó caro su equipo. Bogdan Bogdanovic (12pt 4as), el serbio no se encontró en el puesto de base, tanto Llull como el Chacho pudieron por él. El mejor jugador joven de la Euroliga no tuvo su día de cara al aro. Jan Vesely (20pt 6rb), puso contundencia en el aro, fue el mejor jugador de los suyos, y el más regular, por momento se le vio enrabietado, sin encontrar respuesta a su lado. Andrew Goudelock (26pt 6rb), un anotador insaciable que encontró en los instantes finales el momento para abastecerse. Los blancos supieron frentar sus envestidas y no fue la amenaza que le suponían. Al igual que Vesely, no apareció en el momento clave del segundo cuarto, y maquilló sus números cuando todo el pescado estaba vendido.